La actriz y modelo sudafricana es una de las mujeres más comprometidas con su carrera, tan fácil que es remontarnos al 2003 cuando protagonizó la película de Monster misma que la hizo obtener un Oscar.
Ahora 15 años después ha vuelto a transformar su cuerpo para la nueva cinta Tully, donde tuvo que subir 22 kilos para encarnar a una mujer que acaba de dar a luz a su tercer hijo y a través de una entrevista en el programa de Ellen Degeneres, Charlize Theron confesó lo duro que fue someterse a este cambio, sobre todo por la reflexión de lo que es el rol de cuidado en el hogar.
«Gané cerca de 22 kilos y fue muy difícil perderlos después. En retrospectiva, el filme trata sobre cómo se ve la maternidad hoy en día y pienso que es una locura que, viviendo en una época en la que compartimos todo a través de las redes sociales, todavía exista un estigma alrededor del tema y no hablemos sobre lo que atraviesan las madres«, expresó la rubia.
También señaló lo cruel que puede ser la sociedad al a hora de juzgar a las madres por tener kilos de más aunque acaben de tener un hijo: «Yo hice esto para la película, sí, pero las mamás lo hacen todo el tiempo. Se embarazan, ganan peso y les toma un año y medio perderlo de nuevo, y si no lo hacen la gente las juzga».