Kate del Castillo anunció la rifa de su lujoso auto Lexus LC 500, un modelo de alta gama con apenas 3 mil 500 millas recorridas.
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Del Castillo invita a sus seguidores a participar en la rifa con un boleto de 50 dólares, destacando que “no quiere el auto en su garage” y que una parte de los fondos recaudados se destinará a la beneficencia. Sin embargo, la actriz no especifica a cuál ni el monto que se le dará.
La ganadora o el ganador del auto será elegida el 12 de diciembre, fecha que la actriz eligió por coincidir con el día de la Virgen de Guadalupe, buscando así darle un toque especial al evento.
Una rifa criticada
La iniciativa ha generado opiniones divididas. Si bien algunos seguidores celebran la idea como una oportunidad única de obtener un auto de lujo y participar en una causa solidaria, otros critican la acción, calificándola de “innecesaria” para una figura de su nivel.
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Los cuestionamientos en redes sociales se han centrado en el hecho de que una personalidad famosa utilice una rifa para vender un auto personal, cuando muchos esperaban que, en su lugar, lo donara íntegramente para subasta o caridad.
Además, algunos consideran el costo del boleto excesivo y dudan de la transparencia del proceso de selección del ganador, lo cual ha aumentado el escepticismo en torno a la rifa.
Kate ha respondido en sus redes defendiendo su propuesta: “Mi coche, que amo y he disfrutado mucho, sigue parado en el garage… quiero que alguien más lo disfrute, ¡es una chulada de coche!”, declaró.
En una transmisión en vivo, la actriz describió el automóvil como una “belleza” y animó a sus seguidores a adquirir boletos cuanto antes; además, aclaró que la elección será mediante “una tómbola y su mano santa”.
Con su habitual estilo sincero, Kate parece decidida a seguir adelante y, en sus palabras, “darle la oportunidad a alguien más” de poseer el auto.
