No me canso de decirle que la amo”, menciona Liliana Notni (LN), mamá de la joven actriz Renata Notni (RN), quien asegura tener una excelente relación con su madre, a quien también ve como su mejor amiga. Para la señora Liliana, su hija Renata es una mujer que no sólo es bella por fuera, sino que su interior es aún más hermoso que su físico, presume de un gran corazón y es algo que admira de su vástago. Claro, además de su trabajo histriónico. “Me encanta cómo actúa. Me gusta la pasión que le pone, cómo entrega el corazón en cada escena”, enuncia Liliana. Por su parte, Renata dice haber tenido una gran infancia al lado de su mamá, y en una charla muy divertida, ambas nos comparten momentos tan chuscos como dolorosos que fortalecieron su lazo entre madre e hija.
¿Cómo era Renata de niña?
LN: Era una niña muy tierna, más que caprichosa, aunque de repente sí hacía pataletas. Era sentimental, su mejor amigo era su hermano, y si él le quitaba un juguete hacía pucheros; desde chiquita se le dio el chantaje, eso sí lo ocupó mucho; antes de hablar fue el chantaje, todo lo arreglaba con un puchero.
¿Cómo recuerdas a tu mamá durante tu infancia?
RN: Me acuerdo que siempre era consentidora; yo llegaba y le actuaba, y me aplaudía, era súper consentidora; hizo que siempre tuviéramos una infancia muy padre y mágica. No es mamá pollito, nos aplaude lo bueno, pero en lo malo es mano dura y nos daba nuestros regaños, con la mirada nos ubicaba, y así hasta la fecha.
¿Cómo separan la parte de amigas y su relación madre-hija?
LN: Hasta ahorita no he tenido necesidad de separar, somos madre e hija y amigas, pero con respeto, y lo ha sabido separar por lo mismo, porque desde el principio fui muy pegada a ellos, les inculqué valores y principios porque veía que día a día se iban perdiendo. Con eso no necesitas ponerle un alto, lo ha sabido separar súper bien.
¿Cuáles son los lugares que más les gustaban y recuerdan?
RN: Torreón. Yo viví ahí de los cinco a los nueve años, entonces tengo más presente mi infancia en esa ciudad; era padrísimo porque acostumbraba a salir a la calle con los niños de la colonia, con los vecinos, fue una infancia muy padre.
¿Cuáles eran las travesuras que hacía Renata?
LN: Ella veía la cartera del papá, la vaciaba, echaba todo al WC y le jalaba; nos dimos cuenta porque una vez agarró monedas de mi bolsa y en el WC se quedaron las monedas.
¿Qué castigos le ponía?
RN: Los castigos que nos ponía era no tener permiso para salir, en la pubertad eso te pega, y cuando llegaba más tarde de la hora pactada ya no me dejaba salir a la próxima.
LN: No ver televisión, eso les dolía muchísimo de chiquitos.
¿Cómo era en la escuela?
LN: Si no sacaba 10, lloraba, era nerd. Pero un día cuando Renata estaba en primero de primaria me habló su maestra para ir al colegio, pensé que me iban a felicitar por algo, pero era para avisarme que le iban a poner 7 en conducta porque amenazó a una niña de su salón que traía un lápiz con una muñequita de Japón, le dijo que si mañana no le traía un lápiz igual iba a ver cómo le iba a ir, y la niña ya no quería ir al colegio. A la hora de la comida,
¿Renata era melindrosa?
LN: Muy melindrosa, hasta la fecha; en el pollo, en la pechuga, si le das una con pellejito, no se la come. De chiquita le apliqué la técnica de te lo comes, y si no, te lo cenas.
RN: Pero una vez le dije que el aguacate me picaba la lengua, que quizá era alérgica y no me creyó. Un día me puse una mascarilla de aguacate y cuando me la quité era una roncha, ahora ya me lo como porque mi cuerpo ya lo asimiló.
¿Fue complicado cuando Renata decide ser actriz?
LN: Sí, porque de niña quise ser actriz y no me apoyaron; cuando cumplí 21 años me vine a Televisa y entré al CEA; empecé a trabajar en producción, grabé, pero me enamoré y preferí mi casa y mis hijos. Renata a los dos años me dice que quería ser “altriz”; un día, cuando ella tenía cinco años, la traje a la Ciudad de México para meterla a un foro desde las 7 de la mañana; le decía: “Vámonos a Reino Aventura”, pero ella quería sus clases de actuación. Un día me hablan de la oficina de Nicandro Díaz para decirme que Renata se había quedado como protagonista para Carita de Ángel, pero yo agarré a mi hija y me fui. Dos veces la traje a Televisa y pasaba las pruebas, pero me la llevaba, me hablaban para pedírmela, les decía que no, y hasta los 10 años que llegué a la casa y Renata me dijo que habían hablado de Televisa, la directora del CEA. La lleve a la prueba y se quedó, y desde ahí ya no paró. Decidí apoyarla y eso nos unió mucho; al año que hizo su primera telenovela, la saqué y la metí al colegio a estudiar primero de secundaria, para que tuviera su grupo de amigos fuera de Televisa, y al año le volvieron hablar y siguió en la actuación.
Renata, cuando entraste al mundo de la actuación, ¿era como lo soñabas?
RN: Sí, claramente cuando sueñas con algo muchas veces no piensas en la parte difícil, siempre ves lo bonito, pero no lo que hay detrás. Pero cuando entras te das cuenta que, como todo lo bueno, hay mucho sacrificio y esta carrera no sólo son las portadas de revistas, las alfombras rojas o las telenovelas en la tele, hay muchos sacrificios que hacemos y que a veces te pierdes de muchos momentos importantes porque es una carrera absorbente, pero que a mí me tiene enamorada desde siempre.
¿Qué es lo que más admiras de tu mamá?
RN: Que es muy luchona y no le tiene miedo a nada, siempre es echada para adelante y no se hace chiquita con las circunstancias de la vida, al contrario, siempre es positiva.
¿Cuáles son los defectos que no les gustan a una de la otra?
RN: Somos dos mujeres y mi hermano en la casa; cuando las relaciones de madre e hija son muy cercanas existen problemas y de repente somos parecidas en muchas cosas y otras veces nos peleamos como si fuéramos hermanas, pero las dos tenemos defectos y aprendes a querer a la persona tal como es.
¿Qué es lo mejor de ser mamá de Renata?
LN: Que es una niña que todo mundo me la chulea y siempre digo que si la ven bonita por fuera, por dentro es un gran ser humano, siempre está al pendiente de que todos estén bien, tiene un corazón y unos sentimientos divinos.
¿Qué es lo mejor de ser hija de tu mamá, Renata?
RN: Que me tocó una mamá muy fuerte y es el ejemplo que nos dio a mí y a mi hermano, ese ejemplo no todos lo tienen en sus casas.
¿Cuáles son los momentos más felices que han vivido?
RN: Hay muchos, pero recuerdo cuando me dieron el papel en mi primera telenovela; tengo la escena grabada porque creo que ahí se dio cuenta que hizo bien en apoyarme porque es lo que me hace feliz.
Los momentos difíciles unen a las personas, ¿cuál es el momento que las ha unido más?
LN: El momento más fuerte fue hace cuatro meses, cuando murió mi mami. Para nosotros fue una persona muy importante porque vivió con nosotros 15 años.
RN: Ella fue parte clave para que yo pudiera hacer esto, porque cuando mi mamá no podía ir conmigo, ella me acompañaba, era mi segunda mamá sin duda alguna, era alguien que siempre estuvo con nosotros, y ese fue un momento muy fuerte que nos unió.
