Por Pepe Real
Inicialmente ¡Renuncio, cabrón! era el título que Vanessa Cohen tenía en mente para su primera novela; sin embargo, en pláticas con la editorial se suavizó la expresión y quedó como Enredos de amor en Miami, ya que iba más acorde con el enfoque romántico que se le quería conferir a la historia, una mezcla de autobiografía y ficción.
Además de hacer pasar un buen rato a los lectores con Enredos de amor en Miami, Vanessa Cohen busca transmitir un mensaje de empatía a todas las mujeres que en algún momento se sienten sin rumbo.
“De repente volteamos a ver a nuestras amigas o a nuestras familias y nos comparamos, sentimos esa presión de dónde ‘deberíamos’ estar en cierto momento o edad, y creo que es importante hablar de la relevancia de respetar nuestros tiempos.
“Entender que cada una llevamos nuestro propio ritmo y que debemos aprender a hacer caso a nuestra intuición. Salirnos de la zona de confort, tomar riesgos, cumplir nuestros sueños, buscar la realización y, lo más importante, rodearnos de relaciones sanas, redes de apoyo y amistades que te acompañen y reconforten en el proceso”.
La autora, quien es pedagoga de profesión, revela que colocarse en una situación vulnerable al escribir esta historia fue el mayor reto que enfrentó.
“Siempre pensé que iba a ser algo para mí o para mi círculo cercano. Hay mucho de mí plasmado en estas páginas, por lo tanto, el mostrarte al mundo y estar dispuesta a recibir críticas, tanto positivas como negativas, puede llegar a ser algo complicado; tienes que recordar que hay gente a la que puede o no gustarle tu historia o forma de escribir, pero eso no te quita valor a ti o al proyecto al que le dedicaste tanto”.
Escribir Enredos de amor en Miami, confiesa la escritora, le ayudó a lidiar con muchas emociones que tenía acumuladas. “Siempre he utilizado el sentido del humor para sobrellevar las situaciones cotidianas, y en ese momento haber logrado canalizar mi enojo o frustración de una forma creativa, además de divertido, fue increíblemente sanador”.
¿De qué va Enredos de amor en Miami?
Es una lectura ligera, divertida y con mucho humor, con la cual seguro van a pasar un buen rato, pero principalmente con la que podrán identificarse todas aquellas mujeres fuertes que estamos intentando lidiar con lo complicadas que son las relaciones amorosas, afectivas y laborales, tratando de encontrar nuestro camino sin darnos nunca por vencidas.
¿Cómo fue que se gestó la historia?
En un inicio, la intención no era hacer un libro, sino más bien fue un momento de catarsis, un muy mal día de trabajo: estaba a unos pasos de la oficina de mi jefe decidida a presentar mi renuncia y dejarle unos cuantos y bien merecidos insultos, cuando me puse a pensar sobre las consecuencias y lo que significaría tener que buscar otro empleo en una nueva ciudad y sin papeles de trabajo.
“Intenté tranquilizarme y poner esta pelea imaginaria en papel, plasmar todo lo que quería decirle a la cara y no podía, algo que pienso que nos ha pasado a todos en alguna ocasión; esa típica pelea que creas en tu mente mientras estás en la regadera y, sobre todo, lo que te hubiera gustado contestarle a alguien y no se lo dijiste. Pero en este caso se convirtió en un ejercicio constante: desahogarme escribiendo, y así fue tomando forma esta historia”.
Desde el nombre de la protagonista, también llamada Vanessa, hay una fuerte conexión entre tú y ella…
Podría decir con seguridad que el personaje de Vanessa es lo que más se asemeja a la realidad. Aunque me tomé algunas libertades con la historia y las circunstancias, siempre intenté ser genuina y honesta con el personaje, ya que esto empezó como un ejercicio de desahogo y para mí era importante que la protagonista se viera reflejada tal cual era, con sus defectos e imperfecciones, con una forma transparente de pensar y de comunicarse. Considero que ese es uno de los encantos del libro, que se plasman caracteres mucho más reales.
Eso quiere decir que en Enredos de amor en Miami hay una delgada línea entre ficción y realidad…
Diría que el mayor componente de realidad serían los personajes. Intenté hacer personalidades muy bien descritas y honestas, y aunque muchas cosas en la historia cambian, pensaría que si conoces a los personajes en la vida real dirías: “¡Estos son!”. Tanto los protagonistas como los personajes secundarios considero que quedaron plasmados de una forma muy genuina.
“En cuanto a la parte de mayor ficción, sería la historia romántica con Daniel, ya que cuando escribí el libro ya no quedaba ningún sentimiento de este tipo hacia el personaje, por lo cual fue difícil recrear este escenario. Es una realidad que el que fuera mi jefe después de haber tenido una breve relación con él, complicó más el ambiente laboral y nuestro trato; sin embargo, creo que el mayor tema fue la falta de afinidad y diferencia de personalidades”.
¿Habrá una segunda parte?
Sin duda la habrá, sin embargo, al ser algo tan personal tengo que decidir el momento adecuado para regresar a ella. Por lo pronto estoy muy avanzada en otra novela de ficción que comencé apenas terminé de escribir Enredos de amor en Miami y la cual me tiene sumamente emocionada. Creo que será una gran historia.
Me enteré que hay planes para llevar esta historia a la pantalla, ¿cómo va el proceso?
Avanzando, antes de fin de año se definirá si será serie o película, ya con muchas ganas de ver esta historia en la pantalla y explorar con los personajes. En algún momento me gustaría adentrarme en diferentes ámbitos de la escritura y trabajar creando contenido para series o televisión, creo que será una gran oportunidad para aprender un poco más al respecto.
¿Qué enseñanzas o lecciones te dejó escribir esta novela?
Honestamente fueron muchas, sin embargo, una de las más importantes, aunque suene como un cliché, es que en verdad no hay sueños imposibles, se trata de tocar puertas tantas veces como sea necesario hasta que se abran. Es importante insistir y luchar por lo que quieres. Y por otro lado, la importancia de la resiliencia, adaptarse a las circunstancias y buscar de una situación adversa un resultado positivo.
“De una situación que en su momento me llegó a causar tanto estrés y frustración, hoy tengo un sueño hecho realidad” Vanessa Cohen
“En verdad no hay sueños imposibles, se trata de tocar puertas tantas veces como sea necesario hasta que se abran” Vanessa Cohen
