Este fin de semana la modelo mexicana Vanessa Ponce de León se coronó como Miss Mundo 2018, hoy todos está hablando de ella.
Originaria de Guanajuato y con 26 años de edad, Vanessa compitió en la recta final del certamen contra las candidatas de Tailandia, Uganda, Bielorrusia y Jamaica. Y aunque ninguna llevaba una clara ventaja, fue más que su belleza lo que logró conquistar a los jueces y a todos nosotros.
Estas son sólo 3 razones por las que la amamos:
1.- Es el claro ejemplo de que la belleza y la inteligencia no tienen porqué ser conceptos opuestos.
Además de ser muy guapa, Vanessa es Licenciada en Comercio Internacional y cuenta con un Diplomado en Derechos Humanos. Por si eso fuera poco, también es oradora del Instituto Nacional de la Juventud.
2.- Su gentileza no tiene límites.
Vanessa dirige como voluntaria un centro de rehabilitación para mujeres llamado ‘Migrantes en el Camino’, y actualmente trabaja en el proyecto ‘Na Vili’, el cual busca ayudar a hijos de jornaleros inmigrantes indígenas que salen de Guerrero a Guanajuato.
El empeño que ha dedicado para dar a conocer este último proyecto, fue el que convenció a los jueces de otorgarle la corona.
3.-Su deseo de ser un cambio para bien.
Cuando la modelo recibió la corona en su discurso de aceptación, dejó claro su propósito de ser un ejemplo para bien: “Usaré mi reinado para seguir haciendo lo mismo que hago desde hace tres años, es decir, seguir siendo un ejemplo, porque todos podemos ser un ejemplo. El mundo necesita un cambio y ayudar no es tan difícil«
