Seguro has escuchado de Chignahuapan, Puebla, y de inmediato lo asocias con las esferas. En caso de que te preguntes por qué lo traemos a colación a mediados de años, es porque mañana domingo 25 de julio es su máxima feria y por tanto un pretexto para darse un respiro fuera de la ciudad y disfrutar de increíbles paisajes.
Este lugar es Pueblo Mágico, así que bien vale la pena descubrir todo acerca de sus árboles frutales, cafetales, cascadas, ríos, pozos termales y laderas inclinadas.
Ubicado a dos horas y media de la Ciudad de México, también es un espacio para disfrutar de la arquitectura religiosa con su colorida parroquia, así como su quiosco estilo mudéjar construido en 1871 con imponentes acabados de madera.
El nombre del pueblo proviene del náhuatl Chicnaui, que significa “nueve”, atl se traduce como “agua” y pan se usa como sufijo “sobre o “en”, por lo que este lugar se puede traducir como “donde abunda el agua” o “sobre las nueve aguas”.
Si se trata de recordar personajes famosos nacidos en Chignahuapan, en la lista está Capulina, de quien se erigió una estatua en este espacio de clima semifrío, pero que se compensa con una rica barbacoa con su consomé, tlacoyos de alverjón o de mole poblano, y de postre las jaleas de frutas o los dulces de leche.
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Si no vas en época navideña no hay de qué preocuparse, ya que aquí también se producen macetas, tejidos de lana, licores de frutas y loza de barro. Todo un deleite para que lleves lo mexicano a tu hogar.
Cada 25 de julio se realiza una procesión, juegos pirotécnicos y comida que se comparte con los visitantes. En caso de que no coincidas con su fiesta hay mucho por hacer, desde turistear por las cascadas El Cajón o Quetzalapan, las lagunas de Almoloya o Chignahuapan, el Museo-Acuario Casa del Axolote, además de sus presas y ríos.
Entrar a este pueblo es realmente contagiarse del paisaje de un cuento repleto de tranquilidad, misticismo, color y aventura.