Sino mal recuerdan, a principios del año pasado el cantante británico se vio obligado a cancelar varios conciertos de su Heavy Entertainment Tour debido a problemas de salud. Meses más tarde le explicó a todos sus seguidores lo que pasaba en su vida: «Mi brazo se entumeció, no dejaba de salivar por un lado de la boca, tenía dolor de cabeza y problemas para respirar», aseguró Robbie Williams en aquel momento. Tras varios estudios, los médicos encontraron en su cerebro «algo que parecía una hemorragia», lo que hizo que se sintiera «confundido y asustado».
Los doctores le recomendaron reposo y que descansara por un largo tiempo, justamente por eso se vio obligado a alejarse de los reflectores por varios meses.
Ahora se encuentra mucho mejor, por lo que ha decidido regresar a los escenarios y sincerarse para hablar de lo difícil que está siendo sobrellevar su mal. Y es que durante una entrevista que le concedió al periódico británico The Sun, el cantante confesó lo siguiente: «Tengo una enfermedad que quiere matarme y está en mi cabeza, así que tengo que protegerme de ella».
Robbie asegura que su vida es como una montaña rusa, pero que ha sabido como enfrentarse a ella día tras día: «A veces me abruma y a veces es una herramienta que necesito para subirme al escenario. También hay momentos que vivo feliz y eso es maravilloso… Pero la mayoría de las veces soy humano, viviendo una experiencia humana y trato de lidiar con los problemas y el sufrimiento de lo que sucede entre mis orejas».