Busca nuevos retos para crecer como actriz
Se declara novia de Alf debido a la afición que tiene con el personaje de la serie ochentera. Pero además del extraterrestre proveniente de Melmac, Fran adora los gatos y, sobre todo, a sus ocho perros.
“Amo a todos los animales, incluso a los humanos”, bromea la actriz de Así en el barrio como en el cielo.
Consciente de que una carrera se construye con base en la preparación y el estudio constantes, Fran tiene grandes ambiciones que poco a poco conquista. El ejemplo más claro es su incursión en Teatro en corto, donde apenas hace una semana terminó de dar funciones. De esta manera la actriz sigue dando pasos sólidos en una industria que no asegura nada a nadie.
Tienes 33 años, estás recién casada y vienen proyectos como actriz, ¿qué te falta?
En realidad si me dijeran: “Fran, mañana te mueres, ¿qué te falta?”, podría decir que nada; estoy contenta con lo que he logrado, lo que tengo y lo que he hecho. En este momento de mi vida estoy plena, tengo un excelente hombre a mi lado que cada día me sorprende más, tengo mis ocho perros, mis papás, mi hermano, y he logrado lo que he querido en cuestión profesional. Sin embargo, el ser humano siempre va a querer más y habrá algo nuevo que aparezca en el camino y me haga quererlo.
¿Piensas tener hijos?
No lo he pensado, en este momento no lo planeo, pero tampoco lo descarto. Me fascinan los niños, me encanta convivir y aprendo mucho de ellos; me gusta contagiarme de su inocencia, de su energía, pero llegará su momento, y si no sucede, no pasa nada. Hoy en día las mujeres se trauman mucho con el rollo de “ya tengo 40 años y no he sido mamá”, pero las cosas son diferentes en la actualidad. Las mujeres trabajamos, evolucionamos y hacemos muchas cosas, y si se me pasa el tiempo, no estamos negados a la adopción.
No es una obsesión…
En algún momento de mi vida lo fue, cuando tenía como 25 años. Mis amigas son de provincia y de pronto volteas y ya están casadas, con hijos, y te entra un trauma, pero no me duró tanto porque me di cuenta que fue mi elección, y mi carrera me llena mucho.
¿El matrimonio te cambió la vida?
No me cambió, es chistoso porque me sigo sintiendo la novia. El otro día me pasó con mi mamá y le dije: “Nada más que llegue mi novio y le pregunto”, y me dice mi mamá: “No es tu novio Fran, es tu marido”. No cambió nada y lo agradezco porque a muchas parejas les entra la presión de firmar un papel, y nosotros tenemos muy claro que la firma es por si el día de mañana tenemos hijos y por la seguridad que les das a ellos; no es una seguridad para nosotros porque el ser humano es cambiante y nosotros hoy podemos estar juntos y mañana no, y un papel no va a hacer la diferencia.
Gabriel García Márquez decía lo siguiente: “El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno”, ¿coincides?
Está interesante la frase, pero pienso que es más una oportunidad que un problema. Si tienes la oportunidad de reconstruir puedes corregir los errores que cometiste el día anterior, puedes reconstruir desde la experiencia y el aprendizaje de algo que sucedió erróneo con tu pareja. Las relaciones son muy complicadas y el matrimonio más porque vives bajo el mismo techo, teniendo experiencias de vida distintas, formas de ser, cómo te manejas en tu casa; de pronto puede ser un caos, pero si negocias y dejas de ver al otro como tu victimario y tú como víctima, y lo ves como un maestro de vida y un espejo que me va ayudar a crecer, eso hará que el matrimonio funcione.
Respecto a la obra Sólo 15 minutos, ¿se puede odiar en el amor?
Sí, por supuesto, me ha pasado. Pienso que todos en algún momento de nuestra vida odiamos y amamos al mismo tiempo; no puedes odiar si no amas, para odiar necesitas amar a esa persona, tener sentimientos muy fuertes con ella, porque si una persona te es indiferente, no la puedes odiar.
¿Ésta es tu primera obra en corto?
No, es la tercera, tuve una participación especial e hice una temporada en diciembre, y ahora ésta.
¿Cómo te sentiste en este ambiente teatral más íntimo?
Son proyectos complicados. La primera fue una participación especial, y la segunda fue estar ahí. Fue complejo porque hay gente que es poco respetuosa y de pronto comienzan a platicar, a carcajearse, a hablar del huevo de la mañana, se ponen a comer, te ponen jeta porque no le gustó; los tienes a centímetros de distancia, entonces realmente se vuelve muy afectivo, y si tú como actor no estás metido en tu papel, te carga la fregada.
¿Te divertiste en el papel de Casandra Legarreta en “Así en el barrio como en el cielo”?
Ha sido el proyecto más divertido de mi carrera, me reía como enana, disfrutaba cada tontería que se me ocurría decir para molestar a Mariano; afortunadamente tenía toda la libertad de improvisar y de enriquecer el personaje, lo disfruté enormemente.
¿Tienes algo de Casandra?
Lo que podría tener de ella es que no quita el dedo del renglón y es muy guerrera. Su forma no es la correcta, en eso no se parece nada a mí, pero en lo guerrera sí, soy una mujer que cuando quiere algo lo intento hasta sus últimas consecuencias.
¿Ahora qué papel buscas hacer?
Me gustaría hacer algo diferente, como una dark, una drogadicta, una putona, no sé, algo realmente distinto a lo que el público y yo estamos acostumbrados a ver de mí. Me falta experimentar una chava que de pronto las circunstancias de la vida la hagan caer en un proceso muy feo y ver cómo puedes recuperarte y llevar un mensaje de esperanza; hay gente que cae en procesos autodestructivos, pero todos podemos recuperarnos, salir adelante y cambiar nuestra historia en el momento que queramos.
¿Te gustaría escribir o dirigir?
Me encantaría dirigir niños. En dos proyectos tuve oportunidad de aprender del maestro Quintanilla y primero pensé que en algún momento de mi vida quiero dirigir niños porque casi no hay directores para ese público. Me gusta escribir, mucha gente me dice que le dé forma y haga guiones de las historias que tengo ahí, pero no sé, a lo mejor algún día.
Además de la telenovela, ¿qué otros proyectos tienes para el resto del año?
A partir de lo de Teatro en corto me salieron dos ofertas que estoy analizando. Además hay por ahí otra propuesta fuera de México y me hablaron para otros dos proyectos, pero estoy en un momento en que pienso concentrar mi energía y decidir lo que deseo, no quiero decir que sí a cualquier cosa, prefiero pensar, analizar y decidir qué hacer.
¿Qué aspiraciones tienes como actriz?
Quiero ser la Meryl Streep mexicana, jajaja. Tengo ganas de hacer cine, ya he hecho cortos e hice un largometraje hace muchísimo tiempo; deseo experimentar un poco más en ese ámbito y quiero moverme de México, conocer otra gente, otras empresas, otras formas y otro tipo de proyectos.
Las historias que se cuentan en el cine y la televisión, ¿nos ayudan a sobrellevar la realidad?
Hoy en día hay historias de todo, algunas nos evaden de la fea realidad que estamos viviendo, tan densa, y para muchas personas es súper válido. Además, por ejemplo, desde hace dos años yo no veo noticias, trato de no ver cosas que me alteren, porque ya bastante alterados vivimos en esta ciudad, entre el tráfico, las prisas, las presiones; es una ciudad que vive con un ritmo distinto, entonces de pronto llegas a tu casa, ves la tele con noticias feísimas, te duermes con eso y tu mente trabaja sobre lo último que vio. Hoy en día en la televisión hay de todo y hay gente a la que le gusta ver su realidad reflejada, y es válido; también hay a quienes nos gusta ver cosas que nos evadan de la realidad, y también es respetable.
¿Crees que ser actor implica un compromiso con el público?
Definitivamente. De entrada es un compromiso conmigo misma, de estudiar y prepararme, tratar de hacer cosas nuevas por mí antes que por cualquier otra persona, y después por mi público, porque si hoy tengo un nombre, me aplauden y hay gente que paga un boleto para verme en teatro, es porque les gusta lo que hago, y lo mínimo que merecen esas personas es que le eche ganas, los sorprenda y no me quede en lo mismo. Al igual que muchas carreras, debes actualizarte.
¿Siempre quisiste ser actriz?
Quería ser bailarina y actriz, siempre lo soñé desde niña. No pude ser bailarina porque mi papá me truncó un poco por miedo a que me dedicara a algo que me alejara de su lado, pero de todas maneras me fui, y finamente mi papá está muy satisfecho.
CUESTIÓN DE ESTILO
Películas favoritas: El laberinto del fauno, Happiness, Cinema Paradiso, La vida es bella.
Escritores favoritos: Bukowski, Jodorowsky, Alessandro Baricco.
Comida favorita: Sándwiches, milanesa empanizada con puré de papas.
Banda favorita: Backstreet Boys.
FRASES
“En realidad si me dijeran: ‘Fran, mañana te mueres, ¿qué te falta?’, podría decir que nada; estoy contenta con lo que he logrado, lo que tengo y lo que he hecho”
“Lo que podría tener de ella (Casandra) es que no quita el dedo del renglón y es muy guerrera. Su forma no es la correcta, en eso no se parece nada a mí, pero en lo guerrera sí, soy una mujer que cuando quiere algo lo intento hasta sus últimas consecuencias”
“Me gustaría hacer algo diferente, como una dark, una drogadicta, una putona, no sé, algo realmente distinto a lo que el público y yo estamos acostumbrados a ver de mí”