Tengo que confesarles que tenía mucho que no disfrutaba tanto una plática. Zuria Vega tiene una forma tan peculiar de expresarse, de comunicarse, que te atrapa de inmediato. Es una mujer sumamente inteligente, divertida y muy guapa. Hemos tenido la fortuna de trabajar varias veces juntos, como cuando hicimos Mujeres Asesinas o El Equipo. Se considera leal, disciplinada y soñadora. Yo agregaría directa, muy clara y guerrera. Zuria Vega es una personalidad con mucho estilo.
Actualmente la vemos como protagonista de la exitosa telenovela Que pobres tan ricos, al lado de Jaime Camil: “Ha sido un proyecto que llegó inesperadamente a mi vida, como todo lo que llega a mi vida, ¡eh! Cuando las cosas suceden así, suele ser de lo más importante. Había algo en esta novela muy peculiar: que era comedia. Soy bastante crítica con la comedia porque la respeto mucho y no me río fácil, y de pronto me choca mucho el chistín. Hacer comedia es lo más difícil, y yo le tenía mucho miedo, pero tenía muchos elementos que llamaron mi atención, como que Lupita es un personaje que tiene un hijo de ocho años; yo tengo 25, pero entró perfecto en el público. Fue un proyecto muy grato en una producción muy organizada, y lo disfruté mucho, Leo. Estoy acostumbrada a llorar todos los días en las telenovelas, 17 horas al día de lunes a viernes, y aquí me reí mucho, así que cuando me llegaban las escenas de drama las disfrutaba mucho. En la calle la gente me dice: ‘¡Guadaluuuuuupe!’… ¡y me encanta!”.
Estoy convencido de que en la vida todo está en la actitud: lo que das, recibes, y Zuria Vega lo tiene tan claro que por eso irradia felicidad: “Me despierto bailando, me gusta mucho la música. En el coche canto fuerte, me voltean a ver, pero no me importa. En la vida tienes que trabajar, tienes que luchar por tus sueños, porque los sueños no se cumplen solos”.
Alberto Guerra, su futuro esposo, que además también es un tipazo, le vino a inyectar pura cosa buena a su vida: “Alberto tiene cosas que me encantan, que yo no tengo y no quiero tener porque las tiene él. Mi novio ha traído a mi vida como esta libertad, como el relajarme en muchísimas cosas y no ser tan cuadrada en otras; ha sido un equilibrio importante. Estoy convencida de que no existe nada que te encamine mejor en la vida que el amor; me siento afortunada en este momento. Me voy a casar muy a nuestro estilo, como somos Alberto y yo. Quiero ser mamá, no en este momento, pero quiero tener dos hijos”.
Se considera una chava poco convencional, sobre todo tratándose del medio artístico: “Siempre me he sentido un bicho raro en el medio, y una parte de eso me gusta. Me agrada mucho mi trabajo, pero siempre he tenido mi parte familiar; soy muy solitaria también, disfruto mucho estar sola, soy muy de mi casa. Me encanta llenarla de flores, que huela a incienso, que esté padre, ordenada. Hay una vida y es tu vida, el trabajo es una parte que disfruto mucho, pero sólo es el 50% de mi vida. El trabajo dignifica, pero también tienes que nutrirte el corazón, el alma, la familia, el amor. Me encantan la nutrición, la cocina, la astrología. Me agrada mi vida en pareja, me gusta estar con mis amigas, me encanta hacer ejercicio, son cosas que necesito para tener un equilibrio. La fama es pasajera, son satisfacciones momentáneas que se sienten increíbles, como el apoyo del público, pero lo que realmente te da satisfacción y te hace crecer como ser humano está en otro lado”.
Un poco de su vida: “Fui súper feliz de niña, asistiendo a la misma escuela toda la vida. Soy de una personalidad bastante tranquila. Soy de pocos amigos, muy selectiva. Tengo muchos conocidos, pero mi gente es poca. De niña me encantaba el futbol. Marimar y yo nos la vivíamos jugando en el jardín con las Barbies. Tenía mis amigos imaginarios, inventábamos muchas cosas”.
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