Son pocas las personas que pueden presumir de dedicarse a lo que más les apasiona, y además vivir de ello, tal es el caso de María Camacho, quien afirma convencida que realizar trazos le da sentido a su vida: “Para mí, un día sin pintar es un día perdido. Y sí, en la pintura encontré la mejor forma de estar viva”.
Por Pepe Real
“Una experiencia vital”, así describe su proceso creativo el cual, asegura, seguirá realizando hasta el último minuto de su existencia: “Va más allá de mis propios juicios, por lo tanto quiero ser responsable y comprometida en ello, a veces con cierto temor de que me falte tiempo, en el fondo creo que así será, pero daré mi último respiro amando el arte y la vida”.
Desde muy pequeña, la artista originaria de la Ciudad de México jugaba a pegar sus dibujos en las paredes de su casa a manera de exposición. Cuenta que a pesar de que en su infancia y temprana juventud solía hacer paisajes, definitivamente el arte terminó por atraparla al entrar a una de las clases que impartía el artista Gilberto Aceves Navarro. “Conocerlo marcó un hito en mi camino, en su estudio pasé varios años aprendiendo, además tuve la oportunidad de participar como ayudante en algunos de sus proyectos”.
María Camacho, quien comenzó a pintar de manera profesional desde 2005, explica que una parte de su obra se podría definir como neo-expresionismo e informalismo abstracto, mientras que otra de sus facetas tiene que ver con la figura: “Soy dibujante, y en este campo he buscado la figuración mucho más que en la pintura”.
No obstante, aclara que prefiere no encasillar su obra: “No deseo quedarme en un estilo único, son múltiples las rutas de la creación, ¿por qué conformarse con una sola manera de decir las cosas?”.
Con varias exposiciones en su haber, la también fotógrafa revela que antes de ponerse en mood creativo suele escuchar música clásica -adora las óperas de Vivaldi-, al mismo tiempo que acondiciona todo para iniciar sus trazos. Como parte de su inspiración también lee poesía, para lo cual Octavio Paz, Alberto Blanco y Jorge Luis Borges son imprescindibles para ella.
¿Qué buscas evocar con tu arte?
A través de la creatividad se puede mejorar el entorno, la existencia, pues tiene la capacidad de tocar el espíritu de los demás.
¿A qué artistas admiras y por qué?
Uno de ellos es Rembrandt, quien desarrolló una técnica pictórica prodigiosa que en la actualidad aún nos sigue emocionando y es motivo de estudio. Otro es Picasso, quien se atrevió a todo, nos mostró justamente que para hacer arte hay que arriesgarse y romper moldes.
¿Cuáles son tus técnicas predilectas?
El dibujo es una parte esencial en mi trabajo, la línea es la raíz de todo; me interesa trabajar con texturas y al mismo tiempo con transparencias, lo desarrollo a partir del uso de pintura acrílica, pastas, grano de mármol, tintas, acuarelas, pastel y carboncillo, así como el óleo y esmaltes.
¿Qué satisfacciones te ha dado el arte?
He conocido excepcionales personas y artistas grandiosos a través de mi quehacer como pintora, y desde luego poder vivir de mi trabajo es una gran satisfacción.
¿En qué te inspiras para tu proceso creativo?
En lo que veo, lo que pienso, y a veces también en lo que sueño.
¿Cuál es el más grato recuerdo que tienes de tu trabajo como pintora?
Cuando decidí, después de varios meses y de manera experimental, pintar sobre la superficie de placas de ónix e integrar minerales a mi pintura; representó uno de los hallazgos más gratificantes, las rocas me han mostrado múltiples caminos creativos.
¿Recuerdas el primer cuadro que pintaste, aún lo conservas?
Sí, fue un paisaje urbano con un cielo en matices azules, con mucho movimiento al estilo de Vincent. No lo conservo, honestamente no sé qué sucedió con él.
¿Qué consejo les darías a los jóvenes que quieren seguir tus pasos?
Que no se esclavicen a un mundo que nos condiciona todo el tiempo, que busquen la libertad única que se encuentra cuando te dedicas a esto. Que exploren lo auténtico, no sigan modas, vale más una línea limpia, pura, honesta, que mil líneas condicionadas por un molde.
¿Qué otro tipo de arte realizas?
He realizado pequeñas intervenciones de land art, escultura en ónix y cuarzo rosa, así como arte objeto, litografía, linograbado; además hago fotografía.
¿Cuál es el mejor halago que te han hecho sobre tus creaciones?
Uno de mis coleccionistas me dijo al adquirir una de mis pinturas: “Parece que está hecha especialmente para mí”. También lo que escribió el artista Saúl Kaminer sobre mi más recientemente producción: “Sus obras son espacios de contemplación que alcanzan una gran plenitud y a la vez nos permiten ir más allá de la imagen, nos abren puertas para viajar a lo más insólito del inconsciente, cada una de sus obras es un big bang con universos en expansión que nos revelan dimensiones inéditas”.
¿Qué sentimientos te provoca formar a futuros artistas en tus talleres?
Desde luego agradecimiento; me emociona y provoca ilusión el poder compartir esta pasión por el dibujo, hacer que los alumnos a través de él se cuestionen y no se limiten a los moldes establecidos; el dibujo es un ejercicio hacia la libertad, y ahí es a donde quiero conducirlos.
¿A qué retos te has enfrentado para abrirte paso en el mundo del arte?
He logrado deshacerme de la necesidad de exponer para hacer currículo, en ese aspecto no fue sencillo al inicio enfrentarme a este medio y que ciertas galerías pretendan que el artista debe estar eternamente agradecido porque nos exhiban; con el tiempo he aprendido que el significado de exponer es otro.
Y tú, ¿cuándo vas a cumplir tus sueños?