‘The French Dispatch’ (‘La crónica francesa’, en español) es la película más excesiva que hasta ahora nos ha ofrecido Wes Anderson. Hay un poco de todo lo que se le pudo ocurrir al director, y aún así funciona. Se presenta «como si la hubieran hecho así a propósito», un consejo que además se repite a lo largo de la cinta.
Como en todas sus películas, desde la primera toma que aparece en pantalla, la audiencia reconoce el sello de Anderson en todo el cuadro. La estética, los colores, la velocidad de los diálogos, todo nos dice a gritos que estamos frente a una obra del cineasta de 52 años.
¿De qué va ‘The French Dispatch’?
Como si se tratara de una obra de teatro que vemos a través de una pantalla de cine, la película nos plantea de manera apresurada lo que estamos a punto de ver y la forma en la que lo veremos.
Cuenta la historia de una revista, The French Dispatch, inspirada en su totalidad por The New Yorker y sus escritores. A la muerte de su fundador, la revista se dejaría de publicar, por lo que en esta cinta vemos el contenido de su última edición, una antología de historias cortas escritas por distintas plumas. Conocemos por fuera la historia de la revista, pero también nos sumergimos en su último número; como si lo estuviéramos leyendo, pasamos por una viñeta, tres artículos y un obituario.
En la viñeta, un periodista en bicicleta nos describe cómo es la vida en un pequeño pueblo francés. A continuación uno de los artículos nos habla de un talentoso pintor encarcelado que se enamora de su musa; luego llega la historia de un estudiante revolucionario, y para finalizar los artículos, el perfil de un chef a través de una historia casi policiaca. La publicación cierra con un obituario dedicado al dueño de la revista.
Un poco de todo lo que logra articular un poema al periodismo
Al principio es difícil captar y aceptar enteramente la realidad a la que estamos a punto de entrar, pero para las siguientes secuencias el ritmo desacelera un poco y el espectador se acostumbra a correr detrás de la historia. Porque sí, Wes Anderson es un cineasta al que le gusta ponerte a pensar a través de distintos estímulos de lo que vemos en pantalla. A pesar de que todo está ahí, parece que siempre vamos un paso detrás, imposible imaginar lo que vendrá a continuación.
Mezclando secuencias en blanco y negro, otras cuantas a color, secuencias en animación, un poco de musical, un toque del género policiaco, romance, elementos escenográficos que entran y salen como si fuera una obra de teatro, y hasta una perspectiva como si se tratara de una conferencia de museo y otra de un programa televisivo, ‘The French Dispatch’ se convierte en un cúmulo de excesos que de alguna manera se logran ensamblar y contar una historia que hasta ahora es el esquema más aproximado de cómo funciona la mente de Wes Anderson.
Sobre el cast de ‘The French Dispatch’
Con un cast lleno de grandes actores y actrices, ninguno termina apoderándose del protagonismo, el cual más bien se le da a la propia revista como un todo. Tenemos así a actores como Willem Dafoe, Elisabeth Moss, Saoirse Ronan y Liev Schreiber, que aparecen menos de 10 minutos a cuadro durante toda la película de 1 hora 40 minutos. Aunque debemos admitirlo, se siente como si durara más.
El cast principal tampoco dura mucho tiempo en pantalla, Bill Murray, Adrien Brody, Timothée Chalamet, Benicio del Toro, Frances McDormand, Tilda Swinton y compañía aparecen apenas poco más de 10 minutos a cuadro, pero lo suficiente para saber que la historia va sobre ellos o ha sido escrita por ellos.
Como si se tratara de un exquisito texto intelectual y poético, pero complicado de leer, ‘The French Dispatch’ es la prueba contundente de que el cine de autor, en raras pero brillantes ocasiones, puede llegar a popularizarse y gustar, a partes o por completo, pero sin pasar desapercibido. Además, esta cinta se presenta como una reinvención del propio Wes Anderson.
La cinta se estrena en cines este jueves 11 de noviembre y si te gusta el estilo de Wes Anderson definitivamente tienes que verla.
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