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Miguel Ángel Silvestre… El nuevo niño bonito de España

por: Fernando Rivero Méndez

 

Su carrera va en ascenso constante y podría trabajar en México

Miguel Ángel Silvestre participó en diversos filmes, pero fue en 2008 cuando se dio a conocer con el personaje El Duque en la versión española de Sin tetas no hay paraíso.

Su perseverancia lo hizo ganarse un papel en Los amantes pasajeros, cinta de Pedro Almodóvar, y aunque no cesó de tener presencia y actividad tanto en cine como en televisión y teatro, es hasta 2013 con el serial Velvet que recibe, gracias a su interpretación de Alberto Márquez Navarro, el reconocimiento internacional que tanto había buscado.

Hoy, con 34 años, desde hace dos dejó su natal España para asentarse en Estados Unidos, primeramente para cumplir con sus llamados de la serie Sense8, historia en la que interpreta a un actor homosexual, y también para buscar nuevas oportunidades laborales en toda América. De esto y más habló en exclusiva con EstiloDF.

¿Qué te trae de visita a México?

En España nunca imaginamos que Velvet tuviera la aceptación que ha tenido en todo el mundo, y de repente, cuando me empiezan a llamar de revistas o programas de todas partes, pensé que debía hacer promoción aquí y hablar de la serie, porque es muy bonito ver cómo ha calado por aquí y darse cuenta que la gente la ve con mucha ternura.

¿Por qué crees que ha gustado tanto?

Porque los latinos vemos a la familia como una de las cosas más importantes, igual que el compañerismo o la fraternidad. Cuando he venido a México a trabajar con Sense8, la otra serie que también estoy haciendo, me he dado cuenta que somos completamente hermanos, pues vivimos el amor y la pasión de la misma manera; nosotros bebemos vino y cerveza, ustedes tequila y mezcal, exactamente igual, y al final la excusa es la misma: reunirse con los amigos y montar la jugada. Todo lo que nos ha causado placer en algún momento, nos da añoranza.

Entonces parte del éxito de la trama es la nostalgia que Velvet provoca…

Sí, era una época dorada para la moda, esos diseños favorecían a las mujeres con esos vestidos hermosos, con ese look. Era muy bonito el flirteo que había en la época, cuando los hombres se bebían ese último trago de whisky, daban una bocanada al cigarro y asaltaban a esa chica para preguntarle: “¿Quieres bailar conmigo?’’, para que ella respondiera: “Quizá la próxima”. Yo creo que ese es uno de los encantos de Velvet, que recrea cómo se acercaban las parejas, cómo se daban las idas al cine cuando a los chicos les daba igual la película y esperaban la oportunidad de dar el primer beso mientras ellas estaban fascinadas con la historia, y al momento que ellos intentaban algo, poniendo la mano en sus piernas, ellas contestaban: “¡Que no, que no te pases!”, y sólo poder contestar: “Perdona, quiero ser un caballero”, y tener que aguantarse las ganas. Eso es muy bonito.

¿Crees que en la actualidad se ha diluido esa manera de cortejar a las mujeres?

Hemos perdido un poco de eso, pero hemos ganado en otras cosas; ahora igual se liga por las redes sociales y vas a una cita a ciegas con muchos nervios y llegas al Starbucks pensando en cómo será y de repente la ves y sientes que te gusta. También eso tiene su encanto.

¿Lo has hecho?

Sí, por supuesto, no voy a decir que no, claro que lo he hecho. ¡Benditas redes sociales! A mí me gusta mucho mostrar en las redes un lado más humano de mí, porque en las entrevistas, ante la prensa, uno no deja de estar nervioso, mientras que en la red, a la que puedes conectarte desde cualquier lugar, tienes oportunidad de poner mensajes no tan fríos y mostrar un lado más personal.

¿Cómo va a cerrar esta cuarta y última temporada de Velvet?

Es la traca final, como decimos en la comunidad valenciana de donde vengo. Cierra de una manera muy dulce, se lo merecían los personajes. Cuando me preguntaron si quería hacer una cuarta temporada, y al leer los guiones, dije: “Esto es lo que mi personaje lleva pidiendo a gritos desde el primer día”. Estos últimos capítulos son como los fuegos artificiales de una gran fiesta. Habrá un final con el que el espectador se va a sorprender y sentir muy satisfecho.

La foto en la que apareces con Aitor Calderón, el niño que hace de tu hijo, causó mucha expectación en redes…

No la había visto. Mucha gente me mandaba mensajes diciéndome que era una imagen muy tierna, pero yo no la vi hasta que mi hermana me la mandó, y sí, es tierna. Trabajar con ese niño ha sido increíble, ese chico es un amor, es dulce, es bonito, quiero mucho a Aitor, y luego que es la primera vez que la hago de padre, de alguna manera puedo entender a mi personaje porque tengo un sobrino de la misma edad y me rindo con él y me rindo con Aitor.

¿Te gustó verte de papá?

Sí, es una parte muy tierna y en la que no dejo de pensar, es algo que me gustaría, los latinos somos muy familiares. Tengo una familia muy grande, mi hermana ya tiene dos hijos, y la verdad cuando estoy con ellos me gusta el lazo que puedes hacer con un niño. Para mí fue muy dulce esa parte de la trama.

Otro de los aciertos en tu carrera es la serie Sense8, ¿cómo te veremos en la segunda temporada?

Hace exactamente un mes terminamos de rodar la segunda temporada. Estuvimos en 19 ciudades distintas, en 12 países, grabando durante nueve meses; esta temporada ha sido incluso más intensa que la primera, y en mi opinión es mucho mejor que la anterior, así lo creo y sé que la gente la va a disfrutar mucho.

¿Con qué te encontraste en esta nueva temporada para que digas eso?

Desde el principio los ocho personajes protagónicos trabajan juntos, comparten su don, y la acción va rápido. Ahora las tramas individuales ahondan todavía más en la vulnerabilidad de los personajes. Se habla de esas minorías que en alguna cultura y en algún momento han sido excluidas de una manera violenta, pero que cuando se juntan forman una mayoría. Lo que me parece más importante de Sense8 es que muestra que al final todo somos iguales; esa es una de las bellezas de esta historia y por las que decidí hacerla.

Lito, tu personaje en Sense8, te dejó una gran simpatía entre la comunidad gay…

Porque cuento el día a día de este hombre que es un actor muy conocido que ama a otro hombre, su historia, sus miedos, la injusticia que algunos de ellos viven, y luego hablo del amor con el que tantas personas se identifican. Lito no es muy listo, pero tiene un novio que lo es y con él se complementa, como pasa en la vida real.

¿Cómo es la relación con Poncho Herrera, quien personifica a tu pareja en la historia?

A los dos nos dio miedo, al principio estábamos asustados. Cuando nos vimos por primera vez, dijimos: “¡Qué tal, tío!, lo que nos queda por delante”. Nos fuimos a cenar, hablamos de si nos daban miedo nuestros personajes y al mismo tiempo me presentó a su familia, a su mujer; fuimos al futbol, al cine, y poco a poco nos hicimos amigos. Teníamos claro que la historia de amor entre Lito y Hernando está cimentada en la admiración: Lito se vuelve loco cuando Hernando le habla de arte, y a Hernando le gusta de Lito esa espontaneidad que tiene, esa animalidad; es un tío que no piensa las cosas, entonces los dos se observan desde la ternura y la admiración, y eso es lo que cuenta.

¿Qué tan complicado fue hacer las escenas de intimidad que dieron la vuelta al mundo?

Yo hago lo que Lana (Wachowski), la directora, me pida en todo momento. Quisimos hacer creíble nuestro trabajo, porque si debíamos darnos un beso, hay 50 personas rodeándonos que nos dan indicaciones, nos iluminan, nos dicen cómo torcer la cabeza, y encima de todo eso se tiene que ver el amor que hay entre nuestros personajes. Debíamos estar relajados, como dos amantes que se quieren y se admiran, y al mismo tiempo no deseábamos contar esta parte de la historia que nos tocaba a nosotros recargándonos sólo en los momentos de sexo.

Al final este trabajo te dejó un amigo más…

No paro de decirle a Poncho que su hijo estará muy orgulloso de él, pues verá que su padre es un hombre comprometido. Me parece que es un actor generoso y valiente, en eso radica mi admiración hacia él. Nunca he trabajado con alguien tan generoso como lo fue conmigo Poncho Herrera, nunca; ni por asomo soy la mitad de lo generoso que es él.

¿Qué opinión te genera el debate que en México se da respecto a los derechos de las parejas del mismo sexo?

Somos seres humanos y todos tenemos la libertad de seguir nuestro corazón y deseos, entonces por supuesto estoy a favor de que Manolo se case con Rosita o de que Manolo se case con Pedro; estoy a favor del amor y de su libre expresión. Igual apoyo el matrimonio homosexual y que estas parejas tengan las mismas facilidades para la adopción.

¿Te sientes el nuevo niño bonito de España en Hollywood?

Eso me lo han preguntado mucho, y para mí es una menuda responsabilidad. Pienso que Antonio Banderas, Penélope Cruz, Javier Bardem, Rafael Nadal, Pep Guardiola, Pablo Picasso, Buñuel o Lorca, han abierto las puertas del mundo a los españoles, ellos son los que nos han hecho las cosas un poco más fáciles para que se den oportunidades, lo que me queda es aprovecharlas al máximo.

¿Te ves protagonizando un filme de Almodóvar?

Ese sería otro de mis sueños, siempre lo fue, y más después de trabajar con él en Los amantes pasajeros. Conocerlo sólo dejó cosas buenas para mi carrera; es muy divertido trabajar con él, y decir que no me gustaría, sería una mentira.

Pero tú te has ganado lo que has hecho por méritos propios, ¿no es así?

Yo me entrego, voy a los castings y hago lo mejor que puedo; al final sé que hay mucha competencia y tengo claro que también he tenido suerte. Nada menos ahora estoy trabajando con los directores de Matrix, con Lana Wachowski, que es increíble. Si cuando vi Matrix me hubieran dicho que algún día iba a trabajar con sus directores, simplemente no lo hubiera creído, no me lo hubiera ni imaginado; esa es una de las grandes sorpresas que me he llevado.

¿Vendrías a trabajar a México si surgiera una oferta interesante?

Sí, y ya la he tenido. Me ofrecieron una historia que tiene muy buena pinta, pero igualmente no he firmado y no puedo hablar de ella, ojalá se confirme. Me gustaría vivir aquí, mi experiencia en México es inigualable, me siento como en casa. Estos días sentí el cariño de la gente: fui a la charcutería a pedir 500 gramos de pavo, y la mujer que me atendió me contestó con una gran sonrisa: “Por supuesto, don Alberto”, y eso me encantó.

Otra de las actividades que te ocupan es la colaboración con diferentes causas altruistas…
Lo más reciente ha sido conocer a One Fine Day, en África. Es la única asociación benéfica que enseña arte a los niños, apartándolos de la calle y la delincuencia, reduciendo la violencia de género y los asaltos sexuales. Esta institución hace que se aplique la igualdad de derechos sólo a través de la educación, y lo excitante es que no falla ningún niño a sus clases; eso lo viví y me impresionó porque les levanta la estima. También colaboré con Oceana, que se ocupa de proteger las especias animales y la cadena alimenticia en el mar.

¿Cuidas mucho tu alimentación?

Me gusta comer de todo, pero aplico eso de comer no más de 80% de lo que puedo. A veces estoy ansioso y por las noches me da por atascarme de helado y galletas al 200%, entonces lo que me toca es hacer ejercicio, me encantan el box y el surf. Hago una rutina que vi en Internet que consiste en andar cinco minutos y paras un minutos para hacer flexiones o abdominales para subir las pulsaciones, y andas otros cinco minutos para luego otra vez subir las pulsaciones. Sólo necesitas una calle para caminar y que no te dé vergüenza tirarte cuando te tocan las flexiones.
CUESTIÓN DE ESTILO

Gusto por México: “Los mexicanos están presentes en el mismo escenario a nivel mundial, desde Cantinflas hasta Gael García, Diego Luna, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, todos ellos hacen que se nos abran las puertas a los latinos”

Fanático de bailar: “Disfruto de lo exótico de su cultura, que es tan cercana a la mía. Me gustan los tacos y el mezcal. Me llevaron a bailar salsa a un sitio en donde había ficheras que bailan contigo, y eso también me encantó. En España no somos tan bailongos como aquí”
FRASES

 “Lo que me parece más importante de Sense8 es que muestra que al final todo somos iguales; esa es una de las bellezas de esta historia”

“… estoy a favor de que Manolo se case con Rosita o de que Manolo se case con Pedro; estoy a favor del amor y de su libre expresión”

“Nunca he trabajado con alguien tan generoso como lo fue conmigo Poncho Herrera, nunca; ni por asomo soy la mitad de lo generoso que es él”

 

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