¡Hola a todos! A poco no están emocionados por los planes decembrinos y las súper fiestas de fin de año, porque no me van a negar que el buzón de invitaciones está más que lleno con las posadas, las salidas con los amigos y hasta las reuniones de trabajo, que aunque son bastante godínez tienen su encanto, como ver al gerente que se quiere ligar a la secretaria ejecutiva bilingüe, o a la de nómina bailando con los del almacén.
Yo de plano me le pienso esconder a mi asistente porque dice que va a llevar una compilación con lo mejor de Jenni Rivera para el after party. ¡Plis, help!
Pero bueno, en lo que planeo mis esperadas y merecidísimas vacaciones quiero mandar un fuerte abrazo a Rodrigo Landeros y Daniela Sáenz, quienes hace unos días terminaron su relación después de varios años de estar juntos.
Este tipo de noticias siempre son tristes porque no sólo se trata de dos amigos muy queridos, sino de una de las parejas más padres que he conocido, pues siempre estaban juntos y muriendo de la risa en eventos con amigos o sus familias. De verdad que es muy triste, pero estoy seguro que si tomaron esta decisión fue porque quieren lo mejor para los dos.
Por ahora Rodo sigue con su chamba como comentarista de deportes en una televisora de Estados Unidos, donde no es por nada, pero ha destacado muchísimo; mientras que Dani continúa echándole ganas en una televisora mexicana, donde se encarga con éxito de la venta y promoción de producciones a gran escala.
En otros temas, aunque aparentemente nada tiene que ver con el mundo social de la ciudad de México, hace unos días nos dejó la duquesa de Alba, quien a sus 88 años y después de miles (literal, miles) de apariciones en las revistas de sociales dejó de existir en el Palacio de las Dueñas, en Sevilla.
La verdad nunca he sido fan de la realeza, pero este personaje era realmente excepcional, no sólo por su rebeldía y singular estilo de vida, sino porque desde que tengo uso de razón aparecía en las revistas del corazón que tanto leía mi abuela y después mi mamá.
Por último, quiero felicitar a Azita Mujica, una de las mujeres más guapas y elegantes que conozco y que hace unos días celebró en grande su cumpleaños en San Francisco, donde vive hace algo de tiempo después de dejar el ruido y el caos de la ciudad de México.
Azita se la pasó de lo más consentida por sus hijas Mitra y Maryam, además de su esposo Carl, quienes seguro prepararon una súper reunión para celebrarla, en la que imagino no faltaron los amigos mexicanos. ¡Felicidades!
No se les olvide leerme en una semana, ¡Saludos!
