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Personalidades con estilo

por: EstiloDF

Me dio una pena enorme, y más cuando me enteré que una de las cosas que más odia es la impuntualidad. Y es que no están ustedes para saberlo, queridos lectores, pero mi vida siempre es un caos por la carga de trabajo que traigo encima; y no me quejo, afortunadamente hay trabajo y eso siempre se agradece. Nuestra cita fue en un café de la colonia Condesa, a las 9 de la noche, y llegué nada más media hora tarde… qué tanto es tantito.

Gracias a Dios lo tomó bastante bien y todo fluyó con muy buen ánimo, pues descubrí en Manuel Balbi a un gran conversador.

Actualmente podemos disfrutar su trabajo noche a noche a través de AXN, como uno de los protagonistas de la serie El mariachi. Además está realizando una participación especial en El Señor de los Cielos, y en agosto estrenará Casi treinta, un dramedy que estelariza con Eiza González y Sara Maldonado. Su infancia, dice, la vivió muy feliz: “Yo creo que mis primeros recuerdos datan de cuando tenía cinco años. Recuerdo muchos momentos jugando con mi hermana, que es un año mayor que yo, en el vochito gris de mi papá. Somos tres hermanos, soy el de en medio. Jugábamos mucho en la cuadra con los niños que teníamos de vecinos; vivíamos en Cuautitlán Izcalli. Me pasó de todo: descalabrado, raspado… por cierto, tengo el hombro del lado derecho chueco debido a un golpe que me di; nunca se desarrolló el músculo de ese lado, así que lo tengo caído”.

Asegura ser también hiperactivo mental; además se acuerda que siempre fue demasiado serio y un tanto introvertido: “Aunque déjame decirte que a pesar de eso, en la escuela fui el jefe de grupo y también fui el contestón del salón en la secundaria. Era el que organizaba la ronda de juegos en la preparatoria o el que dibujaba los murales”.

Desde muy niño amaba la actuación, y no es de gratis, pues me cuenta que siempre estuvo rodeado por el mundo de las artes: “Cuando era chiquito le actuaba a mi mamá y me creía. Mi papá cantó como 15 años en un grupo que se llamaba Los Gabilondo. A mi mamá, por su parte, siempre le gustó todo esto, pero venía de una familia muy clásica en donde las mujeres se debían dedicar a su casa. Mi abuela pintaba, así que lo artístico lo traía en la venas y siempre lo exploté. En la secundaria, en las actividades extra escolares cantaba en el coro y tomaba clases de caricatura. Terminé la preparatoria y tenía muchos sueños. A los 17 años vine al DF a estudiar actuación”.

Pasó muchas vicisitudes antes de recibir su primera gran oportunidad en el medio artístico: “Ya en el DF viví en un cuarto prestado; ahí comenzó la aventura real de crecer, de madurar; pasé cosas rarísimas. Un día me pasó que con la familia que vivía se habían peleado horrible y no me dieron ganas de llegar, así que sin avisarle a nadie me quedé a dormir en la escuela y nadie se dio cuenta, pero me sirvió mucho para determinar si estaba en el camino correcto, si valía la pena seguir, porque no tenía lana, cuando podía trabajaba de extra y con eso me la iba llevando, pero fueron dos años difíciles en los que sólo una vez quise tirar la toalla. Hoy sé que valió mucho la pena porque mi profesión no se puede hacer de la noche a la mañana, hay mucho que aprender. Los actores necesitamos ser aguerridos, y poco a poco te vas encontrando a ti mismo y te vas sorprendiendo de tu capacidad”.

Como buen actor, es un hombre solitario que disfruta mucho los momentos cuando no está en un set: “Me encanta dormir, hago ejercicio, me escapo y veo a mi familia y tomo clases de canto. Soy muy hogareño, me encierro en mi casa, me gusta mucho organizarla, y estar con mis mascotas. No me gustan los antros. Ahorita no tengo pareja, pero cuando estoy de novio me fascina empiernarme y ver películas, jajaja”.

Busca el podcast de esta entrevista en: http://www.spreaker.com/show/ leonardomarkerpodcast.

Manuel-Balbi

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