El cantautor británico Sting se sumó el martes por la noche al reparto de su musical en Broadway «The Last Ship», esperando ayudar a enderezar un espectáculo que se ha ido escorando peligrosamente en la taquilla.
Relacionado: Sting fue uno de los honrados por el Kennedy Center
Un barbudo Sting recibió una ovación de pie y un ramo de rosas blancas en el Teatro Neil Simon tras interpretar el papel de un capataz en el musical. El artista no ofreció un saludo en solitario; prefirió quedarse con el resto del elenco mientras crecían los aplausos.
«Es una obra. Se supone que debe ser divertida y es muy divertida», dijo Sting después. «El público se mantuvo muy interesado. Estaba tan animado. El reparto también. Fue una experiencia maravillosa».
«The Last Ship» es una historia semiautobiográfica sobre un hijo pródigo que regresa a su pueblo naviero en el norte de Inglaterra para recuperar a la chica a la que abandonó al marcharse años antes. Allí encuentra a los trabajadores del astillero sin empleo, y tiene la idea de construir un último barco para mostrar su habilidad y su orgullo.
El musical, que hasta ahora no contaba con grandes estrellas, ha tenido problemas en la taquilla en parte debido a su complicado tema. Sting espera poder promocionar la obra con su presencia y recaudar 625.000 dólares esta semana en la taquilla, con lo que la producción no perdería dinero. La semana pasada sólo recaudó 492.000 dólares.
No es la primera vez que un compositor famoso participa en su obra. El líder de Green Day Billy Joe Armstrong hizo varias visitas al escenario de su espectáculo «American Idiot». Pero los miembros de U2 Bono y The Edge, al igual que el líder de Phish Trey Anastasio, optaron por no sumarse a sus propias producciones cuando zozobraron.
