Mientras a Daniela Magún la maquillan y le alisan el cabello, muy cerca están sus hijos: Liam, de siete años, y Julian, de cinco, ensimismados jugando con su consola de videojuego un partido de FIFA. Aunque el menor, por su edad, no hace más que apretar botones y emocionarse, cuando se para por un panqué, Liam nos dice: “Verás cómo le gano fácil, es que no es muy bueno en éste, pero me gusta jugar con él”.
Es evidente la hermandad y amistad que sus padres han inculcando en ellos, además de que son muy educados: Daniela los invita a saludar a todos y a dar las gracias cuando reciben algo. Ese día en la mañana, la conductora e integrante de Kabah fue a la escuela de los pequeños a recoger los uniformes y llevarlos para que les bordaran sus nombres. Y es que aunque reconoce la importancia de sentirse una profesionista exitosa y ser una buena esposa, su faceta de madre es prioridad para ella.
Liam empezará su segundo año de primaria y Julian el último de kínder. El mayor dice que de grande quiere ser policía o jugador de futbol, y el pequeño no sabe elegir entre ser ninja o Spiderman, aunque señala que para ser el superhéroe, necesita que primero lo pique una araña.
Al preguntarles si les gustaría ser cantantes o trabajar en televisión como su mamá, los dos dicen que no, pero el menor afirma que lo que sí le gusta es ser famoso, algo que define como “cuando la gente te conoce como a un superhéroe”, a lo que Liam agrega: “¡Y te dan mucho dinero!”.
Liam afirma que la materia que más le gusta es matemáticas, y escribir no tanto “porque se cansa mucho la mano”, y a Julian, cantar y bailar “porque es más divertido”que read and write.
Así como Liam nos confiesa que lo que más le gusta vestir para ir a la escuela son los pants, y a Julian su chamarra, “que tiene pelos adentro”, Daniela también nos comparte su look favorito para ir por ellos, además de lo que significa el regreso a clases y lo que recuerda de su etapa como escolar.
Como mamá, ¿cómo vives el regreso a clases?
Todo me estresa, pero es un estrés bonito. Digo, como mamá te estresas por el nuevo año escolar que comienzan tus hijos y piensas en qué salón les tocará, con cuáles compañeros y maestra. Además de conseguir los útiles, forrar las cosas, alistar los uniformes. suena a “ñora”, pero es la verdad, no hay de otra. También pensar en cómo acomodar sus horarios con las otras clases que llevan en las tardes. Y es que también te estresas por ellos porque quieres verlos felices y bien en su nuevo salón, pero como trabajo mucho en mis cosas, entonces me organizo y no me dejo estresar de más.
Entonces, ¿la organización es tu secreto para ser una mujer exitosa como mamá y profesionista?
Soy muy organizada y trato de hacer las cosas de una forma rápida y concisa para poder hacerlo todo, aunque en casa tengo a alguien que me ayuda desde que yo era una niña, entonces le tengo mucha confianza; además, mi esposo me echa mucho la mano, así como mis papás, y es que no sabes cómo les encanta estar a mis hijos en la casa de sus abuelos. Sin embargo, mis hijos siempre serán prioridad, y por eso estoy pendiente al mil por ciento de ellos y sus cosas. Si en la escuela hay una fecha importante o actividad, siempre voy. Me gusta conocer a los padres de sus compañeros y que ellos me conozcan y sepan que soy una mamá presente, además de que así sabes quiénes son los niños problema y por qué.
¿Te sueles levantar muy temprano?
Sí, pero también soy permisiva conmigo misma; si tuve un concierto la noche anterior, no me despierto para llevar a los niños a la escuela, entonces me ayudan con eso, y tampoco me voy a martirizar por ello. No hay que ser tan dura con uno misma, ya que las otras facetas como mujer también son necesarias y te nutren.
¿Te sientas con tus hijos a hacer sus tareas, eres buena para las manualidades?
Siempre, y es necesario hacerlo. Soy muy buena para las manualidades, pero los dejo a ellos hacer las cosas, aunque no lo hagan tan bien, pero a veces te llevas sorpresas. Una vez Liam debía hacer una maqueta de una morsa con plastilina, y lo ayudó su hermano; les quedó tan bien, y yo sólo me senté a verlos.
¿Tus hijos son muy sociables en la escuela?
Sí, los dos, aunque tienen personalidades muy distintas, pero las dos son muy llevaderas. Liam es más introvertido y callado, pero es muy inteligente y seguro de sí mismo, sé que hace amigos muy fácilmente, pero si está solo va a estar feliz y tranquilo; en cambio, Julian es muy extrovertido y chistoso, pero es algo más inseguro porque es muy sensible.
El pequeño está en kínder, pero ¿en cuál te reflejas más cuando tenías esa edad y eras estudiante?
Liam es más como yo. Claro, la educación hoy en día es muy diferente a cuando yo estaba chica. Antes era de 2 más 2 son cuatro, pones atención, llevas el dictado y haces el examen. Ahora se fijan mucho en las personalidades y en la forma en que mejor aprenden, y esto está muy padre porque hay una evolución en la educación. En mis tiempos aprendías o reprobabas; por suerte, a mí se me facilitó la escuela, no me costaba trabajo, estudiaba poco y me iba bien.
¿Te costó mucho elegir la escuela de tus hijos, qué buscabas en ella?
Quería un lugar muy inclusivo, que no fuera de una sola religión ni sólo de hombres; que fuera abierto y tomaran en cuenta los idiomas. Como ahora todo es tan global, deseaba que los educaran como si fueran ciudadanos del mundo para que se sintieran bien acá, pero también en cualquier otro país.
¿Qué recuerdas más de tu tiempo como estudiante?
Muchas cosas, pero nada como los maestros que te marcan de por vida. Tuve uno de matemáticas que todo el tiempo nos hacía exámenes de ortografía de los números y nos decía: “Si van a escribir cheques, deben hacerlos bien”, y no hay ocasión en que yo hago uno y no me acuerde de él. O de otra maestra que me inculcó muchísimo el amor por la lectura porque nos dejaba libros que no necesariamente eran los que debíamos leer.
¿Eras muy aplicada?
Sí, era de las que le iba bien y se sentaba hasta adelante. Me fascinaba sacarme buenas calificaciones, y no porque en mi casa me las exigieran, ya que mis papás eran muy tranquilos en ese sentido. Toda la prepa y la universidad las hice trabajando, e iba a escuelas normales, pero faltaba mucho por el trabajo. Sin embargo, me iba bien, por eso veía a mis compañeros que sólo se dedicaban a estudiar, que es lo normal, y se me hacía raro que a muchos les fuera mal.
Y a tus hijos, ¿les pides buenas notas?
Liam es alumno de 10, pero solito, no sé si se lo exigiría siempre, porque yo le digo: “Te fue increíble y estoy feliz por ti, pero el que tiene que estar más feliz eres tú y sentirte orgulloso por esos resultados, porque yo te voy a amar siempre”. Trato de que se acuerde de ese sentimiento que tiene cuando lo felicitan sus maestros para que quiera seguir sintiendo igual, y no sólo en la escuela, sino en la vida en general, por hacer las cosas bien.
Los dejo mucho ser ellos, aunque también he querido inculcarles mucho la parte creativa, por eso van a clases de guitarra o dibujo. Y aunque no son tanto de cosas físicas, van al futbol y al karate, porque el hacer ejercicio y la disciplina también son importantes.
¿Cuál es tu look favorito para ir a la escuela por tus hijos?
Zapatos bajos siempre. No entiendo a las mamás que van, suben y bajan escaleras en taconazo. Las respeto y admiro, pero yo no puedo; además, amo los tenis. Entonces unos tenis bonitos con unos jeans, una camiseta, un blazer, una cola de caballo, y estás increíble.
Frases
«… Mis hijos siempre serán prioridad, y por eso estoy pendiente al mil por ciento de ellos y sus cosas. Si en la escuela hay una fecha importante o actividad, siempre voy»
«Todo me estresa, pero es un estrés bonito. Digo, como mamá te estresas por el nuevo año escolar que comienzan tus hijos y piensas en qué salón les tocará, con cuáles compañeros y maestra.»
«Zapatos bajos siempre. No entiendo a las mamás que van, suben y bajan escaleras en taconazo. Las respeto y admiro, pero yo no puedo; además, amo los tenis.»