En septiembre pidió la mano de Alexa, con la que llevaba 10 años de relación, en mayo dio el sí por la vía civil y ayer 24 de junio por la tarde Álex Fernández junior se unió nuevamente en matrimonio, ahora en una ceremonia espiritual.
El más pequeño de la dinastía Fernández eligió Punta Mita como escenario de su unión, a la que acudió un pequeño grupo de invitados, donde estuvieron sus padres: América y El Potrillo, sus hermanas Camila, América, Valentina y Emiliano, con sus respectivas parejas.
INVITADO DE HONOR
En la ceremonia no podía faltar Marco Aurelio, el pug que crían Alexa y Álex, y que en su ceremonia de mayo fungió como testigo de honor, marcando su huella perruna en el acta de sus “papás”.
Literalmente con vista al mar y sobre una red que dejaba ver el romper de las olas en el fondo, la pareja selló su amor totalmente ataviada de blanco y descalzos. En el caso de ella, portó unas coquetas flores de tela sobre su empeine.
Contrario a la etiqueta que se sigue en las bodas, donde la única de blanco debe ser la novia, para esta ceremonia todos los invitados debieron ir en tono claro, incluido Marco Aurelio, a quien se le vio en primera fila con una guayabera hecha a su medida.
En las fotos filtradas en redes sociales se puede ver un domo de bambú sobre el área con alfombras y puf, y de fondo el chamán que ofició la misa con algunos rituales que incluyeron el sonar de una caracola.
Contrario a las ceremonias realizadas ante la iglesia, para estos actos no se necesita cumplir con amonestaciones ni presentar papeles de los contrayentes, toda vez que se trata de un enlace “energético” en el que la pareja decide unir su amor de manera física, mental y espiritual.
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SILENCIO TOTAL
Los invitados guardaron en secreto el evento, aunque dejaron entrever algunos detalles. América, la mamá del novio, compartió horas antes los detalles del vestido blanco con bordados de colores que usaría “en un evento en la playa”.
Las hermanas colgaron imágenes con sus respectivas parejas, con fondo blanco y la vestimenta que usaron para la boda, en ellas incluso aparece Cayetana, la primera nieta de El Potrillo.
Fue Emiliano, el hermano menor del contrayente, quien dejó ver en sus historias la mesa en la que departieron los invitados, y que revelaba una publicación privada hecha por la novia.
El domingo pasado, con motivo del Día del Padre, el cantante Alejandro Fernández publicó en sus redes sociales una foto con su primogénito, en la que decía que sus retoños dejaban de ser niños, pero él no dejaría de ser papá.
Lo cierto es que El Potrillo, quien se presume fue quien prestó la propiedad para esta unión, está en unos de los momentos más melancólicos de su vida, pues acaba de ser abuelo por primera vez y ahora ve a su hijo mayor convertirse en la cabeza de una nueva familia.
