Participan en la obra de teatro Cuerdas, junto con Luis Roberto Guzmán
Soraya Villanueva
Hace un año Osvaldo Benavides (OB) y José María Yazpik (JM) actuaron juntos en Un hombre ajeno; hoy están de regreso en escena para ofrecernos una historia entrañable y llena de humor al ser hijos de un prestigioso equilibrista que camina sobre una cuerda floja.
La obra en cuestión es Cuerdas, puesta en escena original de la dramaturga Bárbara Colio, quien ganó el Premio Nacional de Dramaturgia Bellas Artes, que se estrenó en 2011 bajo la dirección de Richard Viqueira.
Con la participación de Jorge Ballina en la escenografía e iluminación, y la música a cargo de Madame Miniature, el montaje presenta la historia de tres hermanos: Peter, Paul y Prince, quienes emprenden un viaje para encontrarse con su padre, a quien no han visto en 25 años porque él decidió continuar su carrera como equilibrista lejos de ellos.
La obra brinda al espectador la posibilidad de comprender y observar, desde un ángulo familiar, cómo funciona el universo masculino, pues en la trama los tres personajes buscarán entender la pasión de su padre y se replantearán cuál es su relación, llevándonos a un viaje pleno de emociones cuando son invitados al último espectáculo de su padre.
Luis Roberto Guzmán completa la tripleta de actores que participan en esta obra dirigida por Antonio Serrano y que se presenta en el Teatro López Tarso del Centro Cultural San Ángel hasta el 23 de agosto.
En entrevista para EstiloDF, José María y Osvaldo nos platican acerca de sus personajes, Paul y Prince, respectivamente, y nos comparten planes de sus próximos proyectos.
De nuevo les toca coincidir en un montaje, ¿fue casualidad o lo planearon?
JM: Primero, debo confesar que estoy feliz porque regreso a hacer teatro, y es más bonito aún por ser un trabajo con amigos. El texto de Bárbara me encanta, y apostar por la dramaturgia mexicana es genial. Todo se conjunta para que sea un regreso muy gozoso entre amigos. El teatro siempre lo extraño, hacerlo es alimento para el alma, pero si pudiera no lo haría siempre porque me cansa y debo dosificarlo. Trabajar en conjunto de nuevo fue casualidad, no lo buscamos, la situación se dio.
OB: Yo me enteré del proyecto hace tiempo, justo cuando estaba con Chema en Un hombre ajeno. Ya estaban los tres actores, que son mis amigos, y meses después se desocupó un puesto; hablé con Chema y los productores porque desde que me lo platicaron me llamó la atención y tenía ganas de participar, y las cosas se acomodaron a mi favor. Me hace feliz salirme con la mía, de cierto modo, y estar en el proyecto que sé que tendrá éxito porque fue hecho con cariño. Esperemos tenga más vida después de esta corta temporada y la gira.
Platíquennos acerca de sus personajes Paul y Prince…
JM: Interpreto a Paul, el hermano de en medio; se siente invisible porque pasó a ser nadie cuando llegó el hermano menor. No es exitoso ni profesional ni emocionalmente, pues no tiene pareja ni una relación estable. Es el más apegado a su madre, pero por razones monetarias, no afectivas; es un tipo inmaduro que no tiene filtro y dice las cosas sin pensar. Siente que su padre nunca lo vio y está perdido en un limbo extraño donde no sabe quién es.
OB: Prince es el hermano menor, es sarcástico y gruñón; está distanciado de todo por el abandono del padre, está dolido, pero procura que eso no le afecte demasiado. Es el más honesto, quien se da cuenta de lo que pasa y llama a las cosas por su nombre, sin engaños mentales; confronta y asume el dolor que transita por su vida. Es el único que tiene claro lo que busca en la travesía en que se embarca con sus hermanos para buscar al padre, y al final nos sorprende.
¿Qué reflexión persigue la trama?
JM: No pienso en ninguna reflexión, esa es labor de Bárbara. En mi caso siento que es un trabajo de manera personal lo que la obra te da como actor, y casi no tengo parecido con el personaje porque mis papás siguen casados y nunca sufrí abandono, pero sí hay coincidencias porque se aborda el tema de juzgar a personas de tu familia sin tener las armas para hacerlo. Todos hemos sido padres, hijos o hermanos, y el texto abarca cada situación, permite que el espectador se identifique con algún personaje, lo demás viene solo.
OB: La manera en que se plantea la historia hace cambiar la perspectiva de las personas. La obra es afortunada por la forma en que se dan los sucesos, y por su ritmo y agilidad hace que la gente no sólo ría, sino también reflexione acerca de su vida familiar y cotidiana.
Se le podría llamar entonces comedia inteligente…
JM: Sí, es una comedia inteligente, es el tipo de humor que me gusta; está bien realizada y mantiene a los espectadores con carcajadas todo el tiempo, pero también les deja enseñanzas y los toca con una reflexión sobre la familia. Cuando leí la obra me atrajo de inmediato.
¿Siempre es así a la hora de elegir proyectos?
JM: Es intuitivo. El 99% de las decisiones que tomo son por intuición, no intelectuales; siempre es a primera vista y después cuando lo analizo descubro por qué lo hice. Intento hacer un proyecto a la vez, no me gusta hacer cine, teatro y conferencias al mismo tiempo, trato de hacer una sola actividad para concentrarme y depositar mi energía en ello.
Eres de los que no buscan personajes específicos…
JM: Ya dejé de pensar así, no hay ningún personaje que anhele realizar en un futuro, quiero que me sorprendan conforme aparecen en mi vida; acabo de interpretar a un plomero en Las oscuras primaveras y no iba por la vida diciendo: “¡Quiero hacer un plomero!”. Estoy abierto a lo que venga, ese es el trabajo de cualquier actor. No creo en eso de ser chambista y hacer todo, hay que escoger por diversión o crecimiento, pero no buscarlos. Se debe tener paciencia, las oportunidades llegan y nunca se sabe cuándo.
¿Qué pasó con la cinta de El jesuita, se estrenará?
JM: No sé si se vaya a estrenar algún día, supongo que sí; prefiero no hablar de ella hasta que sea seguro su estreno.
Osvaldo, te veremos en televisión en A que no me dejas, ¿qué diferencia tiene con las historias que se cuentan siempre?
OB: Sí, es el cuento de siempre: la historia de una pareja que se enamora profundamente y tienen en común familias, clases sociales, pero en esta ocasión resulta interesante porque tiene dos historias que giran en un mismo eje. Ya lo verán, por ahora no puedo decir mucho.
Has tenido oportunidad de crecer junto al cine mexicano, ¿cómo lo ves actualmente?
OB: Se hace mucho y es bueno que haya estímulos fiscales para filmar más películas, sin duda hay un boom de éxito en el cine. Ahora falta afinar la puntería y lograr mejores cintas. Hay algunas buenas, tanto comerciales como independientes, pero nos toca meter bien esos goles para que haya mayor calidad y no sólo gusten. También creo que debe haber más diversidad, no sólo comedia romántica, es preciso abrir el abanico de estilos. Es un proceso que se irá dando, afinar las historias para que sean más trascendentes sin dejar de ser comerciales. Estoy en pro del cine comercial, pero no sólo se trata de entretener, se puede hacer reír y aportar algo más allá de sólo un buen rato en una sala de cine.
¿Qué tipo de cine disfrutas ver y cuál te gustaría realizar?
OB: Veo de todo. Desde niño disfruto ver películas independientes de todas partes del planeta, y lo hollywoodense, me gustan todos los géneros. El cine que quiero hacer es comercial, pero con corazón e inteligencia, no sólo busco ser exitoso y ganar dinero. Sí, quiero un buen proyecto, que me abra las puertas para seguir en esto, pero también me deje expresar lo que quiero en el momento y mueva las fibras de las personas.
¿Hay algún director al que admires?
OB: Nunca puedo responder eso porque es como decir quién es tu hijo preferido, y eso es injusto. Admiro lo que hacen en Estados Unidos varios mexicanos como Lubezki, Iñárritu, Cuarón, Del Toro; es un sistema duro y es admirable lo que han logrado, me gustan mucho sus últimos trabajos. Pero bueno, hay tantos directores vivos, muertos y nuevos con los que me gustaría o me hubiera gustado al menos tomarme un café o saludarlos, y ya si se puede trabajar con ellos, pues qué mejor.
¿Qué proyectos vienen para el último semestre del año?
JM: El estreno de Mr. Pig, de Diego Luna, y seleccionar y acomodar algunas obras de teatro que posiblemente se pueden dar. También debo preparar unas ficciones para Tintorera.
OB: Produzco proyectos para el año que entra; desarrollo y produzco una película donde eventualmente podría actuar. Viene algo de teatro y quizá se cocine una serie; por el momento, a full con la telenovela y Cuerdas.
CUESTIÓN DE ESTILO
JOSÉ MARÍA YAZPIK
Miedo: No estar cuando su hija lo necesite.
Pasatiempos: Le encantan los deportes, jugar póker y viajar.
Estilo al vestir: Relajado. Sus prendas básicas son unos jeans, playeras y tenis.
Película: Las vueltas del citrillo, la cual cambió su perspectiva actoral.
OSVALDO BENAVIDES
Película: Pink Floyd The Wall fue una de las primeras que vio en su infancia, y algunas de Kubrick.
Estilo al vestir: Cómodo. Sus básicos son jeans oscuros, chamarra de piel y botas.
Pasatiempo: Tocar junto a su banda de música electrónica.
Deporte: Le gusta hacer ejercicio y practica box.
Curiosidad: A donde va siempre lleva yerba mate. “Siempre me acompaña mi mate; todo mundo toma café en las mañanas, yo tomo mate”.
FRASES
“La obra es afortunada por la forma en que se dan los sucesos, y por su ritmo y agilidad hace que la gente no sólo ría, sino también reflexione acerca de su vida familiar y cotidiana” OB
“Es una comedia inteligente, es el tipo de humor que me gusta; está bien realizada y mantiene a los espectadores con carcajadas todo el tiempo, pero también les deja enseñanzas y los toca con una reflexión sobre la familia” JM
“Estoy en pro del cine comercial, pero no sólo se trata de entretener, se puede hacer reír y aportar algo más allá de sólo un buen rato en una sala de cine” OB
“Estoy abierto a lo que venga, ese es el trabajo de cualquier actor” JM