Después de generar altas expectativas y varias polémicas a lo largo del camino, ‘Space Jam: Una nueva era’ logrará aterrizar en las salas de cine este jueves 15 de julio bajo la dirección de Malcolm D. Lee y con la estrella del baloncesto LeBron James como protagonista. ¿Logrará conquistar al público como lo hizo su antecesora?
Juntar personajes animados con personas de carne y hueso en una misma película fue una idea casi revolucionaria en 1996, cuando Space Jam: El juego del siglo llegó a los cines. Hoy, la idea de juntar ambas técnicas de cine no parece tan descabellada, excepto por el hecho de que los personajes involucrados siguen siendo los Looney Tunes, personajes itinerantes y alocados por naturaleza.
La cinta comienza presentándonos a Dom (Cedric Joe), el hijo menor de LeBron James, a quien le gusta el basquetbol, pero no como su papá espera, pues a él lo que le llama la atención es jugarlo en videojuegos. Sin embargo, su padre, al ser un icono de este deporte, no espera algo menos que un par de hijos apasionados por el basquetbol que además sean buenos en este deporte.
Esta diferencia de intereses entre padre e hijo hace que surja una discusión que los lleva a los servidores de Warner Bros., en donde un algoritmo interpretado por Don Cheadle, furioso del rechazo que tuvo por parte de LeBron, los encierra en la nube, tal como si fuera Matrix. El algoritmo se dispone a enfrentarlos en un juego de basquetbol con el que podrán o no ganar su libertad para regresar al mundo real.
Lo bueno y lo malo de ‘Space Jam: Una nueva era’
Aunque el argumento parece sencillo, la cinta tiene dificultades para arrancar, aunque más que dificultades parecería que el equipo creativo tuvo que enfrentarse con los ejecutivos de Warner Bros. y perdió, pues la primera mitad avanza lenta y es equiparable con una campaña publicitaria de los estudios. Sí, una película de Warner Bros. alabando el trabajo de Warner Bros.
Pese al egocentrismo que podría percibirse en esta primera mitad, la película logra despegar en la segunda parte, presentando una curva al alza con cada escena que proyecta para subir los ánimos al tope y tener un buen cierre.
LeBron James es separado de su hijo y tiene que conseguir un equipo para jugar el partido de basquetbol, ganar y regresar con Dom a la vida real. Con ayuda de Bugs Bunny, LeBron logra reunir a todos los Looney Tunes que, aunque no eran su equipo soñado, comienzan a entrenar.
La importancia de ser tú mismo
Para reunir a su equipo, LeBron y Bugs Bunny pasan por varios mundos diferentes, algo que resulta interesante ver como espectador, pues es un ritmo dinámico y cambiante, ya que personajes como el Pato Lucas, Lola, Porky, Piolín, Speedy, Silvestre, Taz y compañía se enfrentan por separado a retos en escenarios muy distintos entre sí. Los Looney Tunes están totalmente fuera de su contexto y aun así logran brillar.
Como es de esperarse, estos personajes tienen un manera muy peculiar de jugar, pero al ver que LeBron está realmente preocupado por el partido deciden acoplarse a su estilo y jugar un partido que pondrá a prueba no sólo sus habilidades con el deporte, sino también la sensatez de LeBron, quien aprenderá a ser un mejor líder y un mejor padre.
Con un humor bastante entretenido y una explosión de maniobras, jugadas y acción, ‘Space Jam: Una nueva era’ atrapa al espectador en este mundo y manda un fuerte mensaje de autenticidad celebrando una vez más las cosas que nos hacen únicos, desde la inteligencia de Dom para crear videojuegos o el liderazgo de Buggs, hasta la habilidad de Taz para poner todo de cabeza, o la tenacidad de Lola.
En la película también se rinde homenaje a Michael Jordan en una de las escenas más brillantes de la película y con la que más de uno se va a sentir identificado. Dejando de lado las dificultades de la primera parte, ésta es sin duda una cinta perfecta para ver en familia, que vale la pena disfrutar este fin de semana.