Esta niña tiene que estar en El Canal de las Estrellas! Para mí es uno de tantos talentos desperdiciados en la televisora del Ajusco.
Myriam Montemayor Cruz, quien se dio a conocer hace 12 años a través del exitosísimo reality show La Academia -por supuesto me refiero sólo a esa primera edición-, es una mujer con mucho carisma, divertida, buena vibra, con mucho ángel, guapa y con una voz que ya la quisieran muchas. Creo que alguien debería rescatarla y permitirle demostrar toda su capacidad.
Afortunadamente para ella ya no tiene nada que la ligue a Azteca, pues su contrato ya terminó, y hoy día es un agente libre en busca de nuevos bríos: “Gracias a Dios ya no estoy en Azteca, es importante ser una persona libre, sentir esa libertad. El sentirte libre hace que puedas decir: ¡Ésta soy yo y esto es lo que quiero!, sin embargo, estoy muy agradecida con ellos, siempre hay que ser agradecidos en la vida. No cambiaría nada del camino que me ha tocado porque gracias a todo lo que he vivido soy quien soy: soy una mujer luchadora que no se rinde a la primera, si se cierra una puerta, tengo la confianza en Dios de que otra estará abierta para mí. Yo creo que todo esto me ha dado más fuerza para amar más lo que hago, defenderlo, luchar por ello y buscar nuevas oportunidades; estoy viviendo una nueva etapa”.
Myriam es intensa, temperamental y -dice- muy amorosa. Su disco será algo nuevo en su carrera, en donde estará más cobijada, más apoyada y, sobre todo, más valorada. Y es que está estrenando disquera y Universal Music está echando toda la carne al asador. “El disco sale en mayo, Leo, estoy muy emocionada, la verdad quedó impresionante. Es un disco con arreglos muy actuales, con canciones con mucho contenido, carácter, con mucha fuerza. Además va a venir acompañado de un DVD, cada canción trae su video, son 10 temas. No es apto para cardiacos, se van a emocionar muchísimo. No quiero llegar a sus oídos, quiero llegar a su corazón”.
Pienso que como a toda mujer, la maternidad la cambió enormemente. La sentí muy feliz, disfrutando cada instante de lo que está viviendo en estos momentos de su vida. “Ser mamá me sensibilizó muchísimo, uno de mis sueños más grandes en la vida era convertirme en mamá, es algo bien honesto y sincero. Siempre va a existir ahí un refugio; yo he hecho muchas cosas por mi hijo desde antes de que él naciera”. Sin embargo, al preguntarle sobre el gusto que tiene su hijo por la música, esto me contestó: “Es una carrera hermosa, pero no sé si me gustaría que mi hijo se dedicara a esto porque es una profesión muy difícil, pero al final del día yo voy a estar para él y haré todo lo que esté en mis manos para guiarlo y apoyarlo en lo que decida”.
El próximo 26 de abril presentará oficialmente su nuevo disco y va a echar la casa por la ventana. “Va a estar muy intensa esa noche de principio a fin, de verdad no se lo pueden perder, los espero ese día en el Lunario, los boletos ya están a la venta”.
Haciendo un recuento sobre su pasión por la música, me compartió que ocurrió desde muy chiquita: “Sería como a los siete años, mis papás tenían mucho trabajo y yo les decía: ‘Llévenme a clases de canto, o a los castings’, pero como que nada más me daban el avión. Y sabes qué, Leo, aguas, sobre todo con las mujeres, porque cuando algo nos apasiona podemos ser muy tercas. Desde chiquita me gustaba mucho esto, pero fue hasta los 17 años cuando ya me tomaron en serio. Yo empecé cantando en el baño, y mi familia me gritaba: ‘¡Ya cállate!’ (risas). Crecí escuchando música de tríos, en particular a Los Dandy´s, y Pedro Infante; soy un alma vieja en un cuerpo muy joven (risas). Desde ahí empecé a cantar música con letras muy intensas, y la gente me decía: ‘¡Ay, niña, por Dios!, ¿por qué cantas esas cosas?, estás muy chiquita’”.
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