Estrena Creo en mí, su segundo álbum solista
Con sólidos pasos como solista, Natalia Jiménez celebra la salida de Creo en mí, su segundo álbum que exploró como cantante y compositora. A través de los 11 temas que integran este trabajo, la cantautora española se consolida como una de las artistas latinas más importantes no sólo en México, sino en Estados Unidos.
Hoy, después de los tropiezos y éxitos que Natalia ha vivido, la intérprete de “Quédate con ella” atraviesa el mejor momento de su vida y busca expandir su felicidad con los temas que ella misma es capaz de crear. La adolescente que comenzó cantando en las calles de Madrid se ha convertido en una artista que vive para la música.
En Madrid comenzaste a tocar en el Metro, en la calle o en pequeños bares, ¿qué te llevó a esto?
Como siempre tocaba en mi casa, delante de mis padres o en mi cuarto y ya no tenía quién más me oyera, llegó el momento en que dije: «Voy a tocar en la calle para que alguien más me escuche y me den una crítica más objetiva que la de mis papás, que siempre me van a decir que canto divino»; fue una necesidad artística de que alguien más me escuchara.
¿Tu hermano te enseñó a tocar la guitarra?
Sí, mi hermano me enseñó y empecé a tocar el piano cuando tenía 10 años; ahí empecé a evolucionar a otros más grandes y pedí uno de cola o de pared, porque los demás me quedaban pequeños; me dijeron que no, así que dejé el piano para siempre porque no teníamos dinero para comprar uno.
¿Qué música tocabas?
Solía tocar cosas rockeras como de Guns N’ Roses, Bob Dylan y Janis Joplin, es lo que me gusta, el rock.
O sea que te dedicabas ciento por ciento a la música…
Sí, totalmente, aunque a los 18 años conseguí mi primer trabajo y no era de cantante, era de telefonista, pero lo único que he hecho en mi vida es música.
¿Pensabas en un plan B?
No, porque siempre creí mucho en lo que hago, siempre he tratado de hacerlo y vivir de ello, y me ha ido bien.
¿Qué disfrutabas de tocar en la calle?
Lo mejor es que nadie me conocía. La gente es muy curiosa y amable, luego se acercaban a escucharme, se sentaban conmigo y me contaban su vida o lo que estaban haciendo, y se tomaban fotos, me tiraban dinero; eso estaba muy bien.
¿Qué hacías con el dinero?
Lo guardaba, y cuando tenía un juntadito lo usaba para comprar cosas de la guitarra, cuerdas, púas, etcétera.
¿Cómo llega La Quinta Estación a tu vida?
Con La Quinta Estación comencé en 2001. Los conocí a través de una amiga mía con la que cantaba en el colegio. Un día fui a un local de ensayo y a través de un contacto presentamos nuestro demo, y acabamos viniendo a México… y el resto es historia.
¿Qué significó para ti venir a México?
Fue un crecimiento muy grande, personal y sobre todo profesionalmente, porque antes de eso no había nada profesional con la música, tampoco había vivido sola, era todo a la vez y lo viví acá. En mis primeros ocho años acá aprendí a vivir sola, a ser cantante, a ir de gira, aprendí muchísimas cosas, entonces México para mí es mi casa; a Madrid lo tengo como un bonito recuerdo, pero México siempre fue mi casa.
¿Y qué fue lo más difícil?
Quizás aprender el español mexicano, porque cuando llegué acá me vacilaba la gente con mi acento, con las palabras que decía, entonces ya aprendí que chaqueta y chamarra son cosas distintas. Fue muy difícil entenderme con la gente, pero fue cuestión de un mes y ya, yo agarro las cosas así.
¿En qué momento decidiste ponerle punto final a La Quinta Estación?
La verdad no fui yo, sucedió. De repente decidí que ya no era el momento para seguir y me fui a Miami, me quisieron proyectar más al mercado hispano en Estados Unidos y me ha ido bastante bien por allá, pero obviamente yo quería reconectar con México, que ha sido mi casa y me he criado aquí musicalmente, y tenía que venir a güevo.
¿Titubeaste cuando decidiste irte a Miami?
No, porque con todo lo que México me ha dado y me ha hecho crecer como artista, me fui muy fuerte para allá diciendo: “Con todo lo que he aprendido en México me puedo ir al fin del mundo”.
¿Te sientes más libre como solista?
Sí, me he sentido mucho más libre creativamente porque hablo de cosas que me conciernen a mí, a las chicas; con el grupo no podía cantarle tanto a las chicas, creo que en Puerto Rico, Venezuela y otros países me consideran como un ídolo de la mujer, de la lucha femenina, y es muy bonito porque siempre he pensado que es bueno ser una mujer fuerte, independiente y tirar para adelante.
¿Qué significó debutar como solista con un álbum producido por Emilio Estefan?
Fue genial porque era justo lo que necesitaba en ese momento, él me enseñó muchísimas cosas, sobre todo de la industria y de cómo comenzar tu carrera como solista de una manera exitosa, y musicalmente hablando es un orgullo para mí decir que tengo un álbum con Emilio Estefan porque quién sabe cuántos más va a producir; tenerlo en mi lista de logros es algo muy bonito, aparte conseguí una buena amistad con él y su familia.
¿Qué sonido buscabas darle a Creo en mí?
Buscaba algo fresco, cool, divertido, que las chicas se pongan en el coche para salir a bailar y que al novio le guste para no amargarlo. Deseaba música para que ellas puedan ir a los conciertos y cantar, reír, bailar y pasarla bien, y creo que lo he conseguido, tengo un disco muy heterogéneo, tiene de todo.
¿Te involucraste en la composición?
Sí, desde los 14 años compongo, de hecho pueden buscar mi primera canción en Google, se llama “Su lugar”, es un tema de cualquier cosa, y para La Quinta Estación compuse canciones como “Recuérdame”, “Algo más”, “Me muero”. He compuesto algunos temas con Armando Ávila y otros como solista, y me han traído muchas cosas buenas; siento que es importante ser compositor de tus propias canciones como solista porque habla de tu carácter, te desprende un poco de los demás.
“Creo en mí” es un tema fuerte, ¿alguna vez te dijeron que no sirves para nada, como dice en la letra?
Sí, en algunas ocasiones o no nos lo han dicho directamente, pero nos lo han hecho sentir, nos han hecho sentir que no valemos para nada. Me pasó en la primaria, me hicieron la vida a cuadros y hubo momentos en los que pensaba que no valía para nada; te crees lo que la gente te dice, pero hay que dejar de lado esos mensajes porque lo que la gente cree de ti no es necesariamente lo que tú eres.
¿Llegaste a perder la confianza en ti misma?
A veces. Creo que todos en algún momento lo hacemos, pero la verdad es que soy una persona positiva, fuerte, y cuando me topo con dificultades las tomo como una ventaja. Siempre aprendo de las cosas difíciles de la vida.
¿Cómo escribiste las canciones de este disco?
Ha sido un proceso largo, más de dos años, me he juntado con gente de Los Ángeles, suecos, alemanes, con Claudia Brant, Andrés Castro, con mil personas, con Luis Enrique, en fin, hemos hecho como 30 canciones y sólo han quedado 11, todas tienen una cohesión, cuentan una historia completa; ha sido un proceso largo porque he viajado mucho para hacer el álbum.
¿Cuesta trabajo dejar fuera los temas que ya habías trabajado?
La verdad no porque muchas de esas canciones van para mi editorial y a lo mejor otros artistas se interesan en ellas. A veces creo canciones que son excelentes para mí y al final decido que no me sirven para este álbum, y mientras puedo dárselas a otro artista, y eso es bonito también.
¿De dónde sale “Quédate con ella”?
Es una canción que hice con Claudia Brant, y la quisimos hacer para celebrar un poco a esas chicas que le dicen que no al tipo y “vete con la otra que te planche y te barre porque yo no lo voy a hacer”; esa es la tónica de las mujeres de hoy, estamos cambiando y no tenemos tiempo para esas cosas.
¿Todavía existe un tema de desigualdad de género?
Claro que sí, hay mucha desigualdad todavía. Pienso que las mujeres debemos ser conscientes cuando esas cosas suceden y parar el tren, cuando sentimos que estamos siendo discriminadas, evitarlo a toda costa. Si nosotras no nos valoramos, nadie lo va a hacer.
En Hollywood se da el caso de que en algunas producciones las mujeres cobran menos que los hombres, ¿te ha sucedido en la música?
No me consta porque no me fijo en lo que cobran los demás, pero siento que por ser mujer me cuesta más que la gente me dé reconocimiento como compositora, por tocar la guitarra… a veces no se lo creen.
Actualmente vives en Miami, ¿qué extrañas de México?
Extraño mucho la comida, los chilaquiles con salsa verde y un huevo estrellado por la mañana, extraño muchas cosas. Es curioso porque en Miami no crecen los árboles de jacaranda y aquí sí, me encantan.
Y de España, ¿extrañas algo?
Llevo tantos años fuera que lo único que añoro es a mi familia, extraño mucho más a México que a España.
¿Es cierto que te gusta el heavy metal?
Sí, me gustan mucho Megadeth, Iron Maiden, Manowar, pero trato de no escucharlos tanto ahora porque como hago pop no vaya a ser que salga con los cuernos. Intento escuchar mi música y cosas que alimenten el rollo pop que hago; escucho electrónica, me gustan Steve Aoki, Skrillex, Deadmau5.
Tus primeras canciones aparecieron en el portal vitaminic.com, ¿qué importancia tienen para un artista las redes sociales?
Mucho, de hecho cuando comenzaba en ese portal, el primer día que subí mis canciones tuve como mil y pico de descargas y eso fue lo mejor, me llevaron a la tele, a la radio y a partir de ahí empecé a hacer cosas. Es muy importante la difusión que tenemos ahora, hay una conexión más completa y directa con nuestros fans.
En tu siguiente disco ¿qué géneros musicales te gustaría experimentar?
Me encantan el mariachi, el ranchero, el norteño, me gustaría algo así, pero traerlo al rollo electrónico, algo moderno. Creo que seguiré haciendo cosas de esas y algunas colaboraciones con artistas mexicanos a los que ya les tengo puesto el ojo.
¿Cómo quiénes?
A Julión Álvarez le tengo puesto el ojo, me gustaría hacer cosas con Alejandro Fernández; hay muchísimos artistas acá, sobre todo de música regional. Me aporta más tener algo tan bonito de acá que representa tanto a México, y llevarlo fuera.
¿Qué te gusta hacer fuera de los escenarios?
Soy una chica muy normal, me gusta estar en mi casa, con mis perros, tirada en el sofá y viendo la tele. Soy muy hogareña, me encanta estar en mi casa, además de hacer yoga y cosas de hippies.
¿Te agrada cocinar?
Sí, me gusta cocinar comida mexicana porque en Miami no está buena, me hago mi pozole, mis tamales, me hago todo en mi casa porque allá no hay buenos restaurantes de comida mexicana.
¿Y cómo le haces para mantenerte en forma?
Hago mucho deporte y como poco.
¿Te gusta leer?
Sí, mucho, el último libro que leí fue El asiento del alma, de Gary Zukav, un libro muy profundo que tuve que releer. Siddhartha, de Hermann Hesse, me encanta, siempre lo recomiendo, y El proceso, de Kafka.
CUESTIÓN DE ESTILO
Película favorita: Los Juegos del Hambre.
Comida mexicana preferida: Tacos al pastor «con todo», chilaquiles verdes –con pollo, huevo estrellado y crema–, tamales de dulce, café de olla.
Instrumentos que toca: Armónica, guitarra y piano.
FRASES
«En mis primeros ocho años acá aprendí a vivir sola, a ser cantante, a ir de gira, aprendí muchísimas cosas, entonces México para mí es mi casa; a Madrid lo tengo como un bonito recuerdo, pero México siempre fue mi casa»
“… en Puerto Rico, Venezuela y otros países me consideran como un ídolo de la mujer, de la lucha femenina, y es muy bonito porque siempre he pensado que es bueno ser una mujer fuerte, independiente y tirar para adelante”
“… me gustan mucho Megadeth, Iron Maiden, Manowar, pero trato de no escucharlos tanto ahora porque como hago pop no vaya a ser que salga con los cuernos”