En el Día Internacional del Libro, recordamos a los personajes literarios que según las descripciones de sus autores y de las apariciones cinematográficas que se hicieron basadas en ellos, consideramos que tienen el mejor sentido de la moda.
Scarlett O’Hara, Gone With the Wind de Margaret Mitchell: Cómo olvidar las grandes muselinas y los pequeños corsettes de Scarlett. Definitivamente el outfit más memorable de la historia, es aquel vestido verde hecho de las cortinas de su casa ante la crisis de algodón durante la Guerra de Secesión.
Holly Golightly, Breakfast at Tiffany’s de Truman Capote: La imagen de Audrey Hepburn desayunando frente a los aparadores de Tiffany en un vestido negro con un gran collar de perlas y lentes obscuros, es inolvidable. El outfit es descrito exactamente de esta manera en el libro en el que está basada la película.
Dorian Grey, The Picture of Dorian Grey de Oscar Wilde: El personaje es descrito por el autor como “exquisitamente vestido”, y es que la imagen de Dorian Grey es esencial para entender el transcurso de la historia.
Jay Gatsby, The Great Gatsby de F. Scott Fitzgerald: Inspiración de diseñadores, Jay Gatsby es descrito como la epítome de la era del Jazz. La riqueza y el glamour del personaje, es sólo equiparado por su excelente gusto al vestir.
Miranda Priestly, The Devil Wears Prada de Lauren Weisberger: Un personaje “inspirado” por Anna Wintour debía, por definición, estar perfectamente vestido. Con glamourosos abrigos, altos zapatos y bolsos de ensueño, esta mujer refleja el gran estilo de la editora de moda.
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Doña Bárbara, Doña Bárbara de Rómulo Gallegos: El personaje principal de la historia del autor venezolano, fue personificada en cine por la actriz María Félix. Una terrateniente con un vestuario fuera de lo tradicional para una mujer de su época, que sólo la embellecía aún más.