El enfrentamiento entre Blake Lively y Justin Baldoni sigue intensificándose, por lo que la actriz contrató a Nick Shapiro, un exalto cargo de la CIA y exasesor del gobierno de Barack Obama, para manejar su crisis de imagen y ayudar en la batalla legal contra el director de Romper el círculo.

La contratación de Shapiro, quien fue subdirector de gabinete de la CIA y asistente principal de contraterrorismo en la Casa Blanca, demuestra que Lively está dispuesta a jugar en las grandes ligas para defenderse de las acusaciones cruzadas con Baldoni. La disputa, que comenzó con una demanda de la actriz por acoso sexual y represalias, ha escalado hasta convertirse en un complejo caso mediático y legal que tiene en vilo a Hollywood.

Con más de 15 años de experiencia en gestión de crisis, seguridad nacional y comunicaciones estratégicas, ha trabajado en algunas de las situaciones más delicadas de los últimos tiempos. Su trayectoria incluye ser portavoz de seguridad nacional en la administración de Obama y formar parte de la ONG All Hands and Hearts, dedicada a la ayuda humanitaria en casos de desastre.

El bufete Willkie Farr & Gallagher, que representa a Lively, confirmó su contratación y destacó que su papel será clave en la estrategia de comunicaciones legales del caso, cuyo juicio está previsto para marzo de 2026 en el Distrito Sur de Nueva York.

Una guerra mediática y legal sin tregua
Desde que en diciembre de 2024 saliera a la luz la demanda de Lively contra Baldoni, la disputa no ha dejado de crecer. El director y coprotagonista de la película respondió con una contrademanda por difamación y extorsión, en la que incluso incluyó al esposo de la actriz, Ryan Reynolds, exigiendo una compensación de 400 millones de dólares.

Baldoni asegura que Lively y su entorno intentaron quitarle el control de la dirección de Romper el círculo y que la presión lo ha llevado a un estado de ansiedad extrema. Su abogado, Bryan Freedman, afirmó recientemente que su cliente ha sido devastado tanto en lo económico como en lo emocional.

En paralelo, han surgido rumores sobre un ambiente tenso en el set de rodaje, con discusiones entre ambos sobre el contenido de la película y el comportamiento de Lively, quien fue criticada por promocionar productos de belleza mientras trabajaba en una historia sobre violencia doméstica.

Aunque Lively cuenta con el respaldo de su esposo y varias amigas cercanas, algunas figuras han comenzado a distanciarse de la actriz, incluida Taylor Swift, con quien mantenía una estrecha amistad.