× NOTICIAS DESTACADAS MODA BELLEZA ESTILO DE VIDA RECOMENDACIONES EDICIÓN DIGITAL MOTOR

Estilo DF Zuria Vega

por: Fernando Rivero Méndez

 

 

Varios retos, todos ambiciosos, es lo que vislumbra Zuria Vega en su faceta laboral. La actriz protagoniza la puesta teatral Straight, donde se plantea la disyuntiva a la que se enfrenta un hombre joven que mantiene una larga relación con su novia, pero al mismo tiempo se siente atraído por un chico mucho más joven que él. También inició grabaciones de la segunda temporada de la telenovela Mi marido tiene familia, historia en la que de nueva cuenta lleva el rol estelar y en la que por vez primera actuará con su hermano, Gonzalo Vega Jr. Zuria además planea entrar al set cinematográfico en los últimos meses de este año, uno de los más ambiciosos en su carrera. Por ello, la actriz platica con EstiloDF acerca de cómo hará para dar a Lúa, su pequeña hija de casi año y medio de edad, toda la atención que está acostumbrada a darle en medio de esta racha de intenso trabajo, además habla de la emoción que siente cada vez que escucha la tercera llamada previa a iniciar una nueva función y del compromiso a nivel interpretativo que requiere el dar vida a Elsa, su personaje en teatro.

 

¿Cómo describes Straight, la obra que protagonizas?

Es una trama que va en torno a Dan, un chavo banquero que interpreta Erick Elías y que mantiene una relación de muchos años con Elisa, mi personaje, una chava que estudia genética y es muy brillante. Por medio de este tipo de aplicaciones que se usan para conocer gente hoy en día, Dan conoce a un chavo, al que interpreta Alejandro Speitzer, y ahí empieza el dilema de todo.

 

A unas semanas de haber estrenado, ¿ya quedaron de lado los nervios que existen en las primeras funciones de temporada?

El nervio no tiene que ver ni con los años de carrera ni con nada, el nervio en el teatro siempre está, pero además creo que mientras los haya son un buen síntoma, porque el día que deje de sentir esa adrenalina en el escenario, será un indicador de que algo pasa o ya no pasa en mí.

 

¿Qué te cautivó de la historia para dar el sí e integrarte al elenco?

Tiene algo padrísimo: no educa, no juzga y no pone un punto final, eso lo hace el público y es lo que más me gusta. Sé que habrá muchas opiniones encontradas respecto al proceder de cada uno de los personajes, habrá quien esté de acuerdo con alguno de ellos y otros que no, y justo eso es lo que va a poner sobre la mesa un debate, que es lo que siempre genera Manolo con sus puestas.

 

¿Crees que aún en estos días las temáticas que plantean estilos de vida distintos a los tradicionales puedan escandalizar al público, a la sociedad?

No sé si pueda herir susceptibilidades, pero la obra habla justo de eso, de todo lo que tenemos normalizado y bajo control, según nosotros, pero en realidad no es así y eso se ve a diario. Por ejemplo en los noticieros, donde nos enteramos que siguen matando jóvenes en las universidades por tener una orientación sexual distinta. Los políticos, por su parte, en muchas partes del mundo dan discursos en contra del matrimonio gay, entonces creo que estamos muy lejos de llegar a donde queremos, y no hablo solamente respecto al tema homosexual; la obra no habla nada más de la orientación sexual, también se refiere a los prejuicios, a las etiquetas sociales con las que vivimos, todo el tiempo etiquetamos lo que somos: que si el gay, el judío, el fresa, el borracho, aunque ese calificativo haga referencia a sólo una parte de tu vida, sin embargo, hace una descripción radical y borra todo lo demás que eres.

 

¿Consideras que nos hace falta tolerancia hacia quienes son diferentes a nosotros?

Creo que desde hace mucho tiempo la tolerancia está de vacaciones en este país. Aparentemente estamos todos muy aceptados los unos con los otros, pero gracias a esta obra nos damos cuenta que no es así porque no hemos llegado al punto en el que se hable de que en el teatro hay una obra que gira en torno a una historia de amor, más allá de si la pareja es homosexual o bisexual. Straight pone al descubierto una realidad en la que mi personaje toma una posición súper compleja, de hecho muy alejada a la que yo asumiría, pero es finalmente válida. La tolerancia implica respetar el que tú sientas algo y yo sienta totalmente lo opuesto, pero que nos respetemos los dos.

 

¿De qué echaste mano para la creación de Elsa, tu personaje?

Elsa estudia genética, sus textos son muy complicados, por lo cual me adentré en un mundo que no conocía, primero entender lo que estaba diciendo y buscar información respecto a los términos y las expresiones que ella usa cotidianamente para comprender de lo que estaba hablando y poder decirlo con total verdad; fue un reto particular el tema de decir los textos con convencimiento.

 

¿A qué te sabe este proyecto teatral ahora que además de ser esposa eres ya también mamá?

A trabajo y a realización.

 

También acabas de integrarte a las grabaciones de Mi marido tiene familia II …

Así es, hace un par de semanas me integré, aunque el equipo empezó unos días antes. Me siento muy contenta, el público recibió bastante bien la historia, tenía mucho tiempo que no se hacía la segunda parte de una telenovela y eso es halagador, así que ojalá el público reciba esta continuación como lo hicieron con la primera.

 

¿Con qué elementos cuenta la historia para mantener al público cautivo?

Esta segunda parte está padrísima porque el conflicto en torno a mi personaje tiene que ver mucho con las mujeres y su parte de realización profesional. Pienso que las mujeres se van a identificar cañón con Julieta, mi personaje, además de que en general toda la trama está muy divertida. La historia sigue con el mismo tono a fin de que cada una de las temáticas vuelva a generar empatía con el público, además se da continuidad al retrato de aspectos cercanos a la gente como la comida, las costumbres, los colores de un estado tan bonito como Oaxaca, donde se desarrolla la historia, y también se unen nuevos personajes interpretados por Arath de la Torre, por mi hermano Gonzalo, en fin, el elenco se refuerza porque obviamente las segundas temporadas necesitan nuevas historias, al tiempo que se mantienen las que estaban.

 

¿Qué genera en ti el compartir foro de grabación con tu hermano?

Me siento contentísima, obviamente esto va a ser una plataforma muy importante para él y qué mejor que compartirla conmigo. Ambos teníamos ganas de trabajar juntos, nos llevamos muy bien, somos vecinos en la historia, y ahora nos vamos a ver hasta en la sopa, claro, lo voy a cobijar mucho, es mi hermano y lo apoyaré en todo lo que pueda. Ojalá que para él ésta sea una gran plataforma en televisión.

 

Tu hermano también está en temporada teatral con La sociedad de los poetas muertos…

Eso es padrísimo, ya lo fui a ver hace dos semanas y me encantó, es una obra bellísima dirigida por Francisco Franco, quien nos dirige en Mi marido tiene familia II; me siento muy orgullosa de él, ha hecho su propio camino con proyectos muy padres, de mucha calidad, y creo que le va a ir muy bien.

 

¿En algún momento podríamos ver a los tres hermanos Vega en un mismo proyecto, se les antoja, lo han pensado?

No lo sé, no es cuestión de nosotros. Lo veo complicado por las agendas de los tres y por el tema de los contratos, pero por mi parte yo ya trabajé con Marimar y ahora lo haré con Gonzalo. Ojalá algún día se dé esa oportunidad que planteas.

 

¿Cómo programas tu agenda para atender al mismo tiempo tus compromisos laborales y a tu hija?

Cuando doy función mi hija estará dormida, entonces creo que mi trabajo en teatro es lo que menos repercute en el tiempo con ella; se complica cuando hago televisión o cine porque ahí los tiempos son más demandantes, pero hasta ahora acoplo todo en torno a mi hija, ella es mi prioridad y de esa manera ajusto mis proyectos. El teatro me fascina y busco que Lúa tenga una mamá contenta y realizada, que sale a trabajar y mantiene una equidad con su papá, ese es el ejemplo que yo pongo en mi casa.

 

¿Te gustaría que heredara tu profesión, la de su papá y de su abuelo?

No lo sé, eso ya ella con el tiempo lo decidirá.

 

Es importante que seas mamá, pero al mismo tiempo busques tu realización profesional…

Para mí es importantísimo, pero no quiere decir que lo sea para todo el mundo. Hay mamás que sólo son amas de casa y es muy respetable. Todo se relaciona con una necesidad interior, en mi caso es creativa y constante, tengo claro que si estoy feliz y contenta, mi hija lo estará también siempre y cuando yo respete su rutina, sus necesidades y tiempos. Por ejemplo, mi carrera no fue un impedimento para darle pecho, creo que todo es cosa de organización, pues aunque los tiempos de un actor o una actriz son muy demandantes, también tiene sus ventajas. No trabajo en una oficina de siete a 18 horas, a diario, lo hago por temporadas, a lo mejor unas más intensas que otras, y también tengo meses de mucho trabajo y meses sin un solo compromiso laboral, y ese tiempo es totalmente dedicado a ella.

 

En lo laboral, ¿qué viene para ti el resto del año?

Por ahora lo más importante es la obra y la novela, y para fin de año filmo otra película.

 

¿Está en tus planes llegar a producir o dirigir?

Por el momento no, me siento muy cómoda en los escenarios, en el set, no puedo decir “de esa agua no beberé”, pero por el momento, no. Todo este año ya lo tengo pactado con cosas de trabajo y disfruto mucho actuar, así que ya saben que estoy bien frente a la cámara y sobre los escenarios.

 

¿Cómo definirías el momento que vives hoy?

Estoy en una etapa muy particular de felicidad, me siento agradecida, todos los días doy gracias porque siento que tengo muchas bendiciones, por ejemplo la oportunidad de trabajar en lo que me gusta; una hija sana, fuerte, divina; un matrimonio muy bonito, y mi familia unida. La verdad me siento en un momento súper pleno de mi vida.

 

 

Deja un comentario

Podría interesarte

Leer más de