Con el paso del tiempo, el gusto por los diamantes amarillos ha ido a la alza. Aunque no es un color fácil de combinar, todos buscan un ejemplar de calidad.
Los diamantes de color, son más raros de encontrar que los blancos. De hecho, en tiempos antiguos, fueron considerados los parientes menos afortunados de los diamantes blancos y su uso era casi exclusivo de la realeza. La tonalidad amarilla, se produce por la alta presencia de nitrógeno en la estructura de la gema; entre más nitrógeno se almacene en el diamante, el color será más intenso. A pesar de que estas piedras amarillas, en su mayoría son más accesibles, podemos encontrar piezas extremadamente costosas.
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El impulso que se le ha dado a este tipo de gemas, es provocado por el aumento de los precios en los diamantes blancos. La popularización de las piedras amarillas ha crecido con su fama entre la comunidad de celebridades y el lanzamiento de la fragancia Yellow Diamond de Versace. Cada vez es más y más común ver a estrellas del cine, la música y la televisión, portando diamantes amarillos en accesorios de lujo como aretes, anillos y brazaletes. Sin embargo, desde hace 50 años, celebridades como Marilyn Monroe ya lucían gemas preciosas de este tipo.
La famosa joyería sinónimo de diamantes, Tiffany & Co., posee un contrato de exclusividad con una mina de diamantes amarillos ubicada en Australia. Este contrato, convierte a esta prestigiada joyería en la líder en comercialización de diamantes amarillos. Por esto, Tiffany, ha desarrollado cortes y diseños exclusivos en diamantes de lujo y en tonos fuertes.
Existen tendencias pasajeras, pero esta no es una de ellas. Si deseas invertir en piedras preciosas o simplemente lucir de forma única y especial, los diamantes amarillos son la mejor opción y siempre le darán un pop de color a tu personalidad.