Este fin de semana los ojos de Europa voltearon a Roma, donde Lady Katherine Eleanor Spencer, conocida como Kitty, sobrina de Lady Di, contrajo matrimonio a los 30 años con el magnate sudafricano Michael Lewis, de 62 años.
Aunque ella asistió a la boda de su primo Harry con Meghan Markle, la presencia del príncipe no ocurrió de manera recíproca. También trascendió que aunque la novia tuvo oportunidad de usar la tiara de la familia con la que su tía Diana le dio el sí al príncipe Carlos, en 1981, tampoco la incluyó en su ajuar.
Lady Kitty es hija de Charles Spencer, hermano de la princesa Diana; sin embargo, la novia se ha desenvuelto en su propio camino como aristócrata y como modelo, profesión que heredó de su madre Victoria Lockwood.
La novia es portavoz de la firma de joyería Bvlgari, además de embajadora mundial de Dolce&Gabbana, por lo que eligió a esta casa para la creación no de uno, sino de cinco vestidos para su gran día.
La boda se guardó con recelo y los medios locales apenas alcanzaron a intuir que se realizaría al ver que diversas amigas y familiares de la novia se habían reunido en Florencia para celebrar con ella lo que fue su despedida de soltera.
La unión tuvo lugar en la Villa Aldobrandini, un palacio considerado joya arquitectónica del siglo XVI. La novia tuvo que convertirse meses antes al judaísmo, religión que profesa su ahora marido, con quien inició una relación en agosto de 2018.
El sudafricano es director de la empresa textil Foschini Ltd. y fundador de una empresa de biotecnología en Israel. Es divorciado tras un matrimonio fallido en 1985, del que tiene tres hijos que ahora son adultos. Su mansión en Londres está valuada, según medios europeos, en 19 millones de libras. Pidió matrimonio a Lady Kitty con una pieza de platino con diamante rosa y un halo de diamantes blancos.
De entre todos los puntos que pudieron llamar la atención, lo que se robó las miradas fue el vestido de la novia, quien se enfundó en encaje blanco trabajado exclusivamente para ella desde Milán, Italia. La inspiración fue en el estilo victoriano, con cuello alto, mangas largas y un abullonado en los hombros. La hilera de diminutos botones recorrió de principio a fin la pieza alta, una especie de corpiño ceñido hasta su cintura, para de ahí partir en una falda llena de volumen.
Como detalle extra eligió un recogido en su cabello para cerrar con un velo largo que en algunas imágenes le cubre el rostro, y con el que fue entregada en el altar por sus hermanos. Su padre fue otro ausente en la unión.
Stefano Gabbana y Domenico Dolce compartieron en sus redes sociales que el ajuar fue pensado para un día especial, y que incluso no fue conformado por un vestido blanco hecho a mano para ella, sino de cinco atuendos en total.
De los talleres de alta moda también salió un vestido en tono marfil con flores fucsia pintadas a mano, así como hombros al descubierto. En algún momento de la recepción, la novia también llevó un vestido azul celeste con escote palabra de honor, flores bordadas y tul. Y en el video de las pruebas de la novia también se le ve con una falda blanca y un cuerpo verde de mangas cortas, así como con otro vestido de cuello redondo y detalles dorados.