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Estilo DF Alfonso Dosal

por: Fernando Rivero Méndez

INTENSO Y APASIONADO.

TANTO EN SU TRABAJO COMO EN LA VIDA DIARIA PONE TODO DE SU PARTE PARA ALCANZAR LA EXCELENCIA.

 

El último par de años ha transcurrido para Alfonso Dosal entre los sets de grabación de series para televisión, medio que le ha dado la oportunidad de interpretar personajes tan lejanos a él como complejos y atractivos a nivel actoral. Relajado, mientras saborea un mate, el actor habla con EstiloDF de los retos a los que se enfrentó al dar vida a los personajes de las series Aquí en la Tierra y Narcos, esta última a la que se integró en la cuarta temporada y de la que prefiere no abundar en detalles. Además Alfonso nos cuenta parte de la dinámica de su vida en familia, dejando ver que es la faceta de padre la que más disfruta en la actualidad.

 

¿Qué sabor de boca te deja tu participación en Narcos ?

Estuve clavado con un gran personaje en los últimos meses y justo hace unas semanas terminamos de grabar; aún no puedo decir nada ni de él ni de la historia porque tengo firmado un contrato de confidencialidad, pero es una serie en la que el tipo al que me toca dar vida es simplemente alucinante. Y de un set pasas a otro con otra imagen… Estoy justo quitándome el personaje anterior de encima y preparándome en las mañanas, cuando mis hijos están en la escuela, estudiando, leyendo, porque viene la segunda temporada de Aquí en la Tierra; empezamos en agosto a filmar y Carlos, a quien interpreto, es un tipo muy complejo, ansioso, solitario, evasivo al dolor, se mueve en energías oscuras, organiza fiestas para gente muy oscura y poderosa. Además, como está muy clavado en las drogas, requirió de mí que adelgazara, por eso empecé a entrenar box para perder peso con una rutina muy dura y rápida que me llevó a bajar 12 kilos; al mismo tiempo estudié a Hamlet y Ricardo III, me puse intenso porque este personaje tiene mucho dolor.

 

¿Es cansado interpretar a un hombre que vive en los excesos?

Carlos me chupa toda la energía, encarnar a alguien que vive con ese nivel de depresión, que se está buscando a sí mismo y vive en un proceso autodestructivo tan tremendo, es agotador. Ahora, supongo, debe vivir el proceso de autoconstruirse, que es lo más difícil, la redención, porque uno piensa que con dejar de hacer lo malo ya está todo resuelto, y no; es entonces cuando viene lo que pasa cuando dejas las drogas, cuando te confrontas a ti mismo sin ningún elemento que te haga evadir la realidad; ahí viene el problema en serio, cuando uno cree que por fin ya se está a gusto consigo mismo y vienen cosas por enfrentar.

 

En cine te hemos visto en historias más cargadas hacia la comedia…

Para mí fue una gran oportunidad salir de la comedia en el cine y llegar a la intensidad que me ofrecen las series de televisión, porque de esa manera la gente se sorprende; además, en la primera temporada estuve rodeado de grandes actores como Daniel Giménez Cacho, Tenoch Huerta, Ariadna Gil, Ignacio López Tarso, Andrés Almeida y Dolores Heredia, con quienes filmé en Canadá unas escenas que fueron increíbles, pero que también implicaron una chinga; los canadienses no podían entender las jornadas laborales de los mexicanos, nos preguntaban cómo le hacíamos porque al día siguiente ellos estaban en el set destruidos y nosotros esperando lo que sigue.

 

«Desde que nacieron (sus hijos) estoy metido ahí porque creo que hay que criar estando presentes, y si le quieres dar la vuelta a conceptos como el machismo o el feminismo, si queremos cambiar las cosas en el mundo, tiene que ser desde la raíz, es decir, el que tiene que cambiar es uno para que ellos aprendan del ejemplo”

 

¿Siempre eres así de intenso al construir tus personajes?

Siento que es un privilegio contar cuentos. Cuando los directores me preguntan si quiero ver cómo quedó la escena, respondo que no, prefiero que él me diga si en verdad tiene lo que quería porque yo trabajo para el director, no para mí. Yo llego al set con una propuesta de personaje, con base en lo que estudio, de hecho en el trabajo de mesa los directores no me soportan porque llego con mis líneas de tiempo, con una construcción de personaje para no justificar cosas en el set, como pasa en las telenovelas que te dan de 20 en 20 capítulos y así no puedes construir bien una historia porque básicamente se maquilan escenas, pero en las series y en el cine se tiene el chance de hacer unas cuantas escenas por día y uno como actor tiene la responsabilidad de hacer un trabajo más fino.

 

En teatro también has hecho muy buen papel…

No he hecho más porque estuve en cine, pero ya me urge volver, esa es mi plataforma y por fortuna me han tocado grandes obras como Rojo, El curioso incidente del perro a medianoche y Agonía y éxtasis de Steve Jobs. Han sido proyectos locos y muy chingones, en especial este último hacía que llegara a mi casa aceleradísimo, debía hacer ejercicio, meditar, hacer algo, porque mi mujer no me aguantaba, me decía que ya me durmiera, pero yo tenía que bajarme toda esa energía, esa adrenalina que genera subir solo al escenario con un texto como ese; era una locura.

 

¿Te veremos pronto en el escenario?

Sí, hay ofertas, lo que no tengo ahora es tiempo, pero estoy leyendo mucho porque ya quiero brincar al escenario. No sé si me voy a aventar a algo indie o más grande, por ahora sólo leo, pues esto que estoy haciendo para televisión es muy celoso, requiere todas mis fuerzas y mi atención, por eso me gusta enfocarme con todas mis energías al personaje que hago en el presente; lo que sí sé es que el año que entra no me puedo quedar sin dar función en el teatro.

 

¿Con esa misma pasión con la que trabajas desarrollas tu función de papá?

Soy igual de intenso con ellos, ¡pobrecitos! El mismo tiempo que me tomo para construir mis personajes, lo invierto para estar con mis hijos; a su edad, más que llevarlos de viaje, lo que necesitan es que papá esté en casa y ahora justo con estos últimos proyectos que he tomado me ha permitido estar mucho tiempo en mi casa. Desde que nacieron estoy metido ahí porque creo que hay que criar estando presentes, y si le quieres dar la vuelta a conceptos como el machismo o el feminismo, si queremos cambiar las cosas en el mundo, tiene que ser desde la raíz, es decir, el que tiene que cambiar es uno para que ellos aprendan del ejemplo.

 

¿Cuáles son tus labores en casa estando con tus pequeños?

Soy el encargado de la comida en mi casa, esté o no esté es mi chamba. Debo saber qué se va a comer, pedir la comida, entre otras cosas, y me considero un tipo muy afortunado porque mi trabajo me permite hacer esto, además como actor necesito llenarme de vida, de cosas cotidianas como esas, así es mi vida actual; ya tuve mi tiempo para encerrarme a leer, a ver películas, de vivírmela en el teatro; ahora la vida me pone en otro lugar, los llevo al museo, les platico muchas cosas, los despierto, los baño, les preparo el desayuno, y todo eso me nutre muy cabrón como actor y me deja una parte muy vulnerable, humana, que me trae como consecuencia hacer mejor mi trabajo.

 

¿Crees que tus hijos te han hecho ser mejor persona?

Sí, porque ven el ejemplo que uno les da. Sé que es muy subjetivo el tema, pero conceptos como la congruencia o la honestidad te hacen crecer y te dan seguridad como individuo; yo sigo trabajando en estos puntos para aplicarlos en el trabajo y en la casa con mi familia; hay mucho que hacer para seguir creciendo.

 

¿Has tenido que hacer o aprender algo en especial para complacer a tus hijos?

En la secundaria, a los 12 o 13 años, mis amigos eran músicos y yo con ellos, pero no me tomaba el tiempo para ensayar, se me daba la música, pero no tenía la disciplina que requiere el aprender a tocar un instrumento, me la vivía en la calle caminando, conociendo gente, metiéndome en los talleres de teatro que encontraba y recientemente, con la película Todo mal y con lo intenso que soy, tuve la obligación de aprender a tocar la guitarra tan sólo para hacer una secuencia de 30 segundos, y ahora ya me seguí tocándola para mis hijos, lo tomo de pretexto para enseñarles a tocar el ukelele o la misma guitarra para dormirlos.

 

¿Te gustaría que siguieran tus pasos?

Mi hija es la que me dice que quiere inscribirse en una escuela de música, y pienso que debo apoyarla; si de pronto me dice que quiere ser actuaria, sé que ya le habrá servido para algo haber hecho música. Más allá de que si siguen o no mis pasos, que puedan desenvolverse en algo relacionado con las artes les va a hacer bien, porque el mundo necesita niños felices.

 

¿Cómo pasaste el Día del Padre?

No soy nada futbolero, pero mi mujer sí porque es argentina y la pasión por este deporte ellos la llevan en la sangre, entonces nos fuimos a ver el futbol con los niños y amigos, fue divertido, estuvo lindo, aunque no soy mucho de festejar esos días porque me parece que están más ligados a la mercadotecnia, sin embargo, sí se siente bonito que lleguen los niños y te digan “feliz día, papito, te amo”.

 

Poco se sabe de ti a nivel público, ¿cómo es tu relación con la prensa?

Me la llevo muy bien. Sucede que estoy en un lugar en el que todavía no termino de interesarle a los reporteros, tengo esa sensación, me voy a las alfombras rojas, me toman un par de fotos y si acaso me preguntan algo; creo que no me reconocen y se me hace raro, pero a mí me fascina platicar con la gente sobre mi trabajo y me parece que mi filosofía de vida tiene que pasar a través de la prensa y cuando se da una buena charla con algún reportero hasta me tienen que callar.

 

¿Te causan nerviosismo los periodos en los que no tienes actividad laboral?

Sí, pero ya me acostumbré. Desde que vivía en Querétaro y aposté por trabajar en lo que a mí me gustaba, supe que eso implica muchas carencias. Este camino aparentemente ofrece un montón de delicias que se relacionan con proyectos, con dinero y exposición, pero no tienen que ver con lo que necesitas. Claro que he pasado angustias, pero ya sé que trabajo no me va a faltar nunca; mi labor es contar cuentos y sé que es muy fácil prescindir de alguien que te cuenta cuentos dentro de las necesidades que hay, además de que hay mucha competencia, sin embargo, en lo que confío es en cómo veo la vida y en lo que creo yo de ella, y si me faltara trabajo sé hacer un montón de cosas.

 

¿Has pensado en producir?

En 2007 me propuse producir, pensé que tenía tres años para armar algo chingón en el marco del Bicentenario, hablé con Leonor Cortina, una historiadora que me dio toda su investigación acerca de las mujeres en la Independencia de México; estuve tres años levantando el proyecto hasta que me di cuenta cómo opera la burocracia aquí, me enfrenté con eso de que como yo no había producido nada, pues no me iban a dar nada, y me decían que para hacerlo tenía que empezar por hacer esto y aquello, hasta que decidí actuar porque no iba a producir lo que no quería. Ahora sí me gustaría empezar a dirigir, no sé si cine porque técnicamente desconozco mucho todavía, pero sí dirigir teatro, en donde sí sé qué significa cada cosa porque soy un ñoño y todo pregunto o investigo.

 

¿Tienes películas por estrenar?

Sí, se llama Placa de acero, aunque no sé si se termine llamando así; es la historia de dos policías interpretados por Adrián Vázquez y por mí; uno viene de la Academia y quiere hacer todo bien, y el otro es lo contrario; ambos trabajan juntos resolviendo un caso y entonces vemos las peripecias que pasan juntos.

 

 

CUESTIÓN DE ESTILO

Nombre: Alfonso Dosal

Esposa: Solana Azulay

Hijos: Mila, de 5, y Galo, de 3 años

Proyectos próximos: Narcos, cuarta temporada; Aquí en la Tierra, segunda temporada

 

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