Con toda seguridad puedo decir que casi el 100% de los contenidos publicados acerca de este coche en todo el mundo, son positivos. Y no podía ser de otro modo, pues este Mazda es capaz de transmitir muchas más sensaciones.
Me gusta imaginar que al conducir un MX-5 con el techo plegado, cualquier persona puede sentirse más viva, ¡más feliz!
Pienso que todo lo anterior es súper curioso porque, desde el punto de vista de la practicidad, este roadster es de los autos más problemáticos que he conducido en mi vida.
Por ejemplo, evidentemente sólo puede llevar dos personas, no cuenta con una guantera frente al pasajero delantero, y la cajuela es muy pequeña.
Eso sí, el aire acondicionado es automático y sus sistema de info-entretenimiento incluye una pantalla que, aunque es comandada por una perilla y unos botones en la consola central, no le hace falta nada. Bueno, casi…
Independientemente de todo lo anterior, el MX-5 cuenta además con un elemento único en todo el mercado: una capota manual. Esta es la característica más relevante que lo hace tan especial, pues en un par de segundos la experiencia de conducir a cielo abierto es posible. Lo anterior despierta sensaciones únicas que muy pocos autos pueden ofrecer.
Retomando la idea inicial, acerca de la experiencia que este pequeño y carismático Mazda puede brindar, me parece que tanto su simplicidad como el hecho de ser el único descapotable de su tipo son características tan geniales que los otros «pecados» son irrelevantes.
De paso, se trata de uno de los coches más queridos en el mundo y de los mejores reseñados en la historia.
Ah, por cierto, ¿Les dije que además gasta poca gasolina y que su precio de entrada es menos a los 500 mi pesos? ¡Larga vida al MX-5!
Gasolina
L4, 2.0 litros
180 caballos
Desde $496,900