Hija, nieta y una doctora que hubiera estado dispuesta a salvarle la vida a cualquier persona, ella era Mariana, a quien le arrebataron no sólo su más gran sueño, sino también su vida.
El 28 de enero de 2021 la joven de 25 años fue hallada sin vida por ahorcamiento en el cuarto que ella habitó durante el servicio social que realizaba en el hospital de Nueva Palestina, municipio de Ocosingo, Chiapas.
«Era muy carismática, tranquila, entregada y siempre estaba de buen humor», comentó en entrevista Maru, una de sus grandes amigas de la infancia.
María Eugenia Ozuna era amiga de Mariana desde la primaria y nos contó el gran esfuerzo que implicó para su compañera lograr ser doctora.
Resaltó su gran lucha para ingresar a la Facultad de Medicina en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), pero gracias a su gran pasión logró terminar sus estudios e ingresar al servicio social a finales del año pasado para obtener la titulación e iniciar su especialidad al concluir la pasantía.
Lamentablemente la joven se quedó a la mitad del camino; su sueño se apagó y lo único que queremos y exigimos es justicia para ella y para todas la mujeres que México ha perdido a causa de los feminicidios.
Hace no más de un mes aproximadamente Mariana levantó un reporte ante las autoridades y la universidad, pues la joven sufrió una violación en la que supuestamente participó un compañero médico. La doctora solicitó un cambio de hospital para terminar su servicio social en otro hospital y/o municipio. Ante esta delicada situación, a Mariana únicamente le dieron unos días de vacaciones por lo sucedido.
Durante las siguiente semanas la doctora continuó asistiendo a su servicio social hasta que el pasado jueves le arrebataron la vida; aún no se sabe quién o quiénes son los culpables del feminicidio. Según información de Maru, en la necropsia no se encontraron señales de violencia.
El cuerpo de Mariana fue llevado a Tuxtla Gutiérrez, junto a su familia.
«Se hizo una cooperación entre amigos y familiares para traer su cuerpo», dijo Maru.
La vida de Mariana no regresará, pero a todos nos corresponde exigir justicia por ella, ya que ahora es Mariana, pero mañana podemos ser cualquiera de nosotras. El feminicidio es uno de los problemas más grandes en el país y la única de manera de ser escuchadas es alzando la voz por las que están y por las que ya se fueron.
En los últimos días se han llevado a cabo manifestaciones en Chiapas por el caso de Mariana; mañana también habrá una marcha en el Parque Bicentenario de Tuxtla, a las 11:30 am, para exigir a las autoridades que se abra una carpeta de investigación.
Hoy por ti, mañana por tus hijas, hermanas, madres y amigas, ¡Nos falta Mariana!