¡Llegó el momento! The Crown estrena su cuarta temporada, en la que por fin veremos a Diana de Gales, interpretada por la actriz Emma Corrin. La princesa Diana fue la monarca que impuso tendencias dentro del código de vestimenta real. Su elegancia, sutileza y excelente gusto por la moda generaron sensación alrededor del mundo. En su memoria repasaremos algunos de sus outfits más inolvidables.
El look de su compromiso
El día que se hizo oficial el compromiso del príncipe Carlos y Diana, el 24 de febrero de 1981, la pareja posó ante los medios en los jardines del Palacio de Buckingham. Ella escogió para un momento tan importante este conjunto de falda azul y chaqueta con hombros marcados, solapas con adorno de ondas y cinturón ceñido a su silueta. La falda midi que llevó la princesa contaba con un gran pliegue en la parte de adelante. Acompañó el traje con una blusa blanca con estampados de gaviotas a tono. En su dedo anular de la mano izquierda lució su sortija de compromiso: un impresionante anillo con un zafiro de 12 quilates bañado en oro blanco y rodeado por 14 diamantes.
Su espectacular vestido de novia
Uno de los vestidos de novia más icónicos de la historia sin duda es el de la princesa Diana. La creación de David Emanuel no sólo marca el paso de niña a mujer, sino de plebeya a miembro de la familia real británica. Su boda con el heredero a la corona inglesa dio la vuelta al mundo y, por tanto, su pomposo vestido marcó tendencia y se convirtió en algo histórico. El mundo quedó fascinado con un diseño de mangas farol adornadas con volados que también se recreaban en el cuello de corte redondo, cuerpo encorsetado y falda acampanada. Un trabajo nupcial que se confeccionó con tafetán de seda y encaje de Carrickmacross, que había pertenecido a la reina María de Teck, y además se decoró con bordados a mano y 10 mil perlas que formaban un corazón.
Drapeados de “superheroína”
En 1987 la princesa Diana fue la invitada de honor del festival de Cannes y, sin duda, podemos decir que asombró a su llegada, eclipsando a actrices y supermodelos. El vestido azul con drapeados en la cintura, falda vaporosa y capa al cuello, diseño de Catherine Walker, es uno de los más icónicos de la historia del festival.
El vestido “Elvis”
La creación que eligió para asistir a los British Fashion Awards de 1989 ha logrado ser pieza de museo, ¡y lo cierto es que no nos sorprende nada! Creado por su firma de cabecera, Catherine Walker, estaba repleto de perlas y contaba con una original chaqueta de cuello elevado que hacía juego. Fue la misma Diana quien lo nombró en honor al Rey del rock.
El de su baile con John Travolta
En 1985, la princesa de Gales voló hasta Washington y asistió a un evento en la Casa Blanca, donde protagonizó un baile con el actor John Travolta. Su vestido, una pieza de terciopelo azul firmada por Victor Edelstein, contó con un diseño que logró marcar un antes y un después en la moda.
Madre primeriza
En 1982, cuando los príncipes de Gales se convirtieron en padres por primera vez, Diana decidió llevar un bello y sencillo diseño oversized verde con lunares blancos, vestido que posteriormente la duquesa de Cambridge le haría homenaje al dar a luz al príncipe George.
Con el que presentó a Harry
En septiembre de 1984, la princesa Diana y el príncipe Carlos contaban oficialmente con un segundo hijo, para lo que la princesa eligió un vestido rojo tipo bata que lució con una camisa blanca lazada en el cuello; este traje fue diseñado por Jan Velden. La duquesa de Cambridge también le rindió homenaje a esta elección de look tras el nacimiento de su hijo Louis.
Romanticismo extremo
Una de las características más grandes de identidad de la princesa Diana fue el maximalismo, y uno de los diseños más representativos de esta estética es el vestido de escote barco que eligió para asistir a una exposición en 1981 en la casa Bellville Sassoon.
El “vestido de la venganza”
Uno de los ejemplos más claros de que la moda puede servir para mandar un mensaje lo puso en práctica Diana en 1994, cuando asistió a la fiesta de la Serpentine Gallery horas después de que Carlos de Inglaterra admitiera haberle sido infiel. La princesa se presentó con este simbólico y sensual diseño de Christina Stambolian con escote de corazón, cuerpo ceñido a base de drapeados y minifalda. El conjunto era absolutamente revelador y escandalizó a muchos miembros de la realeza, pues era inusual que un integrante de la familia mostrara tanta piel.
Podrán haber pasado más de dos décadas desde aquel catastrófico accidente que le arrebató la vida a la princesa Diana, pero su estilo, sus palabras y sus acciones continúan siendo una auténtica fuente de inspiración para el mundo entero.