El 21 de marzo ya no es solo el día que marca la llegada de la primavera o el natalicio de Benito Juárez. Desde hace algunos años, esta fecha se ha convertido en el momento perfecto para regalar flores amarillas a esa persona especial, y si te preguntas por qué esta costumbre se ha vuelto tan popular, la respuesta tiene más de romance, cultura pop y redes sociales de lo que imaginas.
Todo comenzó con Floricienta, aquella telenovela juvenil argentina que se transmitió por primera vez en 2004 y que cautivó a millones de adolescentes en Latinoamérica. La serie, creada por Cris Morena, narraba la historia de Florencia, una chica dulce, soñadora y rebelde que trabajaba como niñera en la casa de los Fritzenwalden, donde termina enamorándose de Federico, el hermano mayor de los niños.
Pero lo que realmente dejó huella en la memoria colectiva fue una canción, “Flores Amarillas”. En uno de los momentos más icónicos de la serie, Flor expresa su anhelo de que algún día el hombre de sus sueños llegue a buscarla con un ramo de flores amarillas. La letra es pura ternura y esperanza: “Él sabía que ella sabía, que algún día pasaría, que vendría a buscarla con sus flores amarillas…”
Esa escena marcó a toda una generación, y lo que comenzó como un detalle romántico de ficción, ahora es una tradición real que ha cruzado fronteras y conquistado corazones. Aunque en Argentina este gesto se asocia con el Día de la Primavera (21 de septiembre), en México y otros países de habla hispana se adaptó para coincidir con el inicio de la primavera el 21 de marzo.
El simbolismo detrás de las flores amarillas
Más allá del homenaje a Floricienta, regalar flores amarillas tiene un significado que va mucho más allá de la ficción. El color amarillo es símbolo de alegría, prosperidad, amistad y nuevos comienzos. En muchas culturas, las flores de este color representan la luz del sol, la energía y la esperanza, convirtiéndolas en el regalo ideal para celebrar un nuevo ciclo.
Con la llegada de la primavera, todo renace: la naturaleza, los sueños y las oportunidades. Por eso, obsequiar flores amarillas en esta fecha también es una forma de desearle a alguien un periodo lleno de luz y felicidad.
En tiempos donde las redes sociales dictan modas y crean tendencias, regalar flores amarillas el 21 de marzo se viralizó rápidamente. Cada año, miles de usuarios comparten fotos de sus arreglos florales junto con fragmentos de la canción de Floricienta o mensajes llenos de romanticismo.
Instagram, TikTok y Twitter se llenan de publicaciones con hashtags como #FloresAmarillas, #21DeMarzo y #FloricientaVibes, haciendo que la tradición siga creciendo y llegue incluso a quienes nunca vieron la serie. Además, no solo los enamorados participan: esta costumbre también ha adoptado un matiz de amistad y cariño, por lo que es común regalar flores amarillas a amigos, familiares o cualquier persona especial.
