Fue hace unos días cuando en las redes sociales se hizo viral una pieza llamativa que lleva el nombre de Copilis, así que nos dimos a la tarea de buscar a Xiu, uno de los fundadores de la marca Hijos del Maíz, que desde Querétaro distribuye este arte.
La curiosa historia involucra a un abogado que por azares del destino se convirtió en escritor y se especializó en la cultura prehispánica. Con la llegada de la pandemia se quedó sin trabajo en las letras y se asoció con un amigo de su adolescencia para emprender un proyecto en donde la idea original era abordar el tema de las raíces mexicanas, desde una perspectiva más simple y divertida, con playeras o deidades caricaturizadas en madera o cartón.
Poco a poco, hasta Querétaro, se fueron sumando las voces de artesanos que por el confinamiento perdieron sus puntos de venta en las plazas, donde se acercaban a los turistas, por lo que el proyecto arropó a diversos creadores.
De la mente de Xiu nació entonces el Copili, cuya traducción es “tocado de plumas”; se trata de un ear cuff que se posiciona alrededor de la oreja con la ayuda de alambre dorado trenzado y sobre él sostiene un puñado de plumas.
“Se tiene la creencia de que lo prehispánico es salvaje, pero considero que es importante que como mexicanos nos identifiquemos con nuestra raíces y que también entendamos que los amantecas, por ejemplo, hacían el arte plumario, lo lucían como gala y era para ellos un lujo”, explica Xiu.
Así como el jade o la manta eran básicos en las indumentarias de los antepasados, las plumas también conformaban sus atuendos; sin embargo, en la actualidad se toma con respeto la creación de estos productos, ya que se busca que las aves no sean dañadas durante la elaboración del accesorio.
Xiu explica a EstiloDF que para ello tienen convenio con espacios de crianza de aves y que las plumas que se utilizan son las que se caen de faisanes, patos silvestres, guajolotes, pavorreales, entre otras especies, por lo que al mes no se pueden elaborar más de una treintena de estas piezas, que se envían a todas partes del mundo, por un precio promedio de 999 pesos.
El repunte de los Copilis también se dio cuando la actriz Maya Zapata usó uno para unas pláticas del colectivo Poder Prieto, un movimiento contra el racismo que reivindica la piel morena. De ahí fue la actriz Fátima Molina quien se enamoró del proyecto y portó un accesorio en su atuendo de los Premios Juventud.
¿Los usarías? ¡A nosotros nos encantan!