Durante el tercer día de la jornada de los Juegos Olímpicos de Río 2016, se llevaron a cabo los clavados en la piscina del Centro Acuático Maria Lenk, sin embargo, las competencias se vieron opacadas cuando se vio el color del agua de la fosa.
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Y es que el agua de la alberca se volvió totalmente verde y hasta la tarde del día de ayer, los organizadores no tenían una respuesta de qué fue lo que provocó el cambio de color.
“La calidad del agua fue probada y no hay riesgo para los atletas. Estamos investigando la causa”, comentó el comité organizador. Apenas 24 horas antes el agua era clara, lo que dejó a los competidores y asistentes totalmente sorprendidos.
A pesar de que se dijo que el agua era sana para los clavadistas, los jefes de equipo han mostrado su descontento pues “los clavadistas acostumbran a ver el agua. La visualización es muy, muy importante en los clavados”.
La mexicana Paola Espinosa dijo que notó que cada minuto que pasaba en la competencia se veía que el agua cambiaba de color, sin embargo, no afectó su piel ni tenía mal olor. “Nunca había visto algo como esto, pero es Brasil y todo aquí es verde así que pudo ser una decoración”, supuso.
