Osvaldo de León es un joven actor muy talentoso que ha tenido la oportunidad de trabajar en cine, teatro y, por supuesto, televisión. Dice que se considera noble, perseverante y muy paciente.
Actualmente está rodando una película mexicana de comedia, la cual podremos ver el próximo año. “Estoy filmando Ulises y el club de los mil bigotones, en donde los bigotes son muy exagerados, ya lo verán. Trata sobre el bullying, es una película onírica; creo que va a gustar mucho”.
También lo veremos muy pronto al lado de Lucero en la nueva telenovela de José Alberto “El Güero” Castro, La malquerida. “Se han tardado mucho con los castings, desde noviembre hemos estado en pruebas. Yo fui el primer actor confirmado y me da mucha emoción poder trabajar de nueva cuenta con este productor; estoy seguro que será un trancazo y al público le gustará”. En el verano podremos ver su actuación en la película Guía de turistas, al lado de Dolores Heredia y Sandra Echeverría, una comedia muy divertida.
Osvaldo asegura disfrutar mucho su profesión: “Leo, ves que muchos cantantes dicen que cuando eran niños se la pasaban cantando en la regadera, pues yo te puedo decir que desde muy chiquito a mí me gustaba mucho repasar textos de las películas que veía. Mientras me bañaba repetía diálogos de El Padrino o Scarface, y así me podía pasar horas enteras. Yo fui el primer nieto de ambas familias, así que me convertí en la novedad. Experimentaban mucho conmigo, tengo una cicatriz en la cara que me hizo un tío como a los tres años, cuando me aventó un frisbee”.
Desde muy pequeño descubrió esta pasión por actuar. “Había mucho arte en mi familia, había muchos pintores, mi hermana y mi mamá son fotógrafas; pero actores no había. Siempre me llamó mucho la atención el comportamiento humano. Al principio quería estudiar Psicología o Medicina, y sí comencé la carrera. Pero ser actor es algo muy satisfactorio, crear personajes, analizar a fondo a distintas personas me emociona mucho”.
Dicen que el ser humano es capaz de recordar su infancia desde los tres o cuatro años, pero Osvaldo es uno de los que se puede acordar desde su primer año de vida. “Recuerdo mucho cuando me bañaban en una tina de plástico. Tuve una infancia bien bonita, Leo, crecí en la playa, en el mar. La playa me quedaba a media hora de mi casa y mi papá me llevaba todos los días en la tarde a pescar; hacíamos lo que en inglés se dice ‘catch and release’ (atrapas y sueltas), y me divertía mucho”.
Sin embargo, la infancia también le recuerda un trauma, del cual salió avante en cuanto lo decidió. “Me gustaba mucho la escuela; me tocó toda la vida estudiar en el lado estadounidense. El bullying está mucho más marcado allá; yo era muy flaco, era de los últimos que elegían para los deportes, hasta que un día dije: ‘¡Basta!’, y me metí al gimnasio; ya después hasta me respetaban porque soy muy alto. Cambié mi físico por eso, porque me hacían mucha burla. Y otra cosa que me pasaba, seguramente por las mismas burlas de ese entonces, es que me costaba mucho trabajo hablar en público, se me dificultaba mucho, yo creo que también por eso quise ser actor, para poder interpretar algo que me ayudara a demostrar que no debía tener miedo”.
Hace un tiempo se convirtió en papá. “Sabía que llegaría el momento, no creía que fuera a los 26 años, pero soy un papá muy chavo y creo que eso le beneficia mucho a Teo (su hijo con Cecilia Suárez). Mi hijo es mi vida y es un chavo súper despierto, muy maduro. Va a sonar muy trillado, pero cuando te conviertes en papá te cambia la vida, entras a otro club. Hoy día ya no pienso en mí, ahora todo es por y para mi hijo; es algo muy bonito, el amor que siento por él es muy difícil de explicar”.
Osvaldo de León, la personalidad con Estilo de esta semana. Si quieres escuchar la entrevista completa te invito a escuchar mi podcast… ¡entra ya!
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