Entrevista por: Rodrigo Araiza P.
Tratando de aislarse del ruido, Osvaldo Benavides toma la llamada desde un baño del aeropuerto de Dallas, donde hace conexión para su próximo destino. Desde ahí nos cuenta sobre la tristeza que representó despedirse de un proyecto como Monarca, pero por otro lado de la satisfacción que le da trabajar en otras producciones.
“Los proyectos que estoy haciendo ahorita tienen que ver con el éxito de Monarca, no digo que sea todo gracias a la serie, porque llevo 30 años dándole, pero sin duda el empujón de ese trabajo ayuda muchísimo”, reconoce el también productor y director.
Con tres décadas de trayectoria, Osvaldo ha crecido dentro y fuera de los escenarios, ha producido, protagonizado y dirigido; no obstante, procura adquirir mayor experiencia y realizarse aún más con trabajos que lo reten, lo lleven a otros lugares y, sobre todo, lo sorprendan.
“Hay muchas cosas más por hacer, por explorar, dirigir, producir, no sólo actuar, y todo viene, se está acomodando y va a suceder a su debido tiempo, ahí también hay mucho crecimiento”, cuenta Benavides.
Fanático de LCD Soundsystem y Roger Waters, apasionado de la actuación y la dirección, entre otras cosas relacionadas con el mundo del entretenimiento, Osvaldo nos cuenta sobre sus próximos proyectos, el fin de Monarca y cómo estar delante y detrás de una cámara le ha dado la experiencia para entender cómo funciona la industria.
Quiero iniciar la entrevista con el tema de Monarca porque su cancelación fue una gran sorpresa, ¿cómo lo tomaste, hablaste con tus compañeros, qué se dijeron, ya lo veían venir?
Yo ya lo sabía, ya me lo esperaba porque había pasado mucho tiempo desde el estreno. Yo cerré proyectos y tengo el año ocupado, conforme pasaba el tiempo se hacía más claro que no iban a renovar la tercera temporada. Por un lado me da mucha tristeza porque me gusta Monarca y estoy muy orgulloso del equipo que hicimos, los que estamos ahí nos queremos mucho, disfrutamos mucho hacerla; eso me da tristeza, siempre
que acaba algo que te gusta se siente nostalgia. Pero por otro lado estoy muy contento con lo que me está pasando, de haberse renovado la tercera temporada no podría hacer lo que estoy haciendo ahorita, lo cual me tiene muy emocionado. Si tuviera que ponerle un tono de emoción a toda la experiencia, es de agradecimiento porque no importa si se acabó antes o si faltó una temporada, al final la gente conectó muchísimo con la chamba que hicimos, a mí me fue muy bien, me abrió puertas, estoy agradecido con todos.
¿Qué te dejó trabajar en un proyecto de esta magnitud?
El proyecto tiene una calidad que en México hay, pero no es tan común, agarró un nicho de calidad que te pone en otro lugar. Por el tipo de proyecto y el tono del melodrama hace que la gente me haya visto en otro tipo de personaje. Como actor eso es muy rico, que puedan ver otro lado al que no necesariamente están acostumbrados, y eso te abre puertas porque la gente que hace cine, series, teatro, te empieza a ver con otros ojos y se te abren las posibilidades de generar personajes e historias diferentes.
¿Y cuál es la lección más grande que aprendiste de Andrés Carranza?
Creo que como actor, a confiar, porque fue un personaje, sobre todo en la primera temporada, que lo fuimos descubriendo sin tener muy claro una estrategia, si es que se le puede llamar así; yo suelo tener todo muy claro cuando hago un personaje, y en este caso sentía que no tenía el control de las cosas, que iba agarrando pedazos en las escenas; fui encontrando pistas conforme se iba haciendo, conforme íbamos filmando, fue un proceso al que no estoy acostumbrado. Y el aprendizaje que hay siempre en todos los proyectos, de ir madurando y de encontrarte de una manera más abierta con los compañeros, de disfrutar cada vez más lo que hago; también como persona es un escalón más a disfrutar el quehacer actoral.
Por otro lado, estrenaste La suerte de Loli, ¿qué te atrajo de este proyecto?
Me gustaba la idea de hacer comedia, de cambiar por completo la velocidad del asunto comparado sobre todo con Monarca; me agradaba la idea de salirme de México unos meses, no porque tenga algún problema, sino porque me gusta el cambio y viajar, me encantó la idea de estar en Miami, trabajar con Telemundo, con quienes no había hecho nada y sé que manejan alta calidad en lo que hacen. También saber que Silvia Navarro era parte del proyecto me ayudó mucho a tomar la decisión porque somos amigos, socios, nos queremos mucho, confiamos mucho el uno en el otro y eso ayuda a que se trabaje muy bien.
¿Qué criterios tomas para ver si participas o no en un proyecto, qué elementos influyen en tu decisión?
Varía, justamente con el tiempo he aprendido a escuchar al proyecto, las señales que cada uno trae, por supuesto hay que leer, ver el personaje, saber del equipo, quién está, quién dirige, quién escribe, quién actúa, quién produce, todo eso es muy importante, pero al final hay algo más: la intuición, para aceptar los proyectos, sí es un tema muy de sentimiento, de tripa, de corazón, de olfato para echarse el brinco, para tomar una cosa o la otra, es el instinto.
Con una trayectoria de 30 años como actor, ¿hay algo que todavía te sorprenda de tu profesión?
Creo que sí. Esa pregunta tiene varias respuestas, pero aún uno se sorprende: siempre te encuentras con personas que nunca te esperarías que son así, para bien o para mal; haces amistades y relaciones nuevas que te sorprenden, siempre hay un personaje en una situación que es sorprendente; creo que la actuación está llena de momentos de sorpresa, un set en general, porque a eso vas, a que las cosas sucedan sorpresivamente; nada está premeditado en la actuación aunque haya ensayos y todo tipo de control, al final el momento real sucede sorpresivamente, y en definitiva es parte del trabajo que nos sorprendamos con lo que estamos haciendo.
¿Qué se necesita para lograr una carrera longeva dentro de una industria tan competitiva?
Supongo que mucho tiene que ver con suerte, con saberse dejar guiar por los astros, por la energía correcta, como se le quiera llamar; tener este instinto de que cada vez que des un paso y si es un error, saber aprender de ello y perseverar, aguantar vara, mucho, eso es de mucha paciencia, y también saber relacionarse con el rechazo, con la frustración, con que las cosas no siempre salen como uno quiere; es de largo alcance, de saber qué es lo que quieres, de estar convencido de que eso es lo que deseas hacer, y todo lo demás va saliendo naturalmente.
Los tiempos han cambiado, al igual que los hábitos de consumo; en este sentido, ¿crees que hoy en día la audiencia es más exigente con el tipo de contenidos y buscan mejores historias y calidad?
Hay de todo: hay gente a la que le gustan las series de formato largo que se parecen más a una telenovela, con mejor factura; otros prefieren algo más parecido a Monarca, que es un formato corto con otro tipo de narrativa; está la gente a la que le encantan los realities. Hay de todo y eso es lo que hay que celebrar, que haya variedad y que podamos llegar en cada formato con una calidad cada vez mejor.
¿Sigues ejerciendo como productor y director?
Ese rubro nunca lo he dejado de trabajar, vienen proyectos el año que entra. Estoy con una casa productora generando contenido, estamos creando cosas para televisión y cine constantemente; es mi hobby, cuando no estoy en un set actuando o trabajando en un llamado, paso muchas horas creando historias, desarrollando proyectos, eso lo hago porque me apasiona y me gusta.
¿Cuál dirías que ha sido tu mejor experiencia en la dirección y producción?
Todo, desde que empecé, estudié cine en Nueva York, me separé de la actuación varios años; en México comencé a hacer publicidad y videoclips, incluso antes de irme a estudiar empezaba a hacer cortometrajes, desde esos primeros intentos de niño que tenía una cámara hasta hacer videoclips para Café Tacvba, El Tri, los comerciales que hice, luego empezar a producir teatro; todo al final va para la misma canasta, que se va llenando de experiencias, pero me falta mucho.
¿Crees que ser actor te ha ayudado a ser mejor productor y director, o viceversa?
Sin duda, tener la experiencia como actor para pasar al otro lado ya te da una serie de conocimientos que de otra manera los aprendes a golpes, y por supuesto tomar el otro lado detrás de cámara y entender la complejidad de lo que es filmar, producir, también me ayuda como actor a ser mucho más conciliador y estar mucho más aterrizado con las necesidades de la producción y de lo que me corresponde como actor. Al final todo es lo mismo, es entender cómo funciona la máquina de todos lados y eso ayuda a que el engranaje trabaje mejor.
¿Qué planes tienes para el resto del año?
Estoy por arrancar algo de televisión, pronto se va a anunciar, es algo bien padre, bien interesante, es un paso más para la carrera, es algo nuevo y diferente.
