La estrella de televisión Shannen Doherty, conocida por sus icónicos roles en Beverly Hills, 90210 y Charmed, falleció a los 53 años tras una prolongada batalla contra el cáncer, confirmó su publicista Leslie Sloane. La actriz, quien fue diagnosticada con cáncer de mama en 2015, dejó un legado imborrable tanto en la pantalla como en la vida real.
Doherty fue diagnosticada inicialmente con cáncer de mama en 2015 y habló abiertamente sobre su lucha contra la enfermedad. En noviembre de 2023, compartió con sus seguidores la difícil realidad de su diagnóstico de cáncer en etapa 4, que se había extendido a sus huesos. “No quiero morir. No he terminado de vivir, de amar, de crear. Aún tengo mucho por hacer”, declaró en una entrevista con People.
Tras su diagnóstico inicial, Doherty logró entrar en remisión en 2017, pero el cáncer regresó en 2019. En 2020, reveló que su enfermedad había avanzado a una etapa metastásica. En junio de 2023, Doherty anunció que el cáncer se había extendido a su cerebro, lo que la llevó a someterse a una cirugía para remover un tumor.
A lo largo de su enfermedad, Doherty se mantuvo activa en su carrera y utilizó su plataforma para concienciar y recaudar fondos para la investigación del cáncer. «La gente asume que tener cáncer significa que no puedes caminar, comer o trabajar. Nosotros somos vibrantes y queremos seguir adelante», afirmó en una de sus entrevistas.
Doherty comenzó su carrera en la televisión a una temprana edad, alcanzando la fama mundial como Brenda Walsh en Beverly Hills, 90210. Su interpretación como Prue Halliwell en Charmed consolidó su lugar en la cultura pop. A pesar de enfrentar problemas de salud, continuó trabajando en diversos proyectos, incluidos reality shows y la reciente reunión del elenco de Beverly Hills, 90210 en 2019.
Sus compañeros y colegas la recuerdan como una inspiración. Brian Austin Green, su coestrella, destacó su fuerza y determinación: «Shannen está liderando con el ejemplo, demostrando que incluso en los tiempos más difíciles, puedes mantener la cabeza en alto y ser una buena persona».
Doherty enfrentó su enfermedad con una mezcla de pragmatismo y esperanza, encontrando consuelo en su fe y en el amor de sus seres queridos. “Mi mayor recuerdo está por venir”, dijo en su última entrevista. “Rezo y agradezco cada día, conectándome con una espiritualidad que me da fuerza”.
La actriz deja tras de sí una huella indeleble en la televisión y una profunda inspiración en la lucha contra el cáncer. Sus palabras y acciones seguirán resonando en todos aquellos que, como ella, enfrentan la adversidad con coraje y resiliencia.
