La Columbia Británica en Canadá es un destino reconocido por sus extraordinarias vistas naturales que todo el tiempo ofrecen un espectáculo diferente dependiendo de la estación del año en la que decidas viajar a este lugar.
Entre sus atractivos destaca la Isla de Vancouver, muy concurrida por su constante clima templado y por sus inmensos bosques en donde uno puede dar largas caminatas mientras disfruta de los famosos Shinrin Yoku o ‘baños de bosque’.
Los baños de bosque son una técnica japonesa para reconectar conscientemente con la naturaleza. Consiste en caminar a través de los senderos de un bosque a un ritmo tranquilo y en silencio, prestando atención a todo lo que nos rodea: los colores, las texturas, aromas, sonidos y hasta sabores si es posible comer algún fruto.
La finalidad es quitar el estrés, envolverse del presente y respirar aire puro, aunque también ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Entrelazados con las majestuosas vistas naturales de la Isla de Vancouver se encuentran bosques que parecen sacados de un cuento de hadas y que sin duda te ayudarán a ver todo desde una nueva y revitalizante perspectiva. Aquí te recomendamos 4 puntos desde donde puedes disfrutar los baños de bosque:
1. Parque Mount Douglas
Se encuentra a sólo 20 minutos del centro de ciudad de Victoria. Aquí encontrarás una gran variedad de flores silvestres durante primavera. Si quieres disfrutar de la brisa marina te recomendamos seguir el sendero hasta las orillas de la bahía de Cordova Bay.
2. Parque Provincial MacMillan
A 15 minutos al oeste de la ciudad de Coombs se encuentra este parque perfilado por cedros y ancestrales abetos Douglas con más de 800 años de antigüedad. Te sentirás como en un bosque encantado.
3. Parque provincial Elk Falls
El puente colgante y la cascada que se encuentran en este lugar le darán a tu paseo una dosis de aventura extra. Todo un reto para quienes le temen a las alturas, pero que vale la pena para recorrer a fondo los bosques antiguos de este parque.
4. Parque provincial Cape Scott
Se encuentra en la zona norte de la isla. Una caminata de 48 km de ida y vuelta a lo largo de la cual puedes ver los bosques de abetos Stika, arrecifes escarpados y playas de arena blanca que delimitan la línea costera. El recorrido por este parque es un viaje en el tiempo al ver los restos de los asentamientos daneses del siglo XIX. Además de ser el escaparate perfecto para quienes gustan de la fotografía de la vida animal, pues en el camino se pueden divisar aves, focas, leones marinos y nutrias.
Sin duda cualquiera de estos atractivos parques se convertirá en un bien merecido respiro y te conectará con la naturaleza de una manera íntima. ¿Te gustaría dar una caminata por estos lugares?