Justo cuando los restaurantes cerraban sus puertas y entraban en crisis por la contingencia sanitaria, un grupo de emprendedores abrió las puertas de Pizzorama, una oportunidad de rescatar la industria de los alimentos y a quienes viven de ella.
Con una envidiable vista al Monumento a la Revolución, este rinconcito de la Ciudad de México tiene peculiaridades que debemos rescatar de su cocina. En primera, como su nombre lo dice, tiene como especialidad un menú de pizzas, aunque no se trata de recetas tradicionales europeas, sino de arriesgadas combinaciones de sabores mexicanos.
Mientras llega a tu mesa una porción de “chilanga”, que tiene como toppings unos típicos chilaquiles verdes, en otra mesa hace parada una deliciosa combinación de rebanadas con carne al pastor, arrachera y más.
Si estás en rol de conquista, no pierdas la oportunidad de programar una de tus citas en Pizzorama, aunque procura que sea en miércoles porque el chef, con una pequeña petición que le llegue a través del mesero, puede cambiar la pizza de la clásica forma redonda a una de corazón.
Para quienes todavía no se sienten convencidos de salir de casa, o que han probado la carta del lugar y quieren que sea parte de su menú a través del formato delivery, hay que resaltar la visión de los dueños, ya que tienen una carta de coctelería a domicilio en la que entregan bebidas en bolsas selladas al alto vacío, las cuales incluyen el delicioso elixir y sus complementos para que armes el cocktail como todo un bartender.
La experiencia en este lugar bien vale la pena, incluso si deseas repetir con rebanadas de diferente sabor o elegir una opción de la lista de hamburguesas con panes artesanales. Lánzate a la terraza más hot en Plaza de la República 9, colonia Tabacalera.