Uno de los más grandes sueños de la infancia se le ha cumplido a Erika Zaba, pues al fin pudo convivir con pingüinos de cerca y alimentarlos.
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Gracias al Acuario Inbursa en la Ciudad de México pudo estar de cerca con once de estos increíbles animalitos. A muy temprana hora de este viernes, Erika se dirigió a Polanco para vivir esta experiencia.
Cabe destacar que ella fue la que se tuvo que adaptar a su hábitat, así que tuvo que ir vestida súper abrigada para soportar el frío en el que viven estos pequeños blanco y negro.
Según su experiencia, los pingüinos se tomaron su tiempo para confiar en ella y acercarse para aceptar comida, al parecer, seis de estos bonitos y gorditos habían llegado de Japón apenas hace unos días.
