Corría el año 2016 cuando el 3008 de segunda generación apareció. Inmediatamente se volvió el favorito en mercados de gran madurez y, como no podía ser de otro modo, se hizo acreedor de muchísimos premios, entre ellos nada menos que el Car of the Year en 2017.
Además de lo anterior, este Peugeot inició con la que hoy es una tendencia definitiva: los crossovers entre hatchback y SUV. ¿No me crees? Bueno, entonces sólo basta con recordar ejemplares ahora tan populares como el Cupra Formentor, Mazda CX-30 y Volkswagen ID.4, et al.
Hablando del 3008 y a pesar de que son ya siete años desde su introducción, me parece que este producto aún se conserva muy atractivo. Pero ¿por qué? Vamos por partes: El interior no sólo se ha caracterizado por ofrecer unos muy buenos acabados, ensambles y materiales, sino que además cuenta con un sistema de info-entretenimiento (Peugeot i-Cockpit) que funciona mediante dos pantallas (una detrás del volante como cuadro de instrumentos, y la segunda como un central).
La experiencia es aún mejor gracias a un sistema de audio que suena muy bien debido a la colaboración de marcas como Focal y Peugeot. El resultado es sorprendente.
Debajo del capó ofrece un motor cuatro cilindros turbo (165 caballos), que deriva del que originalmente fue un proyecto en conjunto con BMW Group. En el caso del 3008, este motor va acompañado de una caja automática de seis velocidades.
Además del interior y de su mecánica brinda unas sensaciones muy vivas al volante. Del mismo modo, escatima en practicada, pues cuenta con espacio para cinco personas y una cajuela con doble fondo que puede ampliarse más si se pliegan los respaldos de los asientos traseros.
Entonces, a pesar del tiempo este crossover francés, en lugar de hacerse viejo ha madurado, manteniéndose muy atractivo. Sí, algo así como George Clooney o Brad Pitt.
Gasolina
L4, 1.6 litros
165 caballos
Desde $595,900