A sus 30 años es una mujer hermosa, madura y con proyectos personales y profesionales
Con 30 años cumplidos y más de 20 de carrera artística, Sherlyn vive una de las etapas más productivas de su vida.
Durante el presente año ha tomado también decisiones importantes que determinarán su futuro, como iniciar la carrera de Derecho, incursionar en la producción teatral y firmar su divorcio.
Sherlyn se dio un tiempo para platicar con EstiloDF y posar para la lente de Olga Laris vistiendo de rojo, haciendo un símil de esta manera con la forma intensa en la que vive la presente etapa.
La joven actriz habla sin prisa y sin rodeos acerca de su vida, los retos que se ha impuesto y el cariño que siente hacia Gerardo Islas, quien fue su esposo y con quien hoy la une un lazo de amistad muy sólido.
¿En qué momento de tu vida estás?
En uno muy ajetreado, pero padre porque tengo mucha tranquilidad. Ha sido un año de mucho crecimiento en cuanto a lo emocional; pasaron ya los momentos de turbulencia y ahora estoy contenta, enfocada a mi trabajo, disfrutando mucho mis 30, que me agarran en una muy buena época, porque no me debo nada.
Laboralmente, ¿qué estás haciendo?
Me encuentro en plena gira de Mujeres con Aura, una obra que me da mucha satisfacción. Trabajo con María Aura, Alejandra Ley y Gabriela Platas, y estoy incursionando en la producción porque nos encanta trabajar juntas y la historia es muy buena. Estoy contenta porque aunque no esté por el momento en telenovela, no puedo dejar de ejercitar mi herramienta de trabajo que es mi cuerpo, entonces montajes como éste siempre me renuevan y me quitan vicios que como actriz he adquirido con el tiempo, y me deja lista para regresar a la televisión.
¿Qué personaje interpretas?
Se llama Moni, una chica súper fresa; va a cumplir 30 años y no se ha casado, se siente quedada, tiene prisa por encontrar el amor de su vida, más para cumplir el requisito del matrimonio que por convencimiento propio. Pero conforme avanza la historia la gente se da cuenta de que es mustia, es la típica niña de Polanco que vive en un mundito de café, amigas y su trabajo en la oficina.
En cine también tienes un estreno próximo…
Así es, ya viene The Duchess of Cancun, primera película que hago en inglés y tiene locaciones en Canadá y México. Actúan Andrew Chapman y Megan Hughes-Jones; estoy súper contenta, cada que veo un avance o sé algo nuevo de la película me pongo feliz, quedó muy padre. Además inicio muy pronto un proyecto con la gente de Televisa Cine, ha sido un año de muchísimo trabajo.
También ha sido un año en el que los medios han estado pendientes de ti y de tu vida privada…
Es algo que viene de la mano con la carrera. Cuando comencé a trabajar deseaba que cualquier medio pusiera mi nombre aunque fuera en la línea final de su nota más pequeña; pensar tan sólo en eso era como un sueño. Una vez que los actores logramos que la gente nos conozca ya no podemos hacernos los ajenos ni decir que de ciertos temas no hablamos; hay que agradecer que exista interés en nosotros, porque si me preguntan si me pasa algo, supongo que es por saber si estoy bien, y eso lo valoro mucho.
¿Te molesta que la prensa te cuestione acerca de tu divorcio?
He pasado por muchas cosas fuertes en mi vida y los reporteros siempre se han acercado a mí con respeto, no así con el pobre de Gerardo, al que le fue como en feria. He aprendido a lidiar con eso, pues es normal; al final (la prensa) ha estado conmigo a lo largo de mi carrera y sé que es parte de su trabajo, y no me lo tomo personal.
¿Cómo reaccionaste ante lo que se publicó acerca de tu ex marido y las causas de su separación?
Yo no salí a hablar de inmediato, y eso dio espacio a especulaciones; hubo cosas que eran de risa loca, como cuando publicaron que Gerardo es gay o que lo dejé por borracho y jugador, y evidentemente de eso no era verdad nada. Cuando hay un golpe así de fuerte hacia la reputación de alguien es muy complicado mantener la calma, porque por más que se aclare, mucha gente se queda con esa idea. En casos como ese es cuando digo que algunos medios deberían tener un poco de más cuidado, porque al final, aunque no era un tema conmigo, Gerardo no deja de ser una persona importante para mí, a la que siempre voy a querer muchísimo.
¿Entonces fue a él a quien le impactó más la separación?
Lo veía muy triste, frustrado porque no sabía cómo manejar el tema, y a mí me daba mucha tristeza por él, sentía que de alguna manera yo lo había puesto en ese lugar; pensaba que si él hubiera tenido una novia normal o una esposa que no se dedicara al medio artístico, no hubiera pasado de que hubieran chismoseado en Puebla una temporada y ya, pero se convirtió en un tema nacional; él me decía que se iba a cortar el pelo, que en todas partes había revistas que hablaban de nosotros, que ya no sabía qué hacer. Le pedí que se relajara porque tanto él como yo sabíamos que lo que decían las revistas no era verdad, sin embargo, creo que quien llevó la peor parte fue Gerry.
¿Sigue siendo cercano a ti?
Nos hablamos casi todos los días, somos muy amigos, independientemente de otras cosas; el hecho de que los caminos se hayan separado no tiene nada que ver con el amor y el lazo que me unen a él.
Entonces, ¿por qué decidiste separarte de él?
Estaba claro que no iba a ser feliz viviendo en Puebla, alejada de mi trabajo, y aunque lo intentamos porque tenía claro que el tema de la familia es muy importante para mí, simplemente no se pudo. Para ser feliz se deben tener cubiertas todas tus áreas, y dejar de trabajar o trabajar en un campo que no es mi pasión, no iba a funcionar a la larga.
¿Te ves haciendo otra cosa profesionalmente?
Quiero ser mamá, tener una familia, pero sin descuidar jamás mi carrera. Si tengo hijos, quizá me retire un par de años para verlos crecer, pero sólo temporalmente. Yo me veo haciendo lo mío siempre.
Sin embargo, también estás preparándote en una carrera alterna…
Ahora estudio Derecho, quiero ser abogada y también trabajar en ello paralelamente a mi carrera como actriz. Tengo un proyecto que estamos desarrollando con una amiga senadora, Mariana Gómez del Campo, a quien amo; con ella y un grupo de amigos pienso trabajar en casos de personas presas que están esperando proceso o han sido condenadas por temas menores, por eso vamos a formar un pool de abogados para atender estos casos de gente que más lo necesita.
¿Ya te ves litigando en los tribunales?
Todavía no estoy preparada para eso, pero sí, me encanta la carrera y sé que va a ser algo alterno a mi actividad artística, porque no podría dejar la televisión, los foros, el cine y el teatro, que es lo que realmente me hace sentir viva y plena.
¿Qué te inspiró a estudiar Derecho?
Porque adoro a mi abogado, es una de las personas más importantes para mí y me motivaba mucho verlo trabajar; mi hermano también lo era, y además he tenido varios galanes abogados. Me llama la atención cómo arman sus casos, cómo estructuran sus argumentos. Cuando estaba en Puebla y no trabajaba pensé que debía hacer algo si no me iba a volver loca, entonces ingresé a la Universidad Anáhuac; reconozco que fue un reto porque tengo 30 años, y me encontré en las aulas con compañeros de 18.
¿Qué sensación tuviste al entrar al salón de clases?
Rarísima, me sentía la tía de las niñas; hice grandes amigas en la universidad, y parte del reto fue dejar de lado una carrera de 25 años para aprender de cero algo que también llama mi atención. Dejé de lado la tele y la fama. Las primeras semanas tenía una sensación extraña y me preguntaba qué estaba haciendo, pero luego supe que así son todos los comienzos y era parte de un proceso; me sirvió mucho. Luego vino otro cambio porque me fui a la Anáhuac del Norte; fue una gran experiencia el proceso de convencer de mi capacidad a maestros y compañeros.
¿Por qué fijarte en ese tipo de causas para ejercer el Derecho?
Gracias a mi carrera me ha tocado visitar muchos lugares, como tutelares de menores y prisiones en los que conocí casos muy especiales. También, durante el tiempo que estuve casada con Gerardo, al acompañarlo a giras me di cuenta que hay muchas necesidades, y pensé que si podía aportar algo lo iba a hacer de esa manera, con esa gente; además, en mi caso tengo micrófonos y apoyo de mucha gente para realizar esta labor, siento que así valdrá la pena mi paso por la vida.
Qué bueno que en medio de toda esa turbulencia personal no abandonaste la Universidad…
Tampoco sé cuánto voy a tardarme en terminar, me faltan dos años y medio de carrera y no sé en cuánto tiempo acabe, pero no tengo prisa y voy a concluir porque nadie me obliga, es una meta personal que se ha vuelto placer tan sólo de pensarlo.
¿Qué has hecho en todo este tiempo para mantener el equilibrio?
Desde hace algún tiempo me levanto a las 6:30 de la mañana a meditar, a ver el amanecer desde mi casa, o en las tardes me pongo a pintar mandalas; me estoy danto tiempo para mí, disfrutándome y consintiéndome, pero estoy abierta al amor, no me quedó un trauma ni fue un rompimiento tan doloroso; claro que tuve la sensación de pérdida y del cambio, pero seguimos siendo amigos, nos llevamos muy bien.
¿Estás explorando tu parte espiritual?
Soy cristiana y siempre he estado atenta a alimentar mi espíritu, pero no soy de las que quieren convencer a la gente de convertirse al cristianismo o de las que venden biblias, llevo una religión muy a mi forma, creo que al final todas las religiones son buenas. Se trata de irnos a la cama con la sensación de que dentro de nuestras actividades generamos un cambio que ayuda a mejorar este mundo. Hago de todo: yoga, medito, escribo, y creo que por eso estoy tan tranquila.
En tu faceta de actriz, ¿qué no te ha llegado hasta ahora?
Tengo muchas ganas de hacer una buena villana, hace años que no interpreto a una. Amo la lloradera, me encanta, la gozo mucho, pero también me gustaría hacer una loca desquiciada; se me antoja hacer en televisión un personaje de perfil complejo.
Otra actividad en la que inviertes parte de tu tiempo es viajar…
¡Me encanta! Creo que si trabajamos tanto, los tiempos libres hay que aprovecharlos bien. Tuve la oportunidad de visitar Japón, después me fui a Israel, Nueva York y Disney. Lo hago por conocer lugares, culturas y gente nueva.
¿Te cuesta trabajo adaptarte a los horarios, comida y costumbres de otras partes?
No, soy una mujer flexible para esas cosas, no me importa dormir fuera de mi casa, he dormido en hoteles toda mi vida. En cuanto a comidas, soy sencilla, estoy en una etapa de mi vida muy easy going en todos los sentidos, entonces no me preocupa lo que hay que comer; disfruto la vida, aprendo mucho y me quiero comer el mundo entero. Creo que los 30 me llegaron con una fuerza tremenda y una madurez para asimilar todo lo que vivo.
Hace tiempo que no protagonizas una telenovela, ¿por qué?
He hecho varios protagónicos en televisión, hoy en día ese tema dejó de ser importante para mí porque hay muchos personajes que dejan un gran crecimiento, y sería un desperdicio esperar el protagónico sin hacer nada, por eso no me hace ruido el tema. Hago mis trabajos siempre con entrega y responsabilidad; si buscara sólo el protagónico, estaría atendiendo más un tema de vanidad y no de vocación.
¿Piensas incursionar en la producción y dirección?
Estudié Dirección de Cine y ya dirigí un par de cortos desde los 17 años, y sí, se me antoja la dirección en teatro; pienso, junto con un grupo de actores, echar a andar un proyecto en La Teatrería, se me antoja hacer algo en un espacio como ese; no sé si en televisión o cine, pero en teatro sí me gustaría, y mucho.
Y en la música, ¿piensas seguir explorando?
Es algo curioso porque siempre quiero correr y alejarme de ella, pero por alguna razón siempre regresa a mí; no es mi prioridad, lo mío es la actuación y convertirme un día en primera actriz; sé que me falta mucho, pero también sé que voy por buen camino. Lo que llegue de música es bienvenido.
En lo emocional, ¿también te encuentras explorando?
Estoy maleable también, disfruto mucho esta etapa porque no había tenido tiempo para mí; siempre había tenido novio o esposo, ahora sólo soy yo quien sabe y decide la hora en la que me quiero levantar y a qué hora hacer mi siguiente actividad.
¿Volverías a casarte?
Sigo creyendo en el amor, soy una cursi, una romántica. Amo la sensación de estar enamorada, me emociona la idea de una relación a la antigüita, hasta con cartas, más allá del celular. Estoy abierta al amor.
CUESTIÓN DE ESTILO
Dieta: “La hago a ratos, no tengo problemas de peso, hago ejercicio, y si me doy un postre el fin de semana, no lo sufro”
Plan de trabajo: “Me gustaría regresar a la televisión con un personaje interesante; ahora con el nuevo formato de telenovelas, más cortas, tendré oportunidad de hacer personajes más diversos”
Muy organizada: “Ando para todos lados con mi agenda, con mis calendarios, para saber de qué tiempo dispongo y hacer planes”
FRASES
“Quiero ser mamá, tener una familia, pero sin descuidar jamás mi carrera. Si tengo hijos, quizá me retire un par de años para verlos crecer, pero sólo temporalmente. Yo me veo haciendo lo mío siempre”
“Sigo creyendo en el amor, soy una cursi, una romántica. Amo la sensación de estar enamorada, me emociona la idea de una relación a la antigüita, hasta con cartas, más allá del celular. Estoy abierta al amor”
“Hago mis trabajos siempre con entrega y responsabilidad; si buscara sólo el protagónico, estaría atendiendo más un tema de vanidad y no de vocación”