Este 25 de diciembre, en plena Navidad, llegó a Netflix la tan esperada tercera temporada de ‘Madre sólo hay dos’, protagonizada por Ludwika Paleta y Paulina Goto. Desde el lanzamiento de la primera temporada, la serie se convirtió en uno de los productos nacionales más vistos y aclamados en México, pues aunque sigue teniendo sus toques de telenovela, logró salir del esquema conservador al que nos tiene acostumbrados este formato.
La serie comienza con Ana y Mariana, dos mujeres que parecen totalmente opuestas, dando a luz a su bebé en el mismo hospital. Por un descuido de la enfermera y un golpe del destino, al momento de entregarles a sus bebés se confunden e intercambian a las niñas. Días después el hospital avisa sobre la confusión, pero Ana y Mariana ya están encariñadas con cada una de las bebés, por lo que después de un sería de idas y venidas, deciden criarlas a las dos juntas.
Pero no todo puede ser tan fácil como parece, así que en la temporada 2 vemos cómo se distancian e intentan llevar una vida por separado con sus respectivas familias; sin embargo, el lazo que las une a ambas bebés es mucho más fuerte. Además comienzan a surgir sentimientos encontrados entre ellas.
La temporada 2 termina con Juan Carlos y Pablo, padres de las bebés, demandando a Ana y Mariana para poder quedarse con la custodia, y para contrademandar, ellas deciden fingir que son una pareja lésbica y que los padres de las bebés las discriminan por su preferencia sexual.
¿Qué pasa en la tercera temporada de ‘Madre sólo hay dos»?
En esta nueva temporada, también creada por Carolina Rivera y Fernando Sariñana, podemos ver cómo Ana y Mariana intentan mantener la mentira ante todos para quedarse con las bebés, y después de tanto fingir una de ellas se da cuenta de que en realidad sí está enamorada de la otra. Pero como en toda historia que quiere continuar, el timing no es perfecto y el amor no es recíproco en ese momento.
Ambas atraviesan por un proceso de crecimiento en el que tocan fondo, se traicionan, se perdonan y logran ser una mejor versión de ellas mismas juntas y cada una por separado. Es una evolución evidente que nos lleva a un desenlace que bien podría quedarse ahí o tener una siguiente temporada. En nuestra opinión, sería un final perfecto para esta historia.
Como sea, la tercera temporada, que ya está disponible en Netflix, nos presenta a personajes que ya conocemos, y algunos nuevos, quienes desarrollan tramas interesantes que enriquecen la historia principal y sin duda logran involucrarnos aún más.
Desde su lanzamiento, la tercera temporada de ‘Madre sólo hay dos’ se ha mantenido en el top 10 de lo más visto en México, por lo que sin duda es una buena serie para ver en plan de maratón estos días de descanso en familia o con la pareja. Prepara tu cobija, tu ponche, ¡y disfruta!