Uno de los buzos mexicanos con mayor experiencia a nivel internacional, nos cuenta en exclusiva sobre su documental, Tiburones de México, con el que pretende demostrar el potencial de los mares nacionales como santuarios de tiburones
Siempre le llamaron la atención los animales que representan poder y se imponen sobre otras especies, curiosidad que aumentó con los años gracias a las historias y anécdotas que le contaban sus padres sobre sus jornadas de buceo en Miami. «Era un niño cuando mi papá me platicaba todo eso, así que la idea de adentrarme en el mar para buscar a estos seres tan poderosos me emocionaba mucho», nos comparte Gerardo, quien cuenta con más de dos décadas de experiencia en el mundo de las inmersiones marinas.
Con los años su hobby se convirtió en más que un pasatiempo al darse cuenta de los peligros y amenazas de las especies submarinas y el desprestigio que tienen los escualos entre los que gustan de nadar en los mares tropicales de todo el mundo, gracias al cine y a cientos de leyendas que se cuentan alrededor de ellos.
«Es mucho más probable que mueras porque te caiga el coco de una palmera que por el ataque un tiburón. Ellos viven ahí, pero son menos agresivos de lo que se cree, y de hecho están amenazados por nosotros mismos», continúa el buzo egresado del PADI (Professional Association of Diving Instructors).
La idea de su trabajo, comenta Del Villar, es también dar a conocer que los mares mexicanos son de los santuarios de tiburones más grandes e importantes del mundo, pues son comunes en las costas del Mar de Cortés, Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe.
«He buceado en los mares de todo el mundo, y aunque Australia y Bahamas son famosos por tener áreas ideales para los avistamientos de este tipo de peces, nuestros mares no les piden nada; no todo en México son el tiburón ballena y pez vela.
«Estos peces son maravillosos, realmente me enamoré desde el primer día que nadé con ellos directamente, así que desde entonces me ha interesado que otras personas se acerquen también a ellos por medio de alguno proyectos en los que he participado, como fotografiar a los supuestos 10 tiburones más peligrosos del mundo», agrega.
Con este trabajo, resalta Gerardo, se demuestra una vez más que los tiburones no son como los muestran en el cine.
Escualos mexicanos
Otro de los propósitos de su documental es la promoción del cuidado de estas especies, sobre todo en México, uno de los países con las mayores flotas pesqueras e industrias turísticas en el mundo. «Cuando me preguntan por qué hago todo esto, les respondo algo muy sencillo: en este trabajo se combinan dos de las cosas que más amo en la vida: los tiburones y mi país», explica.
Sin embargo, reconoce que filmarlo no fue tarea fácil, porque si bien estar frente a los llamados reyes de los mares es técnicamente complicado, la parte del financiamiento y el poco apoyo en la materia lo hicieron todavía más difícil. «Todo eso lo pudimos superar porque luchamos contra el clima extremo de algunas áreas de nuestros mares, pero siempre lo logramos. Además armamos un equipo de profesionales que hizo posible un trabajo impecable», apunta.
Con locaciones en Playa del Carmen, Cabo Pulmo, Isla Mujeres, Veracruz, Isla Guadalupe y el archipiélago de Revillagigedo, el resultado final es una secuencia de imágenes llenas de adrenalina y paisajes submarinos que hacen constar lo maravilloso que son los mares mexicanos y quienes los habitan, según palabras del buzo profesional.
El material está dirigido a todo el público, y su premier está programada para los primeros meses de 2015, aunque desde ahora está siendo inscrito en festivales de cine nacionales e internacionales como el Barcelona Underwater Festival y el Blue Ocean Film Festival, el más importante en su categoría en Estados Unidos.
«Sé que muchos de los espectadores se van a sorprender cuando vean el documental, no sólo por la belleza de estos depredadores, sino por la variedad de éstos y las amenazas que sufren día a día. Quedé muy contento con el resultado y estoy seguro que les va a encantar; por ahora ya lo estamos inscribiendo en algunos festivales de cine nacionales y extranjeros.
«EstiloDF y sus lectores son de los primeros que pueden ver estas fotos del ‘Detrás de cámaras’ y el tráiler de la producción. A todos ustedes les doy las gracias por voltear a ver a estos impresionantes peces, y espero que les guste el documental», finaliza.
Ahora la lucha consiste en la búsqueda de espacios para dar a conocer su trabajo, mientras continúa con sus actividades dentro de la empresa Dive Encounters, en la que además de impartir cursos de buceo se organizan expediciones a través de mares nacionales y extranjeros, como en Bahamas y Costa Rica, donde los tiburones son el principal objetivo de sus inmersiones.
