Un todoterreno de las artes.
José Pablo Minor no concibe su vida sin las artes. Y es que desde que el joven actor encontró en la fotografía y en la pintura sus mejores medios para expresarse, la cámara y los lienzos se han convertido en fieles compañeros de todas sus aventuras. En breve concretará otro de sus grandes sueños: debutar como cineasta, gracias al fuerte impacto que han despertado sus imágenes entre los usuarios de las redes sociales y de las empresas, quienes lo han buscado para ser parte de sus campañas publicitarias con fines altruistas por su gran don de ayudar a los necesitados. Incluso, el exmodelo ya planea su primer cortometraje y mostrar a través de una exposición su material fotográfico, que recientemente capturó durante su voluntariado por Asia. Mientras tanto, continúa con las grabaciones de la telenovela Mi marido tiene familia, producida por Juan Osorio, donde recrea a Gabriel Musi, un junior con una doble personalidad.
En los últimos tres años te has vuelto uno de los actores más cotizados de Televisa….
He sido muy afortunado de tener trabajo porque es algo que se valora muchísimo cuando no hay algún proyecto en puerta. Los tiempos han sido muy sabios, justo terminé la película Plan V e hice limpieza en mi casa, separé la ropa que ya no uso. Después llegó una oportunidad con Lucero Suárez en Enamorándome de Ramón y luego me ligué a Mi marido tiene familia, de Juan Osorio. Fíjate que estoy un poco triste porque había quedado en una obra de teatro muy padre que tenía ganas de hacer, pero por mis tiempos ya no coincidí. Ojalá pronto pueda hacer teatro.
¿Esta buena racha la atribuyes al éxito que lograste con David en la telenovela Pasión y poder ?
Sí, fue un proyecto bien padre y difícil a la vez por el tono que manejaba, y también por cuestiones de la historia. Pasión y poder fue un proyecto al que le fue muy bien y cada vez me doy cuenta que llega más lejos porque ahora me escriben de África y Ucrania, donde la están viendo. La verdad se siente muy bien, pues a veces no esperas que tu trabajo trascienda de tal forma y eso está padre.
Entonces valió la pena que dejaras el modelaje y tu profesión de piloto aviador para dedicarte de lleno a la actuación…
Totalmente, porque justo cuando terminé la carrera de piloto aviador y hacía trámites para buscar trabajo, tronó Mexicana de Aviación. Toda mi familia trabajaba ahí y siempre tuve la ilusión de hacerlo también, pero me di cuenta a tiempo de que la aviación realmente no era lo que yo quería y creía. Tenía 19, 20 años y fue cuando mi papá me dijo que si quería estudiara otra cosa. Ahí opté por la actuación porque desde niño me gustaba el cine, pero veía como muy lejana la posibilidad de llegar a la pantalla grande, sobre todo porque vivía en Cancún, pero un día me decidí, llevé mis fotos al CEA de Televisa y me quedé. Poco a poco la vida se fue acomodando sin planearlo y todo se dio. Ha sido un camino bien padre. Estoy muy agradecido porque desde los 14 años empecé a trabajar como modelo, pero también me tocó volantear, ser edecán y tuve momentos de mucha talacha, eso hace que valore más mi presente.
Y ahora te veremos en Mi marido tiene familia como Gabriel, un junior rebelde…
Sí, soy Gabriel Musi. La verdad es que me he divertido como enano con esta novela porque el tono es de comedia y tiene mucha libertad de juego, entonces ha estado muy padre. Han surgido cosas que salen en las escenas o de pronto improvisaciones, eso le da mucha frescura a las historia. Es una trama bien padre, desde que la leí me atrapó y dije “tengo que estar ahí”. A mi personaje le gusta llevar a los demás a su punto de quiebre y casi todo el tiempo juega con la gente, ésta piensa que es de una manera pero no es así, le gusta que estallen los demás con tal de llamar la atención. Como actor está genial hacer otras cosas que en la vida no eres capaz de realizar; este personaje me ha dado mucha seguridad y diversión.
Has mostrado tu crecimiento actoral, pero en su momento, ¿te costó trabajo que los productores creyeran en ti por el simple hecho de ser un hombre atractivo?
Sí, definitivamente, porque siempre he tenido hambre de querer hacer cosas, de crear, crecer y probarme. El ego es el gran enemigo de esta profesión y del círculo donde me desenvuelvo. Te soy sincero: agradezco que me digan que estoy guapo, pero me llega a molestar que la gente sólo vea eso de mí, y ni modo. Está padre que te echen flores, pero tengo claro que la belleza se acaba con el tiempo y justo por eso quiero mostrar otras cosas. De pronto es raro porque puedo sentir la incomodidad que sufre alguna mujer en la calle y creo que todo se debería basar en el respeto, que muchas veces no tenemos. Para nada tengo miedo a verme mal y por supuesto, trato de hacer cosas diferentes. Si, por ejemplo, me dan el papel del “niño rico”, lo hago muy diferente a David, de Pasión y poder.
Otra de tus características es tu amor por el deporte, ¿cómo le haces para mantenerte en forma?
El ejercicio lo adopté como un estilo de vida por parte de mi mamá; me gusta desde los 14 años cuando jugaba futbol americano y tengo clarísimo que si lo dejo de hacer, me empiezo a sentir mal y más cansado. Ahorita lo disfruto mucho y así como el arte ocupa un lugar importante en mi vida y es una terapia para mí, el deporte también, incluso puse una pera de box en mi casa. Tuve que bajar mucho de peso para la película Plan V y lo único que hacía para prepararme era nadar y correr, me alejé mucho de las pesas. Ahorita que regresé a ellas, me he dado cuenta que me gusta más el ejercicio aeróbico, por ejemplo, hacer barras, lagartijas, saltar la cuerda y estoy aprendiendo a pararme de manos. Me siento más ágil y con más fuerza, aunque no tenga más volumen. Así que te ejercitas más por salud y no por vanidad. Claro, porque hay que prevenir y cuidar nuestro cuerpo para que esté bien en cada etapa, observar la alimentación. Le he bajado a los refrescos, pero soy bien dulcero; comer es muy rico y para la ‘peli’ me limité mucho y quité un poco de azúcares. Fuera de eso, no me restrinjo. Me gusta mucho cocinar quesadillas, pastas; pienso que la vida es una y por más que te cuides, es necesario hacer ejercicio, ya que te da la posibilidad de comer lo que quieras.
Sé que la fotografía es otra de tus grandes aficiones en la vida y tus imágenes han cautivado a miles de usuarios en las redes sociales…
Amo la fotografía, es el mejor arte para expresarme, es mi mejor terapia y me desahogo a través de ella. Tendemos a guardarnos muchas cosas y siento que es importante conocerse, amarse y expresar, sacar todo para drenar. Está muy padre que la gente se acerque a cosas que ame y para mí, la fotografía es un todo.
Varios de tus colegas me habían comentado que incluso ya planeas tu primer cortometraje, si es así, ¿en qué proceso va?
Está increíble porque es algo que igual me apasiona. Los sábados estudio un diplomado de fotografía análoga y estoy haciendo un proyecto final. Tomo a la gente que vive en la calle con puras fotografías análogas y me enfoco en seguir aprendiendo porque es algo que hago desde que tengo memoria. Desde chiquito amaba a los dinosaurios, les tomaba fotos y los grababa. La fotografía me fascina y trato de formarme para ser un profesional de la lente. Estoy armando un video de un viaje que hice en dos meses por Asia, tuve un voluntariado y lo subiré cuando quede listo. Está increíble también porque hay una marca de una tarjeta bancaria cuyo lema es que uno invierta en sus sueños. Me buscaron a través de las fotos de Instagram porque les faltaba alguien que deseara un voluntariado o labor altruista, y me encantó la idea porque era algo que buscaba.
¿Y ya tienes en mente el proyecto que desarrollarás?
En eso ando, está genial porque ellos ponen el apoyo y debo elegir el proyecto, cómo quiero que sea; llegó por medio de Instagram sin buscarlo. Estoy definiéndolo y me gustaría hacerlo en un formato de cine que ya no se usa, Súper 8, que se revela y se transmite en proyectores. Está super, ya que me da la posibilidad de acercarme a lo que me encanta. Me gusta ayudar a la gente y este cortometraje sería mi debut como cineasta, le voy a echar todos los kilos porque es una gran oportunidad. Con el tiempo quiero poner una productora y a través de la labor altruista, hacer algo artístico, documentales o exposiciones fotográficas para apoyar a diversas causas
¿Qué tan cercana ves la posibilidad de montar tu primera exposición?
Siempre ha estado en mis planes hacer una y justo cuando regresé del viaje por Asia, gente del Museo Nacional de Antropología e Historia me buscó para concretarla, pero por tiempos ya no coincidimos. Sería una gran experiencia para hablar sobre mis imágenes y contarles lo que siento cuando las capturo. Sé que es poco a poco, pero tarde o temprano lo haré. El día que suceda será con el respeto que se merece y de la mejor forma posible.
Otro de tus dones es la pintura, ¿aún tomas cursos para aprender nuevas técnicas?
Me encanta también, es otro medio que sirve para comunicar mis sentimientos. Una vez tomé un curso de caricatura con Trino, en Cancún. El dibujo siempre me ha acompañado, lo he disfrutado mucho y más en mis momentos de soledad. Tengo la facilidad de dibujar en caricatura, pero la pintura al óleo y a la acuarela es un gusto para mí; no sé si sea bueno como pintor, pero me entretiene y me relaja.
¿Cuándo viajas por carretera eres de los que te bajas del auto para capturar algún paisaje o eres amante de la velocidad?
Nunca he sido tan amante de la velocidad, sí me gusta de repente manejar, pero con el tránsito hasta lo detestas y es una gran responsabilidad tener en tus manos el volante. Hay que cuidarse mucho porque luego ni siquiera depende de ti y los accidentes se dan, pero la neta, la velocidad no es lo mío, ni la apoyo.
Esta postura incluso la has dado a conocer por medio de distintas campañas para la prevención de accidentes automovilísticos y sobre la importancia del uso del cinturón de seguridad…
Siempre que me invitan lo hago porque cuando estás chavo no valoras muchas cosas y a algunos les vale combinar el alcohol con el volante, y por esa irresponsabilidad hay cientos de muertes diariamente. Además, eso tiene que ver con el respeto a uno y a los demás, y siento que muchas veces se nos resbala. Por más que pienses que no te va a pasar, hay que tener cuidado. Si tomas, no manejes.
Los fines de semana, ¿qué acostumbras hacer?
Llevo como seis meses con mi visa americana vencida y no he ido a renovarla; los fines de semana me gusta pueblear y conocer sitios mágicos de este hermoso país. Me he ido a Mineral del Chico, a Tepoztlán y a Cocoyoc. Aquí tenemos lugares increíbles y viajo mucho. Disfruto de conocer gente, tradiciones y convivir con los lugareños. La fotografía me ha enseñado mucho a observar, a no poner etiquetas y a entender a los demás.
Finalmente, ¿tu corazón ya tiene dueña?
No, ya llevo como año y medio soltero, y lo necesitaba también como parte de los cambios que tenía que hacer. La verdad, me siento bien así, contento con mi familia y mis amigos, así conozco a más gente, además se vienen más viajes. Ahorita estoy dedicado a mí y disfruto de cada una de mis pasiones.
