Es muy difícil que no nos dañen los efectos por el sol, la contaminación o diferentes factores que lastiman nuestra piel. Para contrarrestar todos esos daños sobre todo en la piel del rostro, es ideal que contemples tener una rutina no sólo de belleza, sino también de limpieza, pues aunque no lo creas ésta última es la más importante. Al cuidar tu cara es necesario que consideres qué tipo de piel tienes: seca, grasa o sensible. Puedes acudir con el dermatólogo, quien te ayudará a hacer una elección sana sobre los productos que necesitarás sin dañar tu cara o si lo prefieres puedes acudir a alguna tienda de cosméticos donde te hacen un facial gratuito haciéndote recomendaciones para tu tipo de piel que te explicaran a detalle.
Conocer cuál es tu tipo de piel así como los factores que la mantienen saludable es obligatorio, además de una rutina de limpieza facial óptima que no resulte agresiva, es decir que no provoque reacciones ni alergias.
Identifica tu tipo:
Piel normal
- Su suavidad y apariencia fresca.
- La elasticidad es notoria.
- Los poros no están obstruídos.
- La apariencia y textura no es seca ni grasa.
- Su brillo no es excesivo y a simple vista es saludable.
Piel seca
- La descamación parecida a un polvo fino es muy común; puede haber picazón y una sensación de estiramiento de la piel.
- Aparecen algunas manchas rojas así como acné ligeramente visible.
- Las líneas de expresión y arrugas son más notorias que en otro tipo de pieles.
Cuidado:
Lava tu cara dos veces al día. Por las mañanas puedes usar una crema que además de hidratar también funcione como protector solar. Algunas cremas, de acuerdo con dermatólogos de la AAD (American Academy of Dermatology), que contienen aceite de semilla de uva ayudan a disminuir la deshidratación de la piel.
Inclusive este tipo puede ser extremadamente seca. Si es el caso, lava con agua fría para mantener su humectación natural.
Piel grasa
- La zona T, que comprende frente, nariz y mentón, brilla en exceso e incluso la sensación puede ser de piel grasa.
- Los poros son excesivamente visibles.
- La duración del maquillaje no es prolongado debido a la secreción de sebo.
- Las pecas, líneas de expresión e incluso manchas aparecen, pero no tan marcadas como en las pieles secas.
Cuidado:
Lava tu rostro tres veces al día o las que el médico indique, ya que a veces el exceso de limpieza aumenta la secreción de sebo. Podrías usar una espuma facial no comedogénica, es decir, que no obstruya los poros. De lo contrario también se presentan los denominados ‘barros’ y ‘espinillas’.
Lo ideal es emplear jabones, lociones y cremas que contengan ácido salicílico o peróxido de benzoilo, ingredientes que disminuyen ese aspecto brillosos que carcteriza a estas pieles. Por otra parte, es recomendable la exfoliación una o dos veces por semana y evita productos que contengan manteca de cacao, canela y coco.
Es importante mencionar que también existen fórmulas faciales que brindan protección solar sin dejar apariencia grasosa. Para usar el adecuado, consulte al especialista en piel.
Piel mixta
- La zona T en efecto brilla. Sin embargo, las mejillas y el contorno de los ojos están deshidratados.
- Aunque puede lucir saludable y normal, la sensación del exceso de grasa y resequedad es constante.
Piel sensible
- Los cambios de clima generan manchas en este tipo de piel; usualmente son muy sensibles al sol. En este aspecto es determinante el color tanto de la piel, el pelo y los ojos.
- Los cosméticos pueden ser agresivos para este tipo de pieles. Algunos causan leves erupciones.
- Los poros son muy finos.
Cuidado:
Lava con una espuma suave sólo una vez al día. Este tipo no requiere ser exfoliada; también debe evitar cremas libres de fragancias, alcohol y jabones.
Los productos que mejor funcionan con las pieles sensibles son aquellos hechos a base de manzanilla, aloe o polifenoles de té verde, porque son ingredientes suaves que no irritarían la piel.
Independientemente del tipo de piel, es de igual importancia contar con un protector solar que aplicarás segúnlas instrucciones del dermatólogo o bien sobre la crema que necesite tu cara, 20 minutos antes de exponerte a la luz del sol.
Limpiadores
Actualmente existen diferentes tipos de limpiadores en espuma, geles o cremas acorde a cada necesidad. Verifica que estos estén hechos según tu tipo de piel (que previamente ya elegiste en la parte de arriba)
- A base de ácido salicílico o peróxido de benzoilo para controlar la grasa en la piel. No deben contener alcohol ya que generarán resequedad. Existen también productos elaborados con complejos vegetales que reequilibran la piel y dan un aspecto mate, por ejemplo con extractos de toronja, lavanda, limón o romero.
- Que contengan vitamina E, lociones o espumas faciales, para las pieles secas. Incluso geles que contegan extracto de manzanilla y almendra por sus efectos humectantes.
- Sin alcohol ni aroma para las pieles sensibles. Hay cremas faciales limpiadoras que no agreden la sensibilidad de este tipo de cutis.
Elige un limpiador que se adapte a tu tipo de piel y necesidades, que no sea agresivo, para que la piel luzca sana y fresca.
Si buscas un buen producto limpiador te recomendamos una leche desmaquilladora con ayuda de unos cuantos algodones.
Modo:
Presiona suavemente sobre la piel y arrastra despacio para eliminar toda la suciedad. También puedes emplear agua micelar. Empapa un algodón y comienza retirando el maquillaje de los ojos. Usa un desmaquillante especial para ojos si usas una máscara de pestañas waterproof o tu maquillaje es muy abundante.
También hay en gel, espuma o mousse, búscalos en las tiendas departamentales hay de diferentes marcas y con diferentes aplicadores…