En un mundo que avanza velozmente hacia la inclusión, aún persisten brechas que afectan la vida cotidiana de millones de mujeres. Una de ellas, silenciosa pero profundamente significativa, es la pobreza menstrual. ¿La buena noticia? Existen proyectos como Eztli, impulsado por Dow, que están marcando un antes y un después.
Cuando menstruar se convierte en un lujo
Aunque parezca increíble, más de 500 millones de mujeres y niñas en el mundo enfrentan dificultades para acceder a productos de gestión menstrual. En México, la realidad no es muy diferente: 4 de cada 10 mujeres se ausentan de la escuela o el trabajo durante su ciclo, y más del 30% tiene problemas para conseguir productos básicos como toallas sanitarias o tampones.
Lo más preocupante es que muchas de ellas deben elegir entre comprar una toalla sanitaria o cubrir otra necesidad esencial. Para quienes vivimos en zonas urbanas con acceso a productos y servicios, esta decisión puede parecer lejana. Pero la desigualdad en salud menstrual existe, y es urgente atenderla.

Copas menstruales: innovación con propósito
Eztli nace como un proyecto de valor compartido, en el que la innovación tecnológica de Dow se pone al servicio de la inclusión. ¿Cómo? A través de la donación de 80,000 copas menstruales, acompañadas de campañas educativas, servicios médicos y orientación personalizada.
La copa menstrual, además de ser una opción más amigable con el cuerpo y el medio ambiente, tiene un impacto económico contundente: a lo largo de su vida, una persona que menstrúa puede gastar más de $3,300 USD en toallas sanitarias. Eztli no solo reduce ese gasto, también busca empoderar desde el conocimiento.
Cuidar el cuerpo, cuidar el planeta
El impacto positivo va más allá de lo individual. ¿Sabías que cada persona que menstrúa usa en promedio 240 toallas al año? Eso representa casi 40 mil toneladas de desechos anuales solo en México. Al optar por una copa menstrual reutilizable, se evita generar residuos plásticos y se contribuye a una menstruación más sostenible.
Con Eztli, se han evitado ya más de 3,800 toneladas de residuos, beneficiando directamente a mujeres de la CDMX, Querétaro y Estado de México. Es un proyecto pensado para transformar realidades, pero también para inspirar a una nueva generación que exige bienestar con conciencia social.


Un llamado a la acción
Hablar de menstruación sin tabúes, sin culpa y con acceso digno debería ser lo normal. Pero para que eso suceda, hace falta mucho más que productos: se necesita educación, empatía y políticas públicas que respalden el bienestar de las personas menstruantes.
Celebramos iniciativas como Eztli que nos recuerdan que el verdadero lujo no está en lo que se gasta, sino en lo que se transforma. Y tú, ¿ya eres parte del cambio?