Éste es probablemente uno de los temas más extraños que pude haber elegido para el blog, pero aún siendo raro tiene que ver con un estilo específico de vida por lo que se me hizo buena idea.
Voy saliendo de un tiempo difícil/
Hoy sé que la vida puede enfrentarse como va, sin tanto estrés, ansiedad o problemas inventados y que la base para lograrlo es el respeto absoluto. Respeto a los demás, respeto a la vida, respeto a lo que no podemos manejar, respeto a aquello en lo que no estamos de acuerdo y respeto a nosotros mismos.
No soy life coach y se me hace desagradable “dar consejos”, pero me gusta aceptar que definitivamente so
Hace unos días me pidieron diseñar un detox (entre mis curiosidades está el ser health coach). Retomé mis libros de la escuela y me puse a estudiar, por casualidad el primer libro que elegí hablaba sobre nuestra relación con la vida y el respeto a los animales, lo cual me provocó un ataque fulminante de flojera.
Estuve cinco minutos luchando contra mi ser responsable en un intento de evadir el texto.
NO soy “animal lover” -para nada-, estoy lejísimos de serlo, estoy más cerca de usar CROCS que de adoptar un perro.Cási muerdo a una mujer que me dijo: “También tengo “hijos” y luego me presentó a su cerdito. NO entiendo ese vínculo y fuera de Josefina mi tortuga (a quien amaba por nadar boca arriba), jamás he tenido una mascota.
Soy vegetariana desde los 11 años por que odiaba el sabor y la textura del pollo y de la carne, fue una decisión basada únicamente en el amor a mi apetito. Nuncá profundicé demasiado en el tema ni me volví activista (hubiera sido la MAS intensa), simplemente estudié cómo compensar las proteínas y nutrimentos que no obtengo de animales y listo.
Si me cruzaba con alguna lectura, película o artículo que defendiera el tema pensaba innecesario leerlo solamente por «sentirme bien” o justificar la vida que llevo. No quería razones para convertirme en –esa- vegetariana intensa que intenta convencer al mundo de comer plantas y flores…hasta hoy.
Hoy accidentalmente leí el texto que me dió ganas de ser“tree hugger”, integrante de PETA, hippy poseída por el veganismo y oler a Patchouli (o no).
Me dá exactamente lo mismo si me atacan, me abuchean o les recuerdo a LN (Maggie Gyllenhaal) en “Away we go”. Quiero decir que:
NO ES CORRECTO COMER ANIMALES COMO LOS COMEMOS.
La mayoría de los animales que consumimos son maltratados, abusados y explotados en formas repulsivas que no puedo ni quiero explicar aquí. Hay pocos lugares dónde encontrar opciones de consumo sanas, justas, honestas y además certificadas (organic anyone?). La mayoría de los animales que consumimos son heridos, criados en condiciones deplorables encima de ser creados/modificados genéticamente para nuestro «beneficio. Tumores, enfermedades, abuso de antibióticos, espacio insuficiente para siquiera caminar o moverse dentro de jaulas. Algunos animales son asesinados brutalmente o procesados aún estando vivos. Sé que es difícil decir lo que estoy diciendo pues no tengo espacio suficiente para sustentarlo o explicarlo más a fondo pero creo que si elijo vivir con respeto hacia mi cuerpo, hacia la vida y a los demás, debo también vivir con respeto hacia todos los seres vivos, los ame o no, me gusten o no, animal freakin lover o no.
Adoptar esta posición no es una cuestión de amor, cariño y gusto, es una cuestión de ser congruente con quien digo ser, con las enseñanzas que le doy a mi hija y con la manera en la que deseo pasar por este mundo.
Entren al blog digital para encontrar una lista de lecturas y referencias sobre el tema www.estilodf.tv/