Tres psicoanalistas se enfrentan en un juego de intriga, intimidación y desamparo.
Esta magnífica obra está basada en la vida de Melanie Klein. Se trata de un texto dramático culto, inteligente, corrosivamente divertido y al mismo tiempo aterrador, en el que se muestran la indefensión y la violencia de tres mujeres psicoanalistas que enmascaran sus almas tras sofisticadas técnicas terapéuticas. Hace 25 años que no se montaba este texto en la Ciudad de México, luego del memorable montaje Ludwik Margules, con una tríada de actrices excepcional.
La actriz y directora, Emoé de la Parra nos presenta un montaje que se encamina a profundizar, incluso a exacerbar, los conflictos entre los personajes que la obra plantea, poniendo un especial énfasis en la palabra como máscara, como arma, como expresión de los deseos conscientes e inconscientes. La propia Emoé interpreta el rol central y la acompañan en escena las actrices Paola Izquierdo, actualmente becaria del Programa de Creadores Escénicos del Fonca, como Melitta, la hija de Melanie Klein, además de Alejandra Maldonado y Georgina Rábago, quienes alternan en el papel de Paula Heimann, discípula y colaboradora de la famosa pionera del psicoanálisis infantil.
La anécdota se desarrolla en 1934 en Londres, en la casa de Melanie Klein. Ella está a punto de partir a Budapest al funeral de su hijo, cuando aparecen Paula, una joven colega y Melitta, hija de Klein. Estas tres brillantes psicoanalistas se entreveran en una lucha sin cuartel en torno a una aterradora cuestión: ¿fue la señora Klein una madre devota o un monstruo que utilizó sus habilidades psicoanalíticas hasta el punto de arrastrar a su hijo al suicidio?
