Llevar una vida libre de estrés es vital para accionar con efectividad día a día. El cuerpo es una maquinaria perfecta y como tal debe ser tratada, por lo tanto es de suma importancia liberarlo de cualquier tensión o malestar para garantizar su óptimo funcionamiento. Las largas jornadas de trabajo suelen hacer estragos en el desarrollo de nuestras actividades diarias, afectando de manera progresiva la estabilidad física y mental, derivando en enfermedades, patologías, depresiones, descompensación, aumento de peso desmedido, apatía y hasta irritabilidad.
Afortunadamente, existen técnicas que el ser humano puede llevar a cabo para alcanzar un estado ideal a través de la relajación.
Medita y controla tu respiración
La respiración es uno de los primeros indicadores de que estamos bajo un muy alto nivel de estrés por lo que es recomendado prestarle atención y llevar a cabo una repetición calmada de respiración. Se recomienda sentarse en un lugar silencioso y solitario, cerrar los ojos, tomar una cantidad considerable de aire por la nariz, retenerlo para luego dejarlo salir por la boca lentamente. Este ejercicio puede ir acompañado de la concentración de pensamientos tranquilizadores, y la visualización de espacios de calma y zonas de paz.
Canta o escucha música
La música tienes cualidades curativas y relajadoras, los sentidos sucumben ante el poder de las melodías, creando una sensación de felicidad y tranquilidad natural. Es ideal que se determine el género predilecto y se asocie a los cambios y sensaciones que este produce para conectar con el estado de relajación requerido. La terapia tiene la misma efectividad si se acompaña por el canto, pues la conexión vocal permite soltar la tensión de una manera fluida y casi inconsciente.
Ejercítate y mantente en movimiento
Una sesión breve de ejercicios o yoga pausada y controlada es perfecta para disminuir los valores de estrés y ansiedad. La rutina debe ser sencilla y por un tiempo corto de tiempo, prestando la debida atención a las partes del cuerpo que se quieren trabajar, apoyada de buena música y una debida respiración, es la mezcla adecuada de las anteriores técnicas de relajación.
Consentir al propio cuerpo propicia un estado de balance, pues él se siente atendido y cuidado, recibir una mascarilla de alguna hierba o mezcla de frutas, un baño con aromas bajo una luz tenue, todas estas opciones se avivan si las complementamos con un té caliente o una bebida refrescante. Tomando en consideración que para esta sesión no debes invertir de tu presupuesto pues se trata de una medida casera y rápida.
Realiza actividades que te gusten y entretengan
Las aficiones personales tienen la particularidad de lograr una desconexión de la realidad ayudando disminuir los niveles de preocupación, ansiedad o molestia. Pintar, cocinar, bordar o leer son actividades que permiten la liberación de malas energías y afectaciones corporales. Mantener la mente ocupada permite reestructurar la capacidad cognitiva y retomar el balance físico necesario.