¡Ya pudimos ver Poor Things! La cinta dirigida por Yorgos Lanthimos que tanta expectativa ha causado después de convertirse en una de las favoritas de la crítica esta temporada de premios, llegará a las salas de cine de México el próximo 25 de enero, con un preestreno en salas selectas el 18 de enero. ¿Vale la pena ir a verla? Totalmente. Aunque seguramente será una de las películas más raras que verás.
¿De qué trata ‘Poor Things’?
Protagonizada por Emma Stone, quien da vida a la hermosa y curiosa Bella Batrix, ‘Poor Things’ cuenta la historia de una mujer que ha sido creada en el laboratorio por el cirujano Godwin (Willem Dafoe), un doctor tan talentoso como deforme que sobrepone la ciencia ante todo como le enseñó su padre, quien también era cirujano y experimentaba con él.
El doctor God, en su búsqueda por el conocimiento a través de la experimentación, le implanta a un cuerpo adulto el cerebro de un bebé, creando así a Bella, quien poco a poco comenzará a desarrollar sus conocimientos hasta que su mente alcance la edad que aparenta.
Con la esencia de la historia que nos contó Mary Shelley en Frankenstein, ‘Poor Things’ se aventura con Bella en este viaje de descubrimiento tanto del mundo, la condición humana y hasta del mismo autodescubrimiento. Todo bajo los binoculares de visión lúgubre, fantasiosa y raramente colorida del director Yorgos, quien nos presenta un mundo lleno de texturas, formas, sonidos y encuadres que hacen que la cinta sea memorable.
¡La rareza como cualidad principal!
Si eres de los que siempre se queja de las películas por ser «predecibles», ¡felicidades!, has llegado a la cinta menos predecible de la década, lo que definitivamente la hace adictiva para verla de principio a fin sin bajar la guardia.
La película presenta metanoias y plot twists interesantes en cada personaje, desde la protagonista hasta los secundarios, en donde también sobresale la actuación de Mark Ruffalo como Duncan Wedderburn, quien finalmente y sin ser consciente de ello acaba abriendo la puerta de libertad de Bella para conocer el mundo y su sexualidad.
Todo con un tono único tanto en su parte visual como auditiva, convirtiéndola en una de las películas más raras de la época, no sólo por su estática y sello claramente distintivo, sino por su audaz equilibrio entre el cine de autor y la claridad de su mensaje.
‘Poor Things’ se siente como una oda al cine de antaño, al cine de Georges Méliés, al cine de Murnau y hasta al cine de Chaplin. Y sin embargo, también se ve y suena como un grito contemporáneo. Una mezcla que explica por qué ha logrado conquistar y sorprender tanto a la crítica como a quienes ya la vieron.
Actuaciones dignas de premios
Ahora entendemos a la perfección lo bien merecidos que han sido tanto los reconocimientos como las nominaciones para ‘Poor Things’ en esta temporada de premios.
Difícilmente veremos a una Emma Stone más diferente que en este personaje, en donde sin duda explota con gracia y presencia su talento y todos sus recursos actorales.
De igual manera ocurre con Willem Dafoe (a quien ya hemos visto en otros personajes disruptivos), Mark Ruffalo y hasta Sarah Margaret Qualley.
Un obligado para los amantes del cine
‘Poor Things’ es una cinta fresca, original, un deleite visual lleno de texturas y colores, una fantasía que nos habla de lo más real de la humanidad. Con sets tan originales como memorables construidos para reflejar la propia personalidad de los personajes, un mundo creado para explorar un universo tan peculiar como Bella Baxter.
¡Y qué decir del diseño sonoro y la música que acompaña a la cinta! Tan disruptiva, de momentos psicótica y angustiante, de momentos fantasiosa, como todos los demás elementos que la conforman. Vale la pena quedarse a ver los créditos sólo para seguir escuhándola y terminar de procesar lo que se acaba de ver.
Una cinta impredecible que entretiene, golpea y cuestiona. Pero también enternece, divierte y deleita. Sin duda un título imperdible para todo amante del cine, y una buena recomendación para quienes gustan de ver películas.
Eso sí, no es apta para niños, advertidos están.